Furoshiki o el arte de envolver los regalos

Duran apenas unos segundos, sin embargo los envoltorios son una parte fundamental de los regalos. Además de ocultar el presente, sirven para decorarlo y mejorar su aspecto ante los ojos de la persona que lo va a recibir. Para todos aquellos que quieren sorprender a los suyos estas fechas con unos envoltorios únicos, el furoshiki puede ser una buena opción.

El furoshiki es una técnica japonesa en la que se utilizan telas con colores llamativos para envolver todo tipo de objetos. Se trata de un verdadero arte, ya que no todo el mundo es capaz de conseguir tan llamativos envoltorios.

Según cuentan en el país nipón, la aparición del furoshiki data del período Muromachi (entre los años 1392 a 1573). Por aquel entonces, los ciudadanos lo usaban para envolver sus ropas en los baños públicos de inmersión. Tras la Segunda Guerra Mundial, este arte cayó en desuso con la llegada de las bolsas de plástico, relegando la técnica a las zonas más humildes del país.

Sin embargo, más de medio siglo después y para reducir el consumo de bolsas, el ministerio de Medio Ambiente japonés, en colaboración con varias asociaciones ecologistas, ha vuelto a apostar por este arte milenario. Solo basta con echarle un vistazo a la red para ver la cantidad de tutoriales que existen: cómo envolver un libro, cómo envolver una botella, cómo envolver un peluche; todo es posible.

Los furoshikis actuales pueden ser realizados con diferentes tipos de tela, desde la seda, hasta el algodón, pasando por el nylon. Suelen estar decorados de motivos tradicionales nipones y miden entre 45 y 120 cm.