Comienza el Carnaval, la fiesta más colorista del año

¡Ya está aquí el Carnaval! La gran fiesta de los disfraces, el color y el desenfreno. A pesar de que se celebra prácticamente en todo el mundo, hay lugares que conviene visitar especialmente en esta época del año al menos una vez en la vida. Y es que las ciudades se transforman en una celebración sin fin que atrae a miles e incluso millones de personas cada año dispuestas a bailar, reír, desinhibirse y disfrutar sin descanso.

 

Este espectáculo popular de pura diversión tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, y de esta liturgia depende su calendario cada año. Un detalle cuando menos curioso teniendo en cuenta que el origen pagano del Carnaval. En esta ocasión, las máscaras, los desfiles y las orquestas comenzarán a invadir las calles a lo largo de los próximos días, contagiando el tradicional ambiente carnavalesco a grandes y pequeños durante días. Como suele suceder, los precios de los vuelos y las habitaciones de hotel para aquellos que desean vivir la fiesta en directo tanto dentro como fuera de España, volverán a ponerse por las nubes.

 

Las diferencias que el Carnaval presenta alrededor del mundo son grandes, aunque quizás la característica común más indudable sea la de ser un período de permisividad y cierto descontrol. Es el caso de Río de Janeiro, Montevideo, Nueva Orleans -donde además se festeja la liberación de la esclavitud y la recuperación de ritos ancestrales africanos-, o de Venecia, con sus elaborados trajes y máscaras clásicas, utilizadas desde hace siglos.

 

Pero también nuestro país se llena de música, animación y alegría este mes. Probablemente los más populares, atractivos y divulgados son los que se celebran en Cádiz y Tenerife. La singularidad de las chirigotas y el carácter abierto y juerguista de los andaluces han convertido el Carnaval gaditano en una fiesta mundialmente conocida, mientras que los tinerfeños visten a sus mujeres con trajes majestuosos firmados por los mejores diseñadores del mundo para elegir a su Reina.

 

En Badajoz, el tono ácido y sarcástico de las murgas por las calles y los bares acumula décadas de tradición y premios a la creatividad de sus 'poetas'. La ciudad de Sitges pasa a estar gobernada por el 'Carnestoltes' en un ambiente de júbilo y participación social. En definitiva, cerca de dos semanas de entusiasmo, tolerancia, crítica costumbrista y mucho humor que no conviene perderse.