Los secretos de la cocina de Samantha Vallejo Nágera

Importó de Nueva York un concepto de catering demasiado moderno para la España de hace dieciséis años, pero ahora la empresa de Samantha Vallejo Nágera ha logrado convertirse en una de las más demandadas por clientes que siempre buscan algo diferente. Y también una de las más copiadas.

Enérgica y de tesón incansable, es una erudita de las recetas prácticas, sencillas y al alcance de todos. “Sin complicaciones”, es su lema. Lo mismo unos bocatas de perritos calientes que los ingredientes más selectos. Por eso, es la chef en la que artistas, empresarios y los círculos elitistas de la alta sociedad siempre confían para organizar sus celebraciones. Sus canapés: los propios de una auténtica gurú de las nuevas tendencias gastronómicas. Su teléfono: imprescindible para una fiesta diez.

‘Samantha de España’, como llamó a su catering en Estados Unidos en un ataque de simplicidad por lo complicado de sus apellidos, acaba de servir en el enlace del nieto de la duquesa de Alba y puede presumir de haber dado de comer a Camilo José Cela en su boda con Marina Castaño. Hace un mes que ha dado a luz a Diego, su cuarto hijo, y no puede estar quieta.

Habla de sabores, texturas y olores con una facilidad a prueba de necios. Nos presenta La cocina de Samantha Vallejo Nágera, su segundo libro, que sale hoy a la venta, y que es un compendio de una vida de entrega a su verdadera pasión: andar entre fogones. Sus lectores, como sus clientes, van de los 20 a los 70 años. Desde los primerizos que experimentan con los huevos fritos hasta los más veteranos que no saben cómo cocinar un buen arroz basmati.

“Es un manual para todos. Es cocina mediterránea muy bien explicada, con recetas que van desde un tartare de salmón, besugo al horno con patatas panaderas, un risotto, los cuatro tipos de arroces, un roast beef, un vitello tonnato, un buen solomillo a una ensalada de fideos chinos y langostinos”. De familia de psiquiatras, Samantha ha encontrado su hueco en la hostelería.

“En mi casa se come fenomenal y a mí me parece lo máximo ir al supermercado”, cuenta. Llegó al mundo de la cocina por los azares de una apuesta con un amigo que dudaba de que aguantara la presión de trabajar en Horcher, su primer trabajo. “Estuve dos años y aprendí mucho”. Luego vendría Arzak y Bocuse. También una curiosa experiencia al otro lado del Atlántico como niñera de la malcriada hija de David Byrne. Y luego ‘Samanta de España’, que nació de un servicio de paellas a domicilio por los domicilios de que no para de regalarle alegrías.

Todavía le faltan sueños por cumplir. “Me encantaría servir a Rafa Nadal. Es mi ídolo. Le admiro”. Es hermana de Colate, el marido de Paulina Rubio, pero antes que convertirse en cuñada de la estrella del pop, Samantha Vallejo Nágera ya tenía escrito su nombre a fuego en nuestro país. “Cada vez que vienen a Madrid se piden un cocido. A Paulina le encantan los judiones de La Granja. Es muy lista y muy pop star”, afirma. No se ve como Karlos Arguiñano, pero le gustaría contar con su propio programa de cocina. “Todo se andará, pero me encantaría tener mi propio espacio en televisión para mostrar lo que hago”, concluye. Lo mejor de su nueva aventura literario-culinaria es que gran parte de las ventas que se recauden irán a parar a la Fundación Prodis, que aboga por la integración de los jóvenes con discapacidad intelectual. La cocina de Samantha Vallejo Nágera guarda muchos más secretos de los que parece.

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