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Playas adaptadas: vacaciones para todos
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Playas adaptadas: vacaciones para todos

Estas playas son de todos. Dicho así sin más suena a obviedad, pero es cierto: en las playas de Calvià, en Mallorca, cualquier persona puede aparcar,

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Playas adaptadas: vacaciones para todos

Estas playas son de todos. Dicho así sin más suena a obviedad, pero es cierto: en las playas de Calvià, en Mallorca, cualquier persona puede aparcar, bañarse y disfrutar del sol con comodidad aunque tenga la movilidad reducida. En un país con cientos de kilómetros de costas son pocas las playas que permiten disfrutar del ‘derecho al ocio’ sin importar las circunstancias: no llegan a 200. Cuatro de ellas se encuentran en este rincón de la geografía balear.

Son Maties, Palmanova, Santa Pônça y El Toro son las cuatro calas que a lo largo de los años han visto sus instalaciones acondicionadas con plataformas de ocio, aseos y duchas para uso exclusivo de personas con discapacidad, zonas acotadas de baño y sombra o aparcamientos especiales. Las dos últimas han sido adaptadas este año.

 

En la playa de El Toro se ha instalado una rampa de acceso para personas con discapacidad, un módulo de duchas y aseos y también una rampa hasta la línea de agua para poder facilitar el acceso. En Santa Ponça hay también desde este verano una nueva rampa que une el acceso principal de la playa con la línea de agua.

Calvia, lugar por el que el rey Jaume I desembarcó en la isla para iniciar su conquista en 1229, es uno de los principales puntos de destino del turismo mallorquín: bosques y playas se suceden en un marco natural plagado de puntos estratégicos para la naturaleza balear, como la finca Galatzó.

Estas playas son de todos. Dicho así sin más suena a obviedad, pero es cierto: en las playas de Calvià, en Mallorca, cualquier persona puede aparcar, bañarse y disfrutar del sol con comodidad aunque tenga la movilidad reducida. En un país con cientos de kilómetros de costas son pocas las playas que permiten disfrutar del ‘derecho al ocio’ sin importar las circunstancias: no llegan a 200. Cuatro de ellas se encuentran en este rincón de la geografía balear.