Es noticia
Menú
De las burlas a la admiración: los franceses se rinden ante los diseños de los creadores belgas
  1. Estilo
moda

De las burlas a la admiración: los franceses se rinden ante los diseños de los creadores belgas

Además de ser el país de Tintín, los gofres y los mejillones,  Bélgica se ha convertido en estos años, en la cuna de importantes creadores de

Foto: De las burlas a la admiración: los franceses se rinden ante los diseños de los creadores belgas
De las burlas a la admiración: los franceses se rinden ante los diseños de los creadores belgas

Además de ser el país de Tintín, los gofres y los mejillones,  Bélgica se ha convertido en estos años, en la cuna de importantes creadores de moda de reconocido prestigio internacional, que están imponiendo su estilo en las grandes escuelas de diseño de todo el mundo. Atrás quedaron los años en los que Francia se mofaba de los belgas, considerándolos sus vecinos “paletos”. Ahora son ellos los que pisan fuerte en la pasarela parisina,  robando el protagonismo a los creadores locales. 

Ni París ni Londres dictaban ya las tendencias. El nuevo referente entre los apasionados de la moda es Bélgica, un “petit pays” que ha dado estos últimos años varios nombres de modistos y que parece va a seguir aumentando su número, gracias a la calidad de sus propuestas. 

Después de Madrid, Nueva York, Londres y Milán, esta semana le llegó el turno a París, la última gran cita del circuito internacional. En esta edición, en la que se están presentando las propuestas para la próxima primavera-verano 2013, ha resultado llamativa la fuerte presencia de creadores belgas sobre las tablas, un número que año tras año cobra mayor importancia y que empuja a muchos estudiantes a dirigirse hacia Bélgica para empezar su formación en centros como La Cambre de Bruselas o el FFI de Amberes. 

Además de los nombres que se dieron a conocer en los años 80 y 90 como Ann Demeulemeester, Dries Van Noten, Martin Margiela y Véronique Leroy, en esta ocasión, los veteranos han compartido pasarela con jóvenes compatriotas, que rondan la treintena y que están revolucionando el mundo del diseño. Jean-Paul Lespagnard, Véronique Branquinho, Cédric Charlier y Anthony Vaccarello son algunos de estos artistas que han llegado a la pasarela francesa desde el otro lado de la frontera. 

Jóvenes apuestas made in Belgium

Jean-Paul Lespagnard es uno de los creadores belgas que más está sonando en esta edición de la pasarela parisina. Muchos comparan su estilo al del genio francés, Jean Paul Gaultier, algo que también ha observado la redactora del New York Times, Suzy Menkes, gurú de la moda en los Estados Unidos que quedó maravillada con sus propuestas, durante la primera jornada de desfiles. 

Véronique Branquinho es otra de las jóvenes que más está gustando en la capital francesa, gracias a su firma homónima fundada en 1997 y en la que predomina la seña vanguardista de la escuela de Amberes.

Otro de los nombres que más está apareciendo en los medios, es el de Anthony Vaccarello, quien se formó en la casa Fendi, tras ser fichado por el propio Karl Lagerfeld, donde desarrolló su carrera. El hecho de ser galardonado en 2011 con el ANDAM Fashion Award de París le ha permitido que numerosas publicaciones de moda se interesen por sus modelos, como por ejemplo la revista Harpers Baazar, quien usó uno de sus diseños en un pasado con Gwyneh Paltrow.

Junto a todos ellos, Cédric Charlier, antiguo director artístico de Cacharel, también entra dentro de este grupo de belgas que han conseguido el apoyo de uno de los públicos más exigentes del mundo.

Si hablamos de los creadores belgas en París, no hay que olvidar a Raf Simons, quien fue nombrado recientemente director artístico de Dior gracias a su estilo minimalista y de aires clásicos, algo que necesitaba recuperar la casa francesa tras la partida de Galliano y que presentó sus nuevas creaciones el pasado viernes.

Además de ser el país de Tintín, los gofres y los mejillones,  Bélgica se ha convertido en estos años, en la cuna de importantes creadores de moda de reconocido prestigio internacional, que están imponiendo su estilo en las grandes escuelas de diseño de todo el mundo. Atrás quedaron los años en los que Francia se mofaba de los belgas, considerándolos sus vecinos “paletos”. Ahora son ellos los que pisan fuerte en la pasarela parisina,  robando el protagonismo a los creadores locales.