Andrés Gallardo, el artista de la porcelana rota

La cantante Lana del Rey quiso llevarse puesto el fabuloso collar con forma de pájaro con el que posó para la portada de la revista Smoda, y la presentadora Eva Hache mostró orgullosa su anillo de palomas, a juego con los pendientes, en la alfombra roja de la pasada edición de los Premios Goya. Hemos visto sus creaciones en revistas y photocalls, pero lo verdaderamente extraordinario de estas llamativas piezas de joyería es que se imaginan en un pequeño taller madrileño, donde dos jóvenes artesanos españoles trabajan para conceder una nueva y flamante vida a la porcelana rota.

'Broken Porcelain' es el concepto que mejor define las colecciones de la firma Andrés Gallardo. Todas sus piezas giran alrededor de viejas figuras de porcelana abandonadas a su suerte en rastrillos de todo el mundo. Unas veces deterioradas con un golpe certero pero a la vez improvisado, y otras pulidas y combinadas con metal y piel, que dan lugar a surrealistas gargantillas, anillos o pulseras.

Andrés Gallardo y su compañera Marina Casal estudiaron en la Escuela Superior de Diseño de Moda de Madrid y en el IED Madrid, respectivamente, y desarrollaron sus carreras profesionales como creativos en importantes marcas españolas como Don Algodón, Duyos, Bimba&Lola o Raasta. Al tiempo que trabajaba para estas marcas, Andrés creaba proyectos de tiradas limitadas bajo el nombre de 'A' que vendía, sobre todo, a amigos o encargos personales. Pero en 2010 se le ocurrió una nueva idea: piezas de bisutería creadas a partir del reciclaje de figuras de porcelana encontradas en mercados o anticuarios, rompiéndolas, repuliéndolas y combinándolas con otros materiales. De esta manera, consiguió desarrollar una primera tirada de joyas únicas que en muy poco tiempo se agotó y llamó la atención tanto de nuevos clientes como de la prensa especializada.

Orfebres modernos

"Todo empezó como un hobby. Andrés recogía muñecas de porcelana y otras piezas rotas del rastro y hacía collares básicos. Vimos que tenían éxito y en 2011 decidimos volcarnos de lleno en el proyecto y establecer la marca. Empezamos a buscar profesionales de este material en España y también en Portugal, para que nos enseñaran la técnica y nos ayudaran a confeccionar piezas más complejas", explica Marina a Vanitatis.

Aunque parezca mentira, ni Andrés ni Marina tenían por aquel entonces formación específica en joyería, lo que les llevó a experimentar más allá de los estándares, en un proceso muy artesanal, improvisado y meticuloso, que se sigue apreciando en cada una de una de sus creaciones. Todo surgió al experimentar con figuras de porcelana, destrozándolas y ensamblando unas con otras, dando lugar a extraños collages que más adelante se convertirían en maravillosas joyas engarzadas en cordones de piel o cadenas de latón bañado en oro.

De esta forma, recuperando técnicas tradicionales y utilizándolas para crear un producto de diseño contemporáneo, comenzaron juntos a desarrollar colecciones en producciones limitadas para responder a pedidos de importantes clientes a nivel nacional, como Pez en Madrid o Noventa Grados en San Sebastián, e internacional, como Tomorrowland y HP France en Japón, Anthropologie en EEUU o Liger en HK. Poco después, fueron seleccionados por la feria Premiere Classe Paris como una de las 'mejores nuevas propuestas' en joyería de moda. "Las ferias internacionales nos han dado el empujón que necesitábamos para continuar con este proyecto", añade la diseñadora.

Un imaginario común

En sus colecciones la inspiración se mezcla con la investigación y la documentación. Todo lo relacionado con el universo de la cerámica les fascina, desde las casas antiguas de porcelanas de todo el mundo hasta artistas contemporáneos que trabajan con este material, como Barnavy Barford.

Pero la verdadera esencia de sus piezas radica en unos ideales que ambos comparten: Russeau, Leos Carax, Otto Dix, geometría vs naturaleza, amor, melancolía, ironía, descontextualización, magia, lo frágil contra lo salvaje... y también la música, el cine o la danza.

*Las piezas de Andrés Gallardo se venden junto a marcas como Comme des Garçons, Margiela, Acne, Bernhard Willhelm, Anntian o Carven, y también a través de su tienda online. Los precios oscilan entre 80 euros las piezas más sencillas, hasta 500 las más complejas.