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Nueva York para todos los bolsillos

Nueva York, la ciudad que nunca duerme; donde los taxis son amarillos y los pasos de cebra infinitos. La ciudad a la que Frank Sinatra cantó,

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Nueva York para todos los bolsillos

Nueva York, la ciudad que nunca duerme; donde los taxis son amarillos y los pasos de cebra infinitos. La ciudad a la que Frank Sinatra cantó, dedicándole una de las melodías más tarareadas de la historia del cine. Capital del siglo XXI, donde las luces de neón cubren sus inmensos rascacielos y las tiendas nunca cierran. Así es Nueva York, un mundo aparte donde las agujas del reloj avanzan al compás del bullicio de sus calles.

La Gran Manzana es, sin duda alguna, uno de los lugares más visitados del mundo. Nadie se resiste a perderse por sus avenidas, conocer sus secretos y redescubrir los lugares que tantas veces han quedado inmortalizados en películas o fotografías: Central Park, la Estatua de la Libertad, el Empire State, Little Italy, etc.

Pese a que a simple vista pueda parecer un destino algo exclusivo, Nueva York es una ciudad apta para todos los bolsillos. El secreto está en saber elegir cuidadosamente los sitios y procurar no caer en la tentación del célebre shopping neoyorkino.

Dónde dormir

Uno de los mayores gastos a la hora de ir de viaje es siempre el hotel. La mayoría de las habitaciones de Nueva York rondan los 100 euros, por lo que buscar un alojamiento alternativo es una más que recomendable opción.

La alternativa más de moda en la Gran Manzana es el alquiler de un piso únicamente para unos días. Muchas de las casas de la ciudad no son residencias principales, por lo que sus propietarios las alquilan durante los periodos en los que no se encuentran en la ciudad.

Existen varios portales que permiten, desde cualquier parte del mundo, elegir el piso que más encaja con las necesidades de cada uno. Uno de ellos es newyork.craigslist.org.

Para  los que viajan solos y prefieren alquilar solo una habitación en un piso, existe también un portal que se encarga de este tipo de alojamientos, Roomorama.

Para aquellos a los que estas opciones no les sirvan, siempre pueden recurrir a los tradicionales hostales, donde los precios bajan notablemente (Ver Hostel Bookers).

Dónde comer

Una de las ventajas de Nueva York es que se pueden encontrar cantidad de lugares para comer por muy poco. Para el desayuno lo más práctico es tomarse en un puesto de la calle un auténtico bagel. Se trata de una pequeña rosca de pan hecha con ajo, cebolla o trigo integral. Uno de los lugares más concurridos es Murray’s Bagels, donde por menos de 5 dólares se puede solucionar esta primera comida del día.

En estos característicos puestos ambulantes también venden ‘rolls’, una especie de sándwiches con huevo que hacen las delicias de todos los turistas. Hay multitud de puestos que ofrecen café y bollos por un módico precio.

En cuanto a la comida se refiere, en cualquiera de los carritos de la ciudad, puedes encontrar combos, con comida y bebida, por tan solo 4 o 5 dólares. Otra opción es comer en un  Delis de comida al peso. Pagas el peso de lo que te comes y además en la mayoría de ellos, te regalan la bebida.

Al tener una gran inmigración italiana, Nueva York puede presumir de tener en Little Italy pizzas de gran calidad a precios muy razonables. Otra opción es pasarse por Chinatown y comer en Bánh Mì Saigon Bakery.

Por dónde salir

Una de las paradas obligatorias en Nueva York es sin duda alguna Broodway. Una opción para ahorrar uno cuantos dólares, es reservar las entradas con anticipación por internet. De este modo, además de asegurarte una butaca para el musical que quieres, puedes sacarla por un precio más que interesante.

Los openings de las Galerías de Chelsea reúnen la gente más elegante de la ciudad, y además son gratis. Para saber cuándo tienen lugar, lo mejor es consultar el calendario en Chelsea Art Galleries

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