Nueva York ha hablado: el rock no ha muerto

¿Cuántas veces se ha dado por muerto al rock? El estilo ha tenido tantas vidas como un gato: bautizado como rebelde, ha crecido y visto como se publicaba su necrológica en miles de ocasiones, pero recurrentemente ha resucitado en forma de tendencia, con fuerza y vigor. El rock ha sido exhumado, una vez más, en Nueva York. La pasarela de la gran manzana apuesta de nuevo por los reefs de guitarra y el look rebelde.

Vestuarios ajustados y sumamente elegantes y el monopolio del negro han marcado el comienzo de la pasarela en Nueva York. La marca Rock & Republic, cuyo nombre suena en España desde que hace unos días se hiciera con los servicios del corredor Oscar Sevilla para su equipo de ciclismo, se ha sumergido en la raíz del rock como movimiento contracultural, y propone para ello una paleta cromática en la que el morado despliega toda su efectividad.

La tendencia rockera parece ser la gran apuesta de la industria estadounidense para el próximo otoño-invierno. Así, el estilo vintage se convierte en un elemento repetido en muchas colecciones. Herve Leger, ahora en manos del diseñador Max Azria, continúa con su dedicación a las vendas, aunque reintepretadas en esta ocasión.

La pasarela también ha contado con el desfile de Miss Sixty, al que asistió la temida Anne Hathaway a pesar de haber anunciado en un principio que no acudiría. Cuentan quienes estaban por allí que era la única que en la primera fila prestaba atención a la colección: a su lado, Chloe Sevigny, Ashley Olsen y Mila Jovovich cotilleaban y compartían secretos que poco parecían tener que ver con la ropa que había sobre la pasarela. Parece que han coincidido con la crítica estadounidense, a la que no le ha entusiasmado demasiado la propuesta italiana.

La otra gran tendencia vista en los primeros desfiles son las minifaldas hipercortas. Eso mismo se pudo comprobar en el desfile de Lacoste, con shorts ajustados y partes superiores amplias y de estampado geométrico. La influencia masculina en la ropa femenina se deja notar en forma de corbatas estrechas o blazers estilo club de campo.