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Cibeles agota sus últimas horas entre risas y picnics
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Cibeles agota sus últimas horas entre risas y picnics

Cibeles Madrid Fashion Week encara este martes su recta final con propuestas distintas, divertidas y un look mucho más juvenil que el mostrado por los diseñadores

Cibeles Madrid Fashion Week encara este martes su recta final con propuestas distintas, divertidas y un look mucho más juvenil que el mostrado por los diseñadores españoles los días precedentes, en una jornada de cierre que contará con la participación de trece modistos. Anna Figuera y Macarena Ramos, creadoras de El Delgado Buil vuelven a su fiel estilo de combinar elementos aparentemente imposibles, como el pelo de conejo o las pieles naturales con lanas, ojales metálicos y lazos de terciopelo.

El joven tándem creativo presentó su colección 'Super Furry Animals' para el próximo otoño-invierno, en la que los diseños oversize de anteriores ediciones dan el relevo a jerséis y chaquetas cortas de lanas de mohair, angora y merino tejidas con forma de escamas, y abrigos amplios con cuerdas trenzadas, elemento también utilizado en sus jerséis y pantalones. Atrevida es también la gama de colores utilizada por la firma con el rosa coral y el verde agua marina como protagonistas, en una colección complementada con divertidos gorros-rusos de grandes orejeras y manoplas de piel.

Krizia Robustella puso la nota simpática de la mañana, al invitar a sus modelos -que salieron a desfilar a ritmo de rap- a un dominical picnic, al que acuden con divertidos minivestidos combinados con medias de liguero, prendas vaqueras, desenfadados gabanes con grandes capuchas, chaquetones de piel y embutidos pantalones pitillo. Las inscripciones de "dominguero" o "birra" de sus camisetas y sudaderas ponen la nota alegre de la colección, junto con complementos como gorros de piel o bolsos en los que las modelos llevaban todo lo necesario para la cita campestre: barras de pan, bolsas de patatas y hasta palillos que eran tirados a los fotógrafos y cámaras después de ser usados por sus propietarias.

Toni Francesc, nueva incorporación de Cibeles, recreó una atmósfera invernal con mucha niebla y fuerte viento sobre la pasarela para mostrar su Contemplación, una colección en la que juega con la ambigüedad de las prendas. Abrigos de largos asimétricos, vestidos con sobrefaldas y grandes cuellos fruncidos se combinan en tejidos vanguardistas de tela plastificada y un paleta de colores inspirada en paisajes nocturnos.

Mucho menos seria se presentó por primera vez en la semana de la moda española María Barros, quien con Loïe quiso homenajear a la bailarina americana Loïe Fuller, exponente del Art Nouveau, con prendas en tonos pastel que contrastan con tonos eléctricos como el oro y el azul, inspiradas en la naturaleza. Chaquetas en terciopelo violeta, botas naranjas planas y altísimos zapatos adornados con plumas de faisán, que hicieron perder el equilibrio a alguna modelo, se combinan con detalles de mariposas y hadas en vestidos de gasas y sedas que logran una colección original y distinta.

Bandoleros llama a su nueva colección la firma Nicolás Vaudelet para El Caballo, en la que, con un decorado de madera en el que se recrea la naturaleza, rememora a esa época pasada con ropas superpuestas, pañuelos en la cabeza y mantas sobre los hombros. Los vestidos, las chaquetas de ante y el típico traje cordobés toman forma en tejidos naturales como el nylon, la viscosa, el rayón y la seda, la piel y el pelo y colores que se camuflan bien en la sierra: tierra, arena, quemado o mostaza, salpicados con motas de oro, berenjena y ceniza.

Este atuendo de bandolero lo completa la firma con petates de vagabundo, carteras de cocodrilo o pelo, sombreros de ala ancha o gorras tuneadas con recuerdos viajeros, sin olvidarse de unos botines de vertiginoso tacón "navaja".

Cerró la sesión matinal de Cibeles la mirada al pasado renovada de Juana Martín, quien personaliza la moda vintage y fusiona estilos para lograr una armonía entre el clasicismo y la vanguardia, con formas geométricas muy femeninas y colores oscuros como el azul marino y el negro.

