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Roscones de Reyes parar sibaritas
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GASTRONOMÍA

Roscones de Reyes parar sibaritas

Los Reyes traen este año roscones con nuevas texturas y sabores rellenos de yogur con cerezas amarenas, pasta de cava o crema de café irlandés, entre

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Roscones de Reyes parar sibaritas

Los Reyes traen este año roscones con nuevas texturas y sabores rellenos de yogur con cerezas amarenas, pasta de cava o crema de café irlandés, entre otras delicias, que convivirán con el clásico pastel seco cubierto de almendras y azúcar, que sigue siendo la estrella de la noche más mágica del año.

A la tradicional receta de harina, mantequilla, azúcar, ralladura de limón y naranja, agua de azahar, ron y levadura, algunos pasteleros han decidido añadir ingredientes como los petazetas o un almíbar de café con whisky de malta de 12 años para "darle una segunda sorpresa al roscón".

Es el caso del maestro pastelero José Fernández, de la madrileña pastelería Nunos, que el año pasado vendió 12.000 roscones entre el 2 y 6 de enero y cuyas creaciones han ganado durante dos años consecutivos el concurso al Mejor Roscón de Reyes de Madrid.

"El público purista siempre lo va a consumir sin ningún relleno, con toda su fruta, almendra y azúcar, pero considero que se pueden hacer más divertidas las reuniones familiares si se le da al roscón nuevos sabores sin perder la tradición", ha señalado Fernández.

Este año ha creado diferentes versiones del clásico roscón, entre las que destaca el "RoscoBombón", relleno de crema de frambuesa, bañado en cacao y cubierto de "perlitas crujientes de chocolate".

"Hemos querido simular el tigretón, un postre que todos hemos comido de pequeños", ha precisado Fernández.

Según el pastelero, al roscón le va muy bien el cava, que a su vez combina con las fresas, por lo que ha creado una variedad rellena de una muselina de la bebida catalana con crujientes de fresa y a la que, para simular las burbujas del cava, ha añadido "petazetas", una caramelo carbonatado que al introducirlo en la boca y al entrar en contacto con la saliva "explota".

El roscón de café irlandés, el de cinco texturas de chocolate o el de crema de almendras marconas con sorpresa de naranjas al Cointreau son otras propuestas que buscarán hacerse con el galardón a Mejor Roscón de Madrid.

Sin embargo y pese a su originalidad, estas recetas novedosas no consiguen desbancar al tradicional roscón sin relleno, lo que explica que en algunos hornos de siempre se resistan a innovar.

Es el caso de la Antigua Pastelería del Pozo, que abrió sus puertas en 1830 en un pequeño callejón del viejo Madrid a pocos pasos de la Puerta del Sol, y donde el roscón se hace sin relleno y sin fruta por encima porque "aunque queda muy bonita la gente la quita".

"Sólo lo hacemos seco porque consideramos que el buen sabor del roscón tiene que apreciarse en la masa, no en el relleno", ha señalado el maestro pastelero Ángel Villamil, que lleva 40 años trabajando en esta pastelería.

Durante todo este tiempo ha elaborado roscones siguiendo la misma receta y pasos que antaño.

Villamil ha explicado que tras mezclar los ingredientes, la masa se pesa y se divide en porciones, estas se golpean contra la mesa para quitarles el aire (proceso que se denomina heñir) y se les da la forma de roscón haciendo el agujero en el centro.

Posteriormente se esconde la figurita y se deja reposar en caliente para que la levadura fermente, tras lo que se baña de huevo y se rocía con azúcar y almendra antes de meterlo al horno a 220 grados entre 10 y 15 minutos dependiendo del tamaño.

Para Villamil el secreto del buen roscón está en la buena materia prima, la mezcla de harinas para "que suba" y "en el cariño que se le pone".

Tras sacarlo del horno y esperar a que se enfríe, solo queda probarlo y volver a degustar el característico sabor con el que cada año se pone el broche de oro a las fiestas navideñas.

Los Reyes traen este año roscones con nuevas texturas y sabores rellenos de yogur con cerezas amarenas, pasta de cava o crema de café irlandés, entre otras delicias, que convivirán con el clásico pastel seco cubierto de almendras y azúcar, que sigue siendo la estrella de la noche más mágica del año.