El escatológico origen del café más lujoso del mundo

Dicen los expertos en café, aquellas personas que recorren el mundo entero en busca de los granos más exquisitos caídos del cafeto, que el kopi luwak tiene un aroma rico y fuerte, con ciertos toques a chocolate y caramelo. Denso, posee un cuerpo almibarado y muy terso. Una delicia, en definitiva, que se paga a unos 600 euros el kilo a través de los distribuidores que lo ofrecen en Internet.

Sin embargo, el kopi luwak tiene tantos amantes como detractores, en parte por su escatológico origen. Cultivado con mimo en Indonesia (sobre todo en Sumatra, Java y Célebes), los granos de este café son ‘procesados’ de una manera muy orgánica: nada más y nada menos que en el aparato digestivo de las civetas, unos pequeños mamíferos que no llegan a digerir el grano pero cuyas enzimas estomacales y jugos gástricos le añaden sabor rompiendo las proteínas que producen su amargor.

Como cualquiera se puede imaginar, completado el proceso digestivo, los animales excretan los granos fermentados, que son cosechados cuidadosamente por los jornaleros en el campo. Desde allí los aproximadamente 250 kilos anuales de producción se dirigen a sus mercados principales, Japón y Estados Unidos, donde se llegan a pagar unos 40 euros por taza en locales selectos.

La compra de este exclusivo café se puede realizar a través de Internet, aunque la picaresca de la red también ha encontrado un hueco en el comercio con esta particular gama de cafés. Las garantías han de ser máximas a la hora de dejar nuestro dinero en un producto tan selectivo. La página web Animal Coffee.com, por ejemplo, se vende como la suministradora oficial de kopi luwak para eventos como la ceremonia de los premios Emmy o la familia real kuwaiti. En su web se pueden adquirir el café en bruto o en paquetes especiales de regalo, así como souvenirs relacionados con el cultivo de este grano: un auténtico placer para los sibaritas más cafeteros siempre que no sean especialmente aprensivos.