Cibeles Madrid Fashion Week encara este martes su recta final con propuestas distintas, divertidas y un look mucho más juvenil que el mostrado por los diseñadores españoles los días precedentes, en una jornada de cierre que contará con la participación de trece modistos. Anna Figuera y Macarena Ramos, creadoras de El Delgado Buil vuelven a su fiel estilo de combinar elementos aparentemente imposibles, como el pelo de conejo o las pieles naturales con lanas, ojales metálicos y lazos de terciopelo.

El joven tándem creativo presentó su colección 'Super Furry Animals' para el próximo otoño-invierno, en la que los diseños oversize de anteriores ediciones dan el relevo a jerséis y chaquetas cortas de lanas de mohair, angora y merino tejidas con forma de escamas, y abrigos amplios con cuerdas trenzadas, elemento también utilizado en sus jerséis y pantalones. Atrevida es también la gama de colores utilizada por la firma con el rosa coral y el verde agua marina como protagonistas, en una colección complementada con divertidos gorros-rusos de grandes orejeras y manoplas de piel.

Krizia Robustella puso la nota simpática de la mañana, al invitar a sus modelos -que salieron a desfilar a ritmo de rap- a un dominical picnic, al que acuden con divertidos minivestidos combinados con medias de liguero, prendas vaqueras, desenfadados gabanes con grandes capuchas, chaquetones de piel y embutidos pantalones pitillo. Las inscripciones de "dominguero" o "birra" de sus camisetas y sudaderas ponen la nota alegre de la colección, junto con complementos como gorros de piel o bolsos en los que las modelos llevaban todo lo necesario para la cita campestre: barras de pan, bolsas de patatas y hasta palillos que eran tirados a los fotógrafos y cámaras después de ser usados por sus propietarias.

Toni Francesc, nueva incorporación de Cibeles, recreó una atmósfera invernal con mucha niebla y fuerte viento sobre la pasarela para mostrar su Contemplación, una colección en la que juega con la ambigüedad de las prendas. Abrigos de largos asimétricos, vestidos con sobrefaldas y grandes cuellos fruncidos se combinan en tejidos vanguardistas de tela plastificada y un paleta de colores inspirada en paisajes nocturnos.

Mucho menos seria se presentó por primera vez en la semana de la moda española María Barros, quien con Loïe quiso homenajear a la bailarina americana Loïe Fuller, exponente del Art Nouveau, con prendas en tonos pastel que contrastan con tonos eléctricos como el oro y el azul, inspiradas en la naturaleza. Chaquetas en terciopelo violeta, botas naranjas planas y altísimos zapatos adornados con plumas de faisán, que hicieron perder el equilibrio a alguna modelo, se combinan con detalles de mariposas y hadas en vestidos de gasas y sedas que logran una colección original y distinta.

Bandoleros llama a su nueva colección la firma Nicolás Vaudelet para El Caballo, en la que, con un decorado de madera en el que se recrea la naturaleza, rememora a esa época pasada con ropas superpuestas, pañuelos en la cabeza y mantas sobre los hombros. Los vestidos, las chaquetas de ante y el típico traje cordobés toman forma en tejidos naturales como el nylon, la viscosa, el rayón y la seda, la piel y el pelo y colores que se camuflan bien en la sierra: tierra, arena, quemado o mostaza, salpicados con motas de oro, berenjena y ceniza.

Este atuendo de bandolero lo completa la firma con petates de vagabundo, carteras de cocodrilo o pelo, sombreros de ala ancha o gorras tuneadas con recuerdos viajeros, sin olvidarse de unos botines de vertiginoso tacón "navaja".

Cerró la sesión matinal de Cibeles la mirada al pasado renovada de Juana Martín, quien personaliza la moda vintage y fusiona estilos para lograr una armonía entre el clasicismo y la vanguardia, con formas geométricas muy femeninas y colores oscuros como el azul marino y el negro.

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