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Leve caos entre enormes bandas
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Leve caos entre enormes bandas

Imposible comenzar esta crónica sin una crítica hacia la organización del Primavera Sound por el caos que, por momentos, sufrieron ayer todos los asistentes al festival

Imposible comenzar esta crónica sin una crítica hacia la organización del Primavera Sound por el caos que, por momentos, sufrieron ayer todos los asistentes al festival barcelonés. En primer lugar, varias compañías de telefonía móvil tenían serios problemas de conectividad. Segundo, el nuevo sistema para comprar bebidas, a través de una tarjeta con chip en la que previamente había que cargar el saldo que vayas a consumir, no funcionó. No unas horas, sino toda la noche.

Vayamos a la música. Los must see del sábado arrancan con The tallest man on the earth (escenario San Miguel, 17:30). Kristian Matsson se ha ganado más de una comparación con Bob Dylan por su folk de voz nasal y rasposa, armado únicamente con una guitarra acústica. Con su último disco The Wild Hunt y su ep Sometimes the Blues Is Just a Passing Bird, ambos de 2010, se ha consolidado como figura del folk más solitario y cuidado. Un comienzo dulzón.

Segundo, una de las joyas de este año: Fleet Foxes (escenario San Miguel, 19:40) El plato fuerte del folk incluido en la programación del San Miguel. Robin Pecknold y los Fleet Foxes parecen haber perdido algo de su característica melancolía con su Helplessness Blues. Ahora son, quizás, más fáciles de escuchar que antes, ligeramente menos experimentales y menos terroríficamente perfectos en sus aún increíbles armonías. Algo más humanos. La nueva dirección de los Foxes con Helplessness Bluesparece ser la ebullición de la primavera frente al invierno del anterior disco, el Fleet Foxes de 2008.

Tercero, la buena de Polly Jean, PJ Harvey (escenario San Miguel, 22:30). La bruja torturada del blues-rock británico, lleva 20 años obsesionada con no repetirse con bastante éxito. Sigue sin ser fácil de aceptar a la primera escucha y su Let England Shake de 2011, creado con la colaboración de su socio de toda la vida, John Parish, tiene muchos temas que parecen fluir en directo desde finales de los ’80. La crítica ha definido Let England Shake como “el álbum de guerra definitivo”. Mucha guitarra, cítara diatónica, una voz aniñada y descontrolada y una temática oscura, como a ella le gusta. A nivel pedigree, pocos otros grupos del festival se pueden codear con Harvey.

Por último, los enormes Animal Collective (escenario San Miguel, 02:00).Ruidosos y con nombres artísticos como Geólogoy Osopanda: así salen los niños que van a escuelas liberales y experimentan con LSD a los 15 años. Desde 1999, los cuatro amigos de la infancia que forman Animal Collective han sacado 8 discos y montado más de 10 bandas y proyectos además de la propia. Sólo hace falta decir que en su hogar en Baltimore llegaron a montar un festival con 4 bandas de las que sólo ellos eran miembros: está claro que hay que ser creativo para lograr vivir de la música. Su último álbum de estudio fue el Merriweather Post Pavilion de 2009, evocador y repleto de capas de sonido; según los miembros de la banda, es lo más psicodélico que hayan hecho jamás. Sin duda algo escucharemos de este trabajo, con la alegría de que el cuarteto original haya vuelto a reunirse después de cuatro de años de baja de la guitarra y la voz de Deakin.

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