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Vicky: "Si tienes enfrente a un juez como Jordi Cruz, es imposible no mirar"
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ganadora de la segunda edición de 'masterchef'

Vicky: "Si tienes enfrente a un juez como Jordi Cruz, es imposible no mirar"

Con docenas de personas alrededor. Así vivía este viernes Vicky, la flamante ganadora de la segunda edición de Masterchef, su victoria en el programa

Con docenas de personas alrededor. Así vivía este viernes Vicky, la flamante ganadora de la segunda edición de Masterchef, su victoria en el conocido programa. Mientras Vanitatishabla, vía telefónica, con esta carnicera en paro de 31 años, son muchas las interrupciones que sufre, ya que la gente que la ve quiere hacerse una fotografía con ella, entrar en contacto con la protagonista del momento. “No puedo decirles que no”, se disculpa. 100.000 euros de premio, la publicación de un libro de recetas propio y un curso de formación en Le Cordon Bleu son la jugosa recompensa tras haberse impuesto a Mateo, el otro favorito, en el concurso. Ahora, vive su momento de gloria y espera que la victoria televisiva acabe siendo un empuje definitivo a una vida en la que la cocina ha sido su motor de arranque. Una cosa está clara, no tiene pelos en la lengua y contesta a todas las preguntas con una agilidad sorprendente; la misma que ha demostrado durante estos meses entre fogones y recetarios.

Pregunta: Primera pregunta obvia… ¿cómo se siente siendo la ganadora de Masterchef?

placeholder La concursante, en una imagen de archivo

P: Una vez se declaró en contra de adulterar un queso manchego. ¿Cambiará de opinión ahora que se tiene que enfrentar a un tipo de cocina más sofisticada?

R: Ahora me gusta un poquito más cocina de vanguardia. Al final me he rendido a ella. Creo que hay que superarse en la vida y aprender de todo un poco. Ya habrá tiempo para volver a lo tradicional. Ahora quiero abrirme a otro tipo de cocina.

P: Vimos que la relación de Gonzalo, uno de los concursantes, era un poco tirante con el resto. ¿Qué piensa de eso?

R: Gonzalo tiene un carácter muy especial. Él es así y no va a cambiar. Ha tenido rifirrafes con todos pero al final todo eso se queda dentro del programa. De hecho, tenemos un grupo de Whatsapp y todos escribimos. Hay gente que trabaja a lo largo del día y no puede poner algo pero al final siempre escribe.

P: Hace tiempo que se grabó la final. ¿Le ha costado guardar el secreto y no contar que era usted la ganadora?

R: Al principio, mucho. Mientes, le dices a la gente que es en directo y se lo creen. Te sientes fatal (risas). Al final te acostumbras a callarte hasta que se emite el programa.

P: Cuando empezó en el mundo de la cocina, ¿imaginaba algo así en su carrera?

R: Desde luego que no. Ha sido algo muy grande…y visto a través de la televisión mucho más.

P: ¿Qué opinaba su novio cuando le lanzaba piropos a Jordi Cruz?

R: Mi novio ya me conoce y sabe que estoy de broma. Confía mucho en mí. Igual que a él le gustan las mujeres, a mí me gustan los hombres. Los ojos están para mirar… y si encima tienes enfrente a un juez que está bueno…es inevitable.

P: ¿Dónde se ve dentro de unos cinco o diez años?

R: Dentro de cinco años me gustaría tener mi propio restaurante pero no sé cómo será. Seguro que mi idea cambia dependiendo de lo que aprenda en la escuela, así que tampoco puedo asegurar que sea de un tipo de cocina o de otra.

Con docenas de personas alrededor. Así vivía este viernes Vicky, la flamante ganadora de la segunda edición de Masterchef, su victoria en el conocido programa. Mientras Vanitatishabla, vía telefónica, con esta carnicera en paro de 31 años, son muchas las interrupciones que sufre, ya que la gente que la ve quiere hacerse una fotografía con ella, entrar en contacto con la protagonista del momento. “No puedo decirles que no”, se disculpa. 100.000 euros de premio, la publicación de un libro de recetas propio y un curso de formación en Le Cordon Bleu son la jugosa recompensa tras haberse impuesto a Mateo, el otro favorito, en el concurso. Ahora, vive su momento de gloria y espera que la victoria televisiva acabe siendo un empuje definitivo a una vida en la que la cocina ha sido su motor de arranque. Una cosa está clara, no tiene pelos en la lengua y contesta a todas las preguntas con una agilidad sorprendente; la misma que ha demostrado durante estos meses entre fogones y recetarios.

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