Espíritu bohemio y prendas muy apetecibles durante la cuarta jornada de MBFW Madrid

La gran cita con la moda española toca a su fin. Mañana viernes la pasarela de EGO pondrá el broche de oro a una semana en la que hemos podido conocer lo que se llevará el próximo otoño-invierno de manos de nuestros diseñadores. Hoy, Sita Murt ha inaugurado la jornada con un desfile de prendas muy apetecibles y fáciles de llevar. Piezas de punto combinadas con pantalones pitillo, sweaters y cardigans de corte masculino, faldas y vestidos de lana con aires tribales en tonos berenjenas y grises... El contraste perfecto.

La diseñadora nos propone un viaje hacia la esencia del punto, un trayecto donde se consigue un look fresco y sugerente a través de esta técnica que es ADN de la firma desde que nació en 1.924. Las materias cálidas y naturales se combinan con sofisticados colores que juegan con texturas, trenzas y aranes. Todo ello presentado en una nueva paleta de colores basada en tres gamas clave: el camouflage como nuevo neutro con toques dorados que le aportan sofisticación a las prendas, el venise, un suntuoso burdeos, y el blue violette, una tonalidad vibrante que destaca del resto de propuestas de color.

Por su parte, TCN también ha subido la funcionalidad a la pasarela. La diseñora Totón Comella ha presentado una colección que trae aires nuevos a Cibeles, sin dejar atrás su preocupación por vestir a una mujer moderna, completamente libre y con ese romanticismo que siempre le ha caracterizado. Así, hemos podido ver sugerentes combinaciones de encaje y seda, y jerseys amplios y chaquetas de punto de rayas, complementados con boinas de angora de todos los colores. Propuestas muy ‘ponibles’ basadas en el “Mix and Match” que da nombre a la colección.

Espíritu libre y el aire bohemio, siluetas roqueras y aires femeninos, son la apuesta para la mujer TCN de esta temporada. Todo ello en medio de una atmósfera nostálgica y vintage coloreada de negros, plata vieja, maquillajes… y para los complementos, mostazas, rojos, naranjas y nude. Entre los must encontramos el pantalón amplio combinado con la chaqueta, las chaquetas largas que contrastan con faldas cortas, sueltas, rematadas en puntilla y por encima de la rodilla y se complementan perfectamente con los blazer aterciopelados, y abrigos rectos que acaban de completar la figura.

Tarde de debuts

La pasarela Cibeles ha dado paso a dos debutantes a primera hora de la tarde. Etxebarría, que se estrena en MBFW Madrid tras su éxito en las pasadas ediciones de EGO, abrigaba a sus modelos con acogedoras pieles, pelo y lana nada más comer. El famoso modelo albino Shaun Ross no quiso perderse el desfile de su colega y lució dos impresionantes diseños del guipuzcoano.

Maniquíes con el pelo empolvado nos invitaron a un viaje por las prendas de abrigo a través de una completa colección de maxi chaquetones en tonos grises y marrones. Especial atención merece la línea de calzado. Espectaculares botas y botines de piel hechos en su propio taller.

Tras los tintes exóticos de Etxeberría, volvimos a dejarnos llevar por la elegancia tradicional en manos de Moisés Nieto, otro joven talento de nuestra moda que presenta por primera vez sus colecciones en la gran pasarela. Encajes, estampados parqué, zapatos acharolados y bisutería hecha en exclusiva para el desfile como piezas únicas, han sido las claves de su desfile. Una colección concebida para devolver a la vida materiales que pertenecieron a otras prendas. Lana, punto de viscosa, terciopelos de seda y de algodón en verde oliva, ocre, dorado o burdeos, que evocan más un otoño que un invierno y que se rinde ante una mujer estricta que cede paso a los volantes.  

María Escoté tomaba el relevo con vestidos ajustados con estampados, gorras y zapatos de salón. Miles de colores invadieron nuestras retinas y nos hipnotizaron. Pura pasión.

Trajes de chaqueta desestructurados, vestidos de seda estampados y tonos hueso, blanco y beige como contrapunto. Martín Lamothe presentó una preciosa colección complementada con gafas de sol y guantes formados por piezas mecanizadas de metal, madera y piel realizados en colaboración con el diseñador Iu Gironés. Su colección “Mechanics” humaniza la era industrial que de ser símbolo de progreso ha pasado a ser un concepto vintage frente al presente digital.

La cuarta jornada acabó con las nuevas colecciones de dos consolidados peleteros españoles. Pasado y modernidad se funden en la línea presentada por Miguel Marinero, que recupera la pureza de los maestros artesanos y nace de la inspiración de una naturaleza impetuosa y desbordante, como la de los cuadros de Turner, que nos transportan a los elegantes ambientes ecuestres con un sello de distinción urbana.

La música del desfile fue creada especialmente para acompañar a cada una de las prendas, y sobre la pasarela nos sorprendió ver a niños con sofisticados perros de raza. Colores del otoño bajo el azul del atardecer: linces, zorros, moutones, lapin con efecto camuflaje... Una audaz fusión de las pieles naturales con el tradicional Harris Tweed en cazadoras y trenchs de piel de cordero encerado, faldas y pantalones de cuero tratado envejecido, martas cibelinas reversibles que se mezclan con tweed, trincheras de cavallino y print de Gales. Prendas sofisticadas que marcan la cintura en las chaquetas sastres, y otras se despegan del cuerpo en forma de siluetas oversize, cálidas y resistentes.

Nada más terminar su desfile, un violín en directo amenizó la espera del siguiente, el de Jesús Lorenzo, encargado de poner fin a la penúltima jornada de MBFW Madrid.

La colección Otoño-Invierno 13/14 de Lorenzo se inspira en dos tendencias que darán mucho que hablar: el steampunk y el glam, dos referentes que se han colado con fuerza en disciplinas artísticas tan diversas como la literatura, la pintura, el diseño gráfico o la música. De la fusión de ambas, nace el Steam Glam, una propuesta única, made in Groenlandia, que sirve como hilo conductor para sus nuevas creaciones. La firma va este año un paso más en su compromiso por renovar el estilo de la moda en piel, dejando atrás los obsoletos cánones de la alta peletería.

Las pieles más exquisitas aparecen combinadas con textiles y en sorprendentes patchworks. Castor, racoon, visón o petitgris presentan novedosos tratamientos de color. Especial relevancia tiene la napa, con grabados de efecto animal y llamativos acabados. La paleta cromática de la colección se inspira en la estética Steam, con tonos que van del negro al burdeos pasando por los marrones y los metalizados. La nota de color la ponen los vivos tonos que vienen del Glam: verdes, azules y rojos.