La artesanía del cuero del Taller Puntera

Un taller de artesanía de cuero sólo puede perdurar si encuentra a alguien que aprecie una cierta forma de trabajar la calidad de los materiales y la singularidad de lo que producen. El Taller Puntera sobrevive en la madrileña plaza de Conde Barajas y se ha convertido en uno de esos lugares que son únicos de la capital.

Este lugar es al mismo tiempo taller y tienda de fabricación artesanal en el que casi todo lo hacen con cuero, salvo los zapatos. Aunque de momento no han organizado cursos, habrá que esperar hasta el mes de mayo para disfrutar de ellos.

Taller Puntera se inauguró hace cuatro años aunque lo que tiene de especial es que se trata de la continuación del taller que crearon Valentín y Manuel Alonso, padre y tío de Luis, el actual dueño, hace veinte años, y que estaba en la calle Cristo del barrio de Universidad.  De siempre, trabajaron con todo lo relacionado con la piel y el calzado pero no fue hasta unos años más tarde cuando comenzaron a acercarse formas más artesanales de fabricación. A partir de ahí, el taller fue cogiendo nombre y mejorando y ampliando los productos.

Luis aprendió de ellos y muchos de los artículos que produce son todavía diseños que Valentín y Manuel Alonso desarrollaron.

El taller ha ido creciendo gracias a los objetos únicos que fabrican gracias a su savoir faire. En el espacioso y diáfano taller hay seis personas trabajando y amplias estanterías y mesas donde siempre hay varias piezas a la venta. Si no encuentras lo que buscas es posible realizar encargos aunque siempre dentro de sus patrones y diseños propios. A partir de ahí, se admiten todas las variables posibles como el tipo de cuero y el color.

Al ser un trabajo 100% artesanal, con pieles artesanales, Luis siempre advierte de que cada pieza es diferente, por lo que los encargos son sin compromiso. “Nosotros cogemos el pedido y avisamos cuando está hecho -tardamos unas dos o tres semanas-, después cuando se viene a verlo puedes llevártelo o no, no hay problema. Lo que no se llevan lo ponemos en la estantería o en la mesa y ya se venderá”. Un taller de artesanía de cuero sólo puede perdurar si encuentra a alguien que aprecie una cierta forma de trabajar la calidad de los materiales y la singularidad de lo que producen. El Taller Puntera sobrevive en la madrileña plaza de Conde Barajas y se ha convertido en uno de esos lugares que son únicos de la capital.

Los precios de la marroquinería son razonables si atendemos a la enorme calidad del cuelo. Varían entre los 6 euros de un monedero sencillo hasta los 55 de cartera-billetera grande y completa. Entre esas cifras, hay tarjeteros por 11, 22 o 35 euros y carteras por 40 o 45 euros.