Las mujeres salen del tabú y entran en la tienda erótica

El sexo ha sido siempre un negocio que vende, pero nunca estuvo tan de moda como ahora. En un momento en que la última sensación literaria mundial, Cincuenta sombras de Grey, ha conquistado a millones de lectores a base de pornografía 'suave', que las tiendas eróticas ganan visitas gracias al cambio de mentalidad y de imagen, y las reuniones de tupper sex son citas más que habituales, podemos decir que la sexualidad está en boga entre las féminas.

Hablar de sexo es señal de buena salud en una relación de pareja. Eso lo aprendimos de las chicas de Sex and The City. Y así lo cree también la cadena de tiendas erótica SexPlace, que acaba de elaborar un discreto informe que, más allá de recoger las claves del éxito que está cosechando su franquicia, destaca las principales razones por las cuales el erotismo ha dejado de ser un tabú para convertirse, poco a poco, en una tendencia seguida muy de cerca por el sector femenino. Según sus datos, más del 60% de sus clientes son mujeres, y del 40% de los hombres más de la mitad compran productos para ellas.

La incorporación de artículos sensuales para dos, como los juegos de mesa, y el creciente gusto por la lencería especializada, la literatura erótica o los aceites para masajes, han permitido la integración definitiva de nuevos elementos, y han aportado aire fresco a este tipo de establecimientos. Pero si algo llama la atención es que actualmente muchas de las tiendas eróticas están regentadas o dirigidas por mujeres, lo que refuerza la idea de que su apertura al público femenino ha permitido reflotar el sector.

Desde hace algún tiempo ellas dictan las normas escribiendo libros de sexo, vistiendo lencería de alta costura de firmas como Agent Provocateur, recién llegada a España, y adquiriendo cosméticos específicos para el cuerpo femenino como los de La Mela di Eva, que aumentan la sensualidad, el deseo del juego y la curiosidad de la experimentación para obtener nuevos y más intensos placeres.

Cambio de imagen y productos pensados para ellas

Lejos de los tradicionales locales con luces de neón y sin cristaleras, las nuevas tiendas de productos eróticos no se esconden. Muestran con grandes escaparates todos sus productos sin que ello sea desagradable para el público. Mónica Vázquez, que acaba de crear su propio autoempleo para salir del paro, con una nueva tienda SexPlace en Valladolid explica: "Lo que destaco del concepto es que la gente ve que es una tienda como cualquier otra, que no les da ningún tipo de vergüenza entrar. Es un lugar en el que se sienten a gusto". Por su parte, a Elvira López, otra de las franquiciadas que se ha decidido a montar el negocio en Valencia, lo que le llamó la atención desde el principio fue "el hecho de que la oferta se amplíe a un mayor número de clientes potenciales, como es el público femenino, y que se trate de una tienda en la que cualquier persona pueda estar sin pudor".

Definitivamente, se acabó eso de recluir en callejones estos comercios y esconderse para que no nos vean dentro. La mayoría de los mismos ya no son meros sex shops, sino sofisticadas tiendas eróticas. "Gran parte del cambio de nuestro tipo de clientes se debe a que la propuesta de negocio ha evolucionado", explican a Vanitatis desde La Juguetería, pionera en introducir el concepto de 'boutique erótica' en nuestro país. "Las mujeres ahora estamos más abiertas a las fantasías eróticas, en parte porque los sex shops de siempre, con cabinas y todo eso, han pasado a ser tiendas muy cuidadas, con productos divertidos pensados para el disfrute en pareja".

Teniendo en cuenta que hace 10 años todos los artículos que se encontraban en estos establecimientos estaban enfocados principalmente hacia los hombres, este cambio supone un dato muy significativo en lo que respecta al crecimiento del sector.