El atractivo de una barba de tres días

Tradicionalmente se ha considerado que un hombre con la barba perfectamente recortada es sinónimo de limpieza y masculinidad. Lo contrario...lo peor o, al menos, poco de fiar. ¿Cuántas veces no habrán criticado nuestras abuelas y nuestras madres a Fulanito por lucir barba de dos días en una boda? Pero las cosas cambian y es que, de acuerdo con el estudio realizado por varios psicólogos de la Universidad de Northumbria en Newcastle (al norte de Inglaterra), las mujeres se sienten más atraídas por los hombres que llevan barba de tres días.

La investigación llevada a cabo por los psicólogos Nick Neave y Kerry Shields a 76 mujeres de entre 18 y 44 años reveló datos interesantes y curiosos que vinieron a desmontar la teoría de que las mujeres los prefieren sin barba. Las féminas calificaron como los mejores compañeros a los hombres con pelusilla o barba de unos días y, a pesar de definirlos como agresivos, dominantes pero también masculinos, maduros y resistentes, piensan en ellos como sus posibles parejas para relaciones a largo plazo.

Durante la realización del estudio los investigadores, usando las últimas tecnologías que permiten cambiar el aspecto de las personas, mostraron a las pacientes un total de 15 imágenes de hombres con diferentes grados de vello facial: afeitado, barba de tres días, barba de más de una semana, perilla de varias semanas y barba abundante y espesa. Además, las mujeres valoraron la masculinidad, agresividad, dominación, atractivo, edad y madurez sexual en relación con el afeitado de los hombres. Asimismo les preguntaron con cual de ellos se plantearían tener una relación más duradera.

Los peor parados fueron los hombres con una gran mata de pelo en la barba. Casi todas las mujeres entrevistadas coincidieron en afirmar que eran los más agresivos y masculinos y los más viejos. De hecho, casi todas les echaron unos cinco años más encima. Igualmente ninguna tendría con ellos una relación estable. Los hombres sin afeitar durante semanas fueron definidos como los más dominantes. Por su parte, los varones bien afeitaditos recibieron las valoraciones más bajas en cuanto a masculinidad, dominación, agresión y madurez social, siendo, además, otra opción a descartar en relaciones largas y permanentes.

Pese a todo ello, los psicólogos encargados del estudio quieren ampliarlo a nivel mundial. “Hay importantes diferencias culturales en cuanto al vello facial y por este motivo queremos ampliar el estudio para evaluar las percepciones femeninas en todos los países que sea posible”, señaló el investigador Kerry Shields, tras mostrar los resultados de su trabajo.