Cómo mantener la juventud con ejercicios aeróbicos

Mantener la capacidad aeróbica en la edad adulta podría retrasar más de una década el proceso de envejecimiento y prolongar la independencia. Al menos así lo afirma una revisión sobre los estudios publicados sobre la relación existente entre la aptitud aeróbica y la autonomía de que disfrutan las personas de la tercera edad.

Hace 20 años, el equipo dirigido por R. J. Shephard, de la Universidad de Toronto, en Ontario, afirmaba que la capacidad aeróbica era un factor clave para que los adultos mayores pudieran mantener la calidad de vida y la autonomía. Años más tarde, en una nueva revisión publicada en The British Journal of Sports Medicine, Shephard analizó los últimos datos sobre el tema.

De esa revisión se extraen conclusiones como que el ejercicio aeróbico habitual mejora la capacidad corporal de inhalar oxígeno y utilizarlo, pero el rendimiento aeróbico máximo disminuye con la edad. Según Shephard, los estudios sobre la respuesta al entrenamiento aeróbico de los adultos mayores demostraron que los ejercicios, en especial los de mayor intensidad y los más prolongados en el tiempo, mejoran el rendimiento aeróbico. De hecho, siete estudios sobre este tipo de ejercicio demostraron que la potencia aeróbica aumenta un 25%, lo que equivaldría a retrasar 12 años la pérdida de aptitud física por el envejecimiento.

A partir de esta revisión, Shephard concluye que los adultos mayores que hacen entrenamiento aeróbico con regularidad pueden mantener por más tiempo su independencia porque retrasan la pérdida biológica de la aptitud física por la edad.

Otras ventajas del ejercicio aeróbico son la reducción del riesgo de sufrir enfermedades graves, la aceleración de la recuperación de una lesión o enfermedad y la disminución del riesgo de caídas por aumento de la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación.

Afirma el investigador que “existe la necesidad de aclarar la importancia del deterioro de la aptitud física relacionado con otras causas potenciales de dependencia”, aunque, desde el punto de vista práctico, “la actividad aeróbica habitual puede solucionar muchos problemas físicos”, ligados a la pérdida de funcionalidad y a enfermedades crónicas.