El glamour se va de Mónaco tan rápido como la F1

Ahora la tranquilidad ha vuelto a Montecarlo, pero durante el fin de semana la capital del principado de Mónaco fue todo glamour. Apagados los motores y con los vehículos de la Fórmula Uno embarcando hacia su siguiente destino mundial, toca hacer repaso del evento en el que el deporte se confunde más con el opulento mundo del lujo. Y para no defraudar las expectativas, la cosa este año ha estado más apagada que de costumbre.

Los megayates de reyes de la fiesta como Flavio Briatore estaban allí pero eran menos que nunca y muchos de ellos, con esloras tan menguantes como la economía. Sobre ellos destacaba, como siempre, el Indian Empress del empresario Vijay Mallya, rey de la cerveza india, acostumbrado a recibir a celebrities en cubierta.

 

El Force Blue de Briatore tampoco tiene nada que envidiarle: spa, jacuzzi en cubierta, zona de fiesta, sala de cine con pantalla de 60 pulgadas, gimnasio... Todo un capricho para quienes quieran pagar los 250.000 euros que cuesta alquilarlo por semana: al igual que ocurre con otras de sus propiedades, el jefe de Fernando Alonso no tiene problemas en ceder sus propiedades por un tiempo a cambio de una buena suma de dinero.

Los hoteles no pudieron colgar el cartel de ‘completo’ y las reservas dejaron de ser necesarias para almorzar o cenar en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad. Por haber había hasta menos tráfico. Pero aunque falten millonarios, lo que sobra son celebrities: la coincidencia en fechas del Gran Premio de Fórmula Uno con el Festival de Cine francés hace del corredor entre las dos ciudades mediterráneas un ir y venir de estrellas del cine, cantantes, deportistas y wannabes varios: James Blunt, Geri Halliwell, George Lucas o Michael Johnson estaban por allí.

Lo complicado en Mónaco no es evitar la tentación, sino elegir una de entre todas las que hay. Lo confirma Kimi Raikonnen, que a preguntas de la revista Autosport sobre si era difícil resistirse a ella, respondió que “depende de qué tentación sea”. Se suceden las parties y los actos caritativos, como el evento de moda Amber Lounge en el que se puede ver a Lewis Hamilton y el resto de pilotos dando sus primeros pasos por la pasarela y que termina con una subasta benéfica. Por allí se dejaron ver n o Richard Branson, bajo la atenta mirada de Alberto de Mónaco y su novia.