Del caballo al asfalto: las botas de montar se personalizan

Pese a tratarse de un complemento del mundo de la equitación, con el paso del tiempo las botas de montar a caballo han abandonado los hipódromos para salir a la calle y convertirse en uno de los zapatos más buscados por las fashion victims. Siguiendo la estela de grandes firmas como Gucci, Prada o Dior, la española Teresa Margo ha contribuido a la popularización de las botas de montar gracias a sus originales modelos. Atrás quedaron los aburridos diseños de antaño. Ahora se llevan divertidas combinaciones que han conseguido deshacerse de los viejos estribos.

Las botas constituyen uno de los complementos más vistosos dentro de la equipación de las amazonas. Además de facilitar la monta del caballo, este calzado de caña alta y porte señorial dota a la pierna de una elegancia natural, estilizando al máximo la figura de quien la lleva.

Consciente de la belleza de este calzado, Teresa empezó a diseñar elegantes botas que iba vendiendo a amazonas por diferentes concursos hípicos. “Quería hacer algo que uniera mis dos pasiones, la moda y la equitación. Pensé en las botas porque son un producto atemporal que me podía permitir arrancar este negocio”, explica la joven diseñadora.

Poco a poco los encargos fueron aumentando entre españoles, daneses, ingleses y holandeses,  gracias a calidad de los materiales. El salto del hipódromo a la calle no se hizo esperar. Amigas y familiares empezaron a usar sus zapatos a diario y el 'boca a boca' hizo el resto.

Esta creadora de origen burgalés y formada en París y Nueva York propone divertidas piezas hechas a medida en tonos inusuales: rojo, verde manzana, morado... El cliente puede elegir, además del color exterior de la bota, el del forro interior, consiguiendo así un complemento totalmente personalizado.

Famosas como la modelo Eugenia Silva se han enamorado ya de estos cuidados diseños que constituyen el complemento perfecto tanto para faldas como para pantalones. “A Eugenia no le costó elegir. Al ser una chica alta y morena vimos que le quedarían genial unas botas rojas con cordones”.

Teresa Margo cuida al detalle cada una de las etapas en la creación de las botas. “Acudo hasta a seis talleres diferentes, en pueblos distintos”. Primero se  hace el patrón con los cartones; después se borda y se cose; tras esta etapa, hay que poner las plantillas y la suela y finalmente se lleva a cabo el montaje final.

¿La ventaja de sus productos? Contrariamente a firmas como Hermés, que elaboran botas a medida, los precios y plazos de Teresa resultan mucho más provechosas, tanto para los aficionados a la hípica como para los amantes de la moda.