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Ahorrar en crisis: customización y arreglos de ropa
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Ahorrar en crisis: customización y arreglos de ropa

Hace algunos años, cuando se nos rompía la cremallera de algún vaquero o teníamos un roto en cualquier prenda de vestir, la tirábamos o le dábamos

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Ahorrar en crisis: customización y arreglos de ropa

Hace algunos años, cuando se nos rompía la cremallera de algún vaquero o teníamos un roto en cualquier prenda de vestir, la tirábamos o le dábamos otro uso totalmente diferente. Sin embargo, con la crisis económica son muchos los que están optando por realizar ellos mismos sus arreglos o llevar la ropa a tiendas especializadas para que les den una segunda oportunidad dentro del armario.

En apenas cuatros años, el número de negocios dedicados a los arreglos de todo tipo de prendas ha aumentado e, incluso, el trabajo de los negocios ya existentes se ha incrementado un 20%. Deshacerse de las ya pasadas hombreras, cambiar las solapas, ensanchar la cinturilla y los pantalones o acortar alguna falda son los servicios más demandados. "Cada vez se nota más que la gente prefiere reutilizar su ropa a ir  a comprarlas", afirma una de las empleadas de Cheska Arreglos, una de las nuevas tiendas que se han abierto en Madrid.

Cuando la necesidad aprieta, el ingenio sale a luz. Y más cuando se refiere al fondo de armario y al deseo de renovarlo o de volver a utilizar antiguos clásicos que creíamos olvidados. En esto consiste la customización o la transformación de prendas que apenas utilizamos, ya sea porque no nos valen o que porque ya están pasadas de moda.

Gracias a la proliferación de blogs de moda de gente anónima, y de algún que otro famoso, podemos hacernos una idea de cuáles son las tendencias del momento.

No hace falta ser un experto con la máquina de coser y los alfileres, algunas transformaciones son fáciles: desde cambiar los botones de una chaqueta o un abrigo hasta diseñar un sencillo broche con fieltro. La creatividad es un punto importante que ayuda a diferenciar una prenda de otra aunque ambas se hayan comprado en el mismo sitio. Si eres de esas personas cuya creatividad está bajo mínimos, lo mejor es abrir el armario de las madres y abuelas de la familia o acercarse a algunas de las tiendas vintage que hay en las grandes ciudades. A partir de ahí, solo hay que coger ideas y dar rienda suelta a la imaginación y arriesgar.

Hace algunos años, cuando se nos rompía la cremallera de algún vaquero o teníamos un roto en cualquier prenda de vestir, la tirábamos o le dábamos otro uso totalmente diferente. Sin embargo, con la crisis económica son muchos los que están optando por realizar ellos mismos sus arreglos o llevar la ropa a tiendas especializadas para que les den una segunda oportunidad dentro del armario.