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Paquita Ors, cosméticos para criadas y señoras
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Paquita Ors, cosméticos para criadas y señoras

La cosmética es, sin duda alguna, uno de los campos en los que las mujeres más dinero gastan: cremas anti estrías, anti arrugas, hidratantes, anti ojeras...

Foto: Paquita Ors, cosméticos para criadas y señoras
Paquita Ors, cosméticos para criadas y señoras

La cosmética es, sin duda alguna, uno de los campos en los que las mujeres más dinero gastan: cremas anti estrías, anti arrugas, hidratantes, anti ojeras... todo lo necesario para frenar los temidos signos del paso del tiempo. Señoras de la alta sociedad acuden a tiendas exclusivas, de elevados precios y nombres extranjeros, mientras que las de clases más bajas se conforman con productos más asequibles, de menor fama y en su mayoría menos efectivos. Pese a este estereotipo, en el mundo de la cosmética la calidad no siempre está reñida con el precio, algo que permite en ocasiones que criadas y señoras sean adictas a las mismas cremas.

Gracias a sus eficaces productos y a sus competitivos precios, la firma de cosméticos Paquita Ors se ha convertido en la marca favorita de ministras, artistas, amas de casa, dependientas y empresarios; un variado abanico de clientes que permite demostrar que la belleza está al alcance de todos.

A través de sus conocimientos en farmacia y botánica, Paquita y su hijo Jerónimo han conseguido crear cremas ‘milagro’ que ayudan a sus clientes a mejorar física y anímicamente sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de dinero.

El éxito de la marca: calidad, precios y atención

El éxito de Paquita Ors reside en la utilización de buenas materias primas procedentes del Mediterráneo (romero, portulaca, rosas), América (mimosa) o Extremo Oriente (algas) combinadas toda ellas de forma adecuada. Gracias a su amplia gama de productos esta marca ha conseguido cubrir gran parte de los problemas cutáneos más comunes, convirtiéndose en la mejor solución para muchas personas.

Si el cliente tiene un problema para el que no existe una crema específica, el laboratorio de Paquita Ors elabora un producto hecho a medida para él; un servicio que pocas firmas pueden presumir de tener. Y es que como bien explica Jerónimo “el producto debe adaptarse a la persona y no al revés, al igual que sucede con los medicamentos”.

Asimismo, la atención que recibe el cliente ha hecho que esta marca haya conseguido una clientela fiel a lo largo de todos estos años. Cuando el paciente entra en la tienda el personal estudia en detalle su piel y sus hábitos para saber que productos recomendarle. Tras la primera visita, se vuelve a citar al cliente 15 días después para observar cómo evoluciona su piel y seguir de cerca el proceso de mejora.

Por último, los precios de los productos es otro de los puntos fuerte de la marca. Cómo bien explica Jerónimo: “Prescindimos de todo lo superfluo", es decir, elaborar productos sin cajas, en envases sencillos y ponerlo todo en el producto, como si de un medicamento se tratara. Lo importante es ahorrar gastos en el envase y centrarse en el contenido. 

Una marca con historia

En los años 50 Paquita Ors abrió una farmacia en Valencia, en un barrio humilde de campesinos y gente que trabajaba en los astilleros. Preocupada por los problemas de manos de estos, empezó a elaborar cremas para mejorar la calidad de vida de sus clientes. Al casarse con su marido, Paquita se mudó a Zaragoza, donde continuó elaborando cremas, esta vez para ella, para frenar los efectos del clima aragonés, tan distinto al valenciano.

Años después, al terminar Jerónimo la carrera de Farmacia, madre e hijo empezaron a elaborar nuevas cremas que causaron sensación. Debido a su éxito decidieron abrir su primera tienda en Zaragoza, a la que rápidamente empezaron a llegar clientes de todas partes, que se habían enterado de su eficacia a través del boca a boca.

En la actualidad Paquita Ors cuenta con varias tiendas en Madrid, Valencia, Barcelona y Zaragoza, tres ciudades muy ligadas a la marca, y en las que se pueden encontrar todos los productos de la firma: cremas, champús, maquillaje, perfumes, vitaminas, etc.

La cosmética es, sin duda alguna, uno de los campos en los que las mujeres más dinero gastan: cremas anti estrías, anti arrugas, hidratantes, anti ojeras... todo lo necesario para frenar los temidos signos del paso del tiempo. Señoras de la alta sociedad acuden a tiendas exclusivas, de elevados precios y nombres extranjeros, mientras que las de clases más bajas se conforman con productos más asequibles, de menor fama y en su mayoría menos efectivos. Pese a este estereotipo, en el mundo de la cosmética la calidad no siempre está reñida con el precio, algo que permite en ocasiones que criadas y señoras sean adictas a las mismas cremas.