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‘Fun eating’, creatividad en la mesa al aire libre
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RESTAURANTE

‘Fun eating’, creatividad en la mesa al aire libre

Para descubrir la cocina moderna, Madrid pone a disposición de los amantes de la reinvención gastronómica un amplio número de locales de ambiente cosmopolita cada vez

Foto: ‘Fun eating’, creatividad en la mesa al aire libre
‘Fun eating’, creatividad en la mesa al aire libre

Para descubrir la cocina moderna, Madrid pone a disposición de los amantes de la reinvención gastronómica un amplio número de locales de ambiente cosmopolita cada vez con una mayor flexibilidad de oferta y horarios. En una época en la que la cocina creativa ha descendido del reino de los cielos para convertirse en una opción de lo más habitual y mucho más económica que antes relegando en ocasiones su capacidad sorpresiva, sigue resultando complicado encontrar un restaurante, sobre todo en determinados barrios, cuya seña de identidad no sea la imaginación y la inventiva.

Pero si este modelo de cocina sigue en pie y además de forma triunfante es porque tiene un público fiel y una demanda creciente. Wagaboo, con sus cinco establecimientos, es ya un icono dentro del mundo de la cocina alternativa que ha sabido extender sus ‘tentáculos’ favorecido en gran medida por la buena acogida por parte del público. Sus chef’s, maestros orientales y expertos en este tipo de cocina, han sabido diseñar unos platos acordes con el ambiente de los locales, siempre desenfadado a la par que moderno y divertido, en línea con el peculiar estilo que ha hecho suyo, el llamado fun eating.

Es precisamente el restaurante situado en el Centro Comercial Diversia el que estos días acapara la atención por su inminente cambio de temporada. Wababoo dará la bienvenida a la temporada primavera – verano con la apertura inaugural de un espacio al aire libre con capacidad para 60 personas cuya decoración, a cargo de Nacho García de Vinuesa, ha recreado un entorno de lo más natural cargado de plantas, flores y otros motivos naturales. A pesar de esa ‘atmósfera libre’, los comensales que busquen algo de intimidad podrán disfrutar de una zona de pequeños apartados cobijados bajo toldos individuales en los que las mesas se encuentran acompañadas de espaciosos sillones. No obstante, los fieles al ‘interiorismo Wagaboo’ siempre tendrán la opción de comer o cenar dentro del local rodeados de los intensos colores que decoran paredes y mesas.

Pero si por algo se caracterizan los Wagaboos es por su espectáculo al otro lado del cristal. Los maestros “La-mien” demuestran su maña con la pasta trabajándola con destreza frente a los comensales con la única separación de un cristal que actúa como una especie de línea divisoria transparente. Cocina y sala se aproximan en un intento de hacer más cercana la labor de los profesionales y mostrar los entresijos del mundo de la pasta, verdadera protagonista de la cocina internacional que abandera Wagaboo.

Ya sea asiática o italiana, la pasta es siempre fresca y se prepara diariamente para servirla en la mesa en su punto exacto. Pero además de la pasta en todas sus variantes, en la carta destacan por ejemplo las Moules de Casserole, la ensalada con barquillo de brie, el wok de verduras o la Cesta Imperial, todos ellos entrantes recomendados para compartir y abrir boca antes de los platos fuertes como pueden ser Curry La Mien y Fetuccine al Limone.

WAGABOO

Dirección: Avda. Bruselas, 21. La Moraleja-Alcobendas. Madrid.

Teléfono: 91 657 28 99

Horario: Terraza abierta todos los días de 13.15 a 15.45 horas. Cenas de lunes a jueves y domingos de 20.30 a 11.30. Viernes y sábados de 21.00 a 00.00.

Precio medio: Entre 15 y 18 euros.

www.wagaboo.com

Para descubrir la cocina moderna, Madrid pone a disposición de los amantes de la reinvención gastronómica un amplio número de locales de ambiente cosmopolita cada vez con una mayor flexibilidad de oferta y horarios. En una época en la que la cocina creativa ha descendido del reino de los cielos para convertirse en una opción de lo más habitual y mucho más económica que antes relegando en ocasiones su capacidad sorpresiva, sigue resultando complicado encontrar un restaurante, sobre todo en determinados barrios, cuya seña de identidad no sea la imaginación y la inventiva.