Dubái, un lugar donde tangas y burkinis viven en armonía

Dubái es una ciudad de contrastes. Mientras mujeres pasean en abayas, vestidas de negro, de los pies a la cabeza, otras se dejan ver con estilismos que bien podrían salir de la mismísima Quinta Avenida de Nueva York. Así es este pequeño emirato del Golfo pérsico, un lugar donde las últimas tendencias de occidente se mezclan con las indumentarias tradicionales de las locales.

Desde que se descubriera hace un par de décadas el petróleo en Dubái, su población ha aumentado considerablemente gracias a la llegada de los llamados “expats” (expatriados), extranjeros venidos de diferentes partes del mundo que han encontrado en este emirato una fuente interesante de ingresos. Con la afluencia de estos nuevos habitantes, que a día de hoy representan el 80 por ciento de la población total, llamativas formas de interpretar la moda han surgido, creando una mezcla única de tendencias que hacen las delicias de los turistas.

Los famosos Malls de Dubái son quizás el mejor lugar para comprobar cómo conviven diferentes estilos. Babuchas y abayas se cruzan en los pasillos de estos enormes centros comerciales con minifaldas y escotes occidentales, sin que nadie se ofenda o escandalice. De igual modo, resulta llamativo el contraste de las playas dubaitís donde chicas en tanga y topless comparten baños con otras en burkini, un traje de baño que les tapa de los pies a la cabeza; una estampa que muchos turistas intentan captar, pese a estar prohibido fotografiar a las locales.

Contrariamente a otros lugares de la zona del Golfo pérsico, las mujeres occidentales no tienen problema a la hora de elegir su ropa en Dubái. “Puedes ir como vas en España, pero tienes que tener en cuenta que no puedes ir con una mini-mini falda. Puedes ir con las piernas destapadas, pero no provocando, incluso con tirantes. En Ramadán hay que tener más cuidado, la gente está más sensible, no comen en todo el día, no beben, no fuman, y cada cosita que haces les sienta mal. Hay que cuidar más la ropa esos días”, explica una de las españolas afincadas en el emirato árabe.

“Con taparte los hombros, usar unos shorts un poco más largos, tres dedos por encima de la rodilla, vas bien. Hay gente que en vez de shorts lleva maxi vestidos que también son muy fresquitos, hace mucho calor y ayudan mucho”, añade esta. 

Marcas internacionales

Las mujeres que viven en Dubái tienen a su disposición una gran variedad de tiendas, desde las famosas low cost de Zara, Mango o H&M, hasta lujosas firmas como Chanel o Dior, pasando por boutiques de prendas tradicionales. 

Al igual que en el resto del mundo, Zara cuenta con varias tiendas en Dubái, una ciudad donde tiene una importante clientela, y donde intenta enviar las mismas prendas que podría vender en España. Aun así, y pese a que los responsables del grupo Inditex insisten en explicar que no hacen ningún tipo de diferenciación a la hora seleccionar la ropa de este emirato, lo cierto es que, las expatriadas españolas sí perciben algunas variedades: “Hay más cosas cursis que en España, con más brillos, y prendas algo más tapadas, más large, como vestidos oversize”. 

De igual modo la firma británica Top Shop  una de las más importantes en Inglaterra, procura enviar prendas variadas que encajen con los diferentes estilos de las mujeres que viven en Dubái. “Tenemos clientas inglesas, australianas, británicas, jordanas, libanesas y también algunas locales. Aún así, Top Shop hace una selección de las prendas que quiere enviar. Evitan los símbolos, las cruces, las calaveras, o las cabezas de cerdo, pues son cosas que no funcionan y pueden ofender”, explica Monique, responsable de la tienda Top Shop del Mall of The Emirates.

Abayas que esconden marcas de súper lujo

El aspecto austero que pueden dar las abayas, choca con la realidad que esconden. Debajo de esta túnica negra se esconden prendas exclusivas de las mejores firmas del mundo: Chanel, Gucci, Dolce & Gabbana, Fendi, Armani. Y es que, pese a tener que ir tapadas por la calle, el lujo es uno de los mayores vicios de estas mujeres que cuidan cada detalle de sus estilismos. “Al tener que taparse, se sienten bien llevando súper bolsos y prendas de lujo. Louis Vuitton es la más popular, pero también les gusta mucho Hermès o Carolina Herrera. De hecho, muchos de los pañuelos que llevan son de grandes firmas como Salvatore Ferragamo, Gucci o Fendi”, comenta una empleada del Hotel Hyatt. 

Puede que a simple vista todas las abayas parezcan iguales, pero lo cierto es que existe un gran abanico de variedad tanto en los diseños como en sus precios. Cada vez más mujeres optan por decorar sus vestimentas tradicionales con pequeños cristales de Swarovski, diamantes o bordados de oro que pueden incrementar el precio de esta prenda hasta alcanzar los 20.000 euros. “Es una forma de expresarse y de diferenciarse”, comenta una expatriada de Singapur.

Al igual que la ropa, los productos de belleza tienen mucha importancia para estas mujeres que, rara vez se lavan en pelo en casa, convirtiéndose en consumidoras habituales de los salones de peluquería de los hoteles más exclusivos de la ciudad. De igual modo, el maquillaje resulta importante para unas mujeres que apuestan por los tonos estridentes y llamativos y que cada vez más recurren a la cirugía estética para corregir sus prominentes tabiques nasales.