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Los guapos discriminados de las pasarelas
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Los guapos discriminados de las pasarelas

Ni los mismos sueldos, ni el mismo reconocimiento, ni los mismos cachés. Son guapos, sus rostros protagonizan campañas publicitarias millonarias, trabajan para firmas de lujo y

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Los guapos discriminados de las pasarelas

Ni los mismos sueldos, ni el mismo reconocimiento, ni los mismos cachés. Son guapos, sus rostros protagonizan campañas publicitarias millonarias, trabajan para firmas de lujo y los diseñadores se los rifan. Sin embargo, pocos son los que conocen los nombres de estos modelos masculinos; chicos de físicos perfectos que siguen ocupando un segundo plano, en un mundo, el de la moda, dominado por ellas.

“Se le da menos importancia a los modelos masculinos porque las mujeres son las principales consumidoras de moda. Pero cada vez hay más moda de hombre, y se nos reconoce más nuestro trabajo”, explica Antonio Navas, uno de los tops españoles más importantes del momento. 

Este joven, nacido en Barcelona, es precisamente uno de los nombres que más están sonando a nivel internacional. Gracias a su 1,88 metros de estatura, su expresiva mirada y sus marcados rasgos latinos, firmas como Dolce Gabbana, Guess, Dior, Jean Pual Gaultier, Thierry Mugler o Giorgio Armani cuentan con sus servicios desde hace varios años. A sus 23 años, Antonio Navas ha conseguido lo que pocos han alcanzado en su profesión, el mismo nivel de popularidad que las tops femeninas. 

Estos últimos años, los responsables de agencias de modelos han notado un importante cambio, que deja ver el creciente interés de las firmas y los diseñadores por los maniquís masculinos. “Ha habido una gran evolución en el sector de la moda masculina, sobre todo porque han aparecido más productos para el hombre, artículos de belleza, complementos, etc. Un ejemplo sería la campaña protagonizada por Andrés Velencoso para la empresa del sector cosmético Germaine de Capuccin”, explica Eduardo Sayas, fundador de Sight Management y representante de tops como Jon Kortajarena, Andrés Velencoso, Oriol Elcacho, Antonio Navas o Tyson Ballou.

Aun así, llegar a alcanzar la fama de mujeres como Kate Moss o Giselle Bunchen es una tarea complicada. “Las modelos siempre son más conocidas, es injusto; aquí somos todos iguales. Es algo que viene de hace tiempo. A ver si un día me hacen una entrevista y puedo decir lo contrario”, explica Guillermo García, ganador del certamen Míster España 2009.

Pese a reconocer la diferencia que existe en su profesión entre hombres y mujeres, Joan Pedrola entiende que se trata de una época de transición, y que la igualdad es una cuestión de tiempo: “El mundo de la moda siempre ha venido más referido a las chicas. Nosotros hace relativamente poco que empezamos a trabajar en esto. La mujer siempre ha sido más característica y por eso se le da más importancia”.

Además de las diferencias de popularidad, algunos modelos hablan también de desigualdades salariales, un punto difícil de cuantificar, como bien explica Esther, responsable de Esma Proyectos. “Es complicado hablar de cachés. Puede parecer que las modelos ganan más dinero que ellos durante una Fashion Week,  pero realmente es porque participan en más desfiles. Pero por lo general se puede decir que los chicos con mayor caché han alcanzado en la actualidad cifras que parecían reservadas a ellas”.

Inconvenientes, pero también ventajas

Estas diferencias entre sexos pueden convertirse también en un punto a su favor. Al haber pocos modelos masculinos, a la hora de trabajar, todo resulta más fácil para ellos.  “Nos miman mucho.  No hay tantos chicos como chicas, por lo que es más fácil encontrar trabajo. En el mundo de las modelos hay mucha competencia”, explica Joan Pedrola. 

De igual modo, el sector masculino es más flexible ante el prototipo de chicos que busca, contrariamente a lo que sucede con ellas. “Es más fácil para nosotros, porque buscan varios tipos de modelos, cada uno su estilo: los hay más grandes, más pequeños, más musculados, menos, etc. No es como las chicas que solo hay un canon y ya está. En los chicos es más variado”, confiesa Antonio Navas.

De hecho, el top canadiense de origen asiático, David Chiang, reconoce que su puesta a punto antes de un trabajo es muy simple: “Me limito a comer bien: frutas, verduras, mucho pescado y muy poca carne. En cuanto al ejercicio, estoy apuntado al gimnasio, pero voy poco. Tengo la tarjeta solo para sentirme bien. Lo único que hago es ir una vez por semana a correr al parque”.

La competencia andrógina

Además de tener que enfrentarse a la competencia femenina, cada vez más, los modelos masculinos ven a los chicos andróginos, hombres con rasgos de mujer, protagonizar campañas publicitarias, hasta ahora reservadas a ellos.

“Si a la gente le gusta este estilo, me parece bien. A mí me gustan las mujeres y no me siento identificado con ellos. Pero lo respeto”, explica Antonio Navas. 

Y es que, parece que entre el sector masculino, no termina de convencer este nuevo tipo de físico. “Si te soy sincero, no soy partidario, pero es lo que se lleva ahora. Yo prefiero lo que demandan los diseñadores en España, un hombre más elegante, más estilizado, no muy musculado, pero sin llegar a los rasgos de mujer”, explica Alberto Rubio.

Aun así, saben que se trata de algo pasajero, que llegó de la mano de Andrej Pejic y Jean Paul Gaultier, y que no tardará en irse. “Es una moda, y como todas las modas, va a pasar”, concluye Joan Pedrola.

Ni los mismos sueldos, ni el mismo reconocimiento, ni los mismos cachés. Son guapos, sus rostros protagonizan campañas publicitarias millonarias, trabajan para firmas de lujo y los diseñadores se los rifan. Sin embargo, pocos son los que conocen los nombres de estos modelos masculinos; chicos de físicos perfectos que siguen ocupando un segundo plano, en un mundo, el de la moda, dominado por ellas.