Es noticia
Menú
El lujo de dejarse guiar por un 'conseguidor' de sueños
  1. Estilo
ocio

El lujo de dejarse guiar por un 'conseguidor' de sueños

Entradas para una final deportiva, butacas para la gala de los Oscar, reserva para dos en el restaurante de moda, pases para ese concierto con el

Foto: El lujo de dejarse guiar por un 'conseguidor' de sueños
El lujo de dejarse guiar por un 'conseguidor' de sueños

Entradas para una final deportiva, butacas para la gala de los Oscar, reserva para dos en el restaurante de moda, pases para ese concierto con el aforo completo, una ruta exclusiva por Nueva York, un helicóptero privado... o una fastuosa cena de Navidad en casa sin mover un dedo. O en realidad sí, el imprescindible para marcar un número de teléfono o hacer click en Internet. En la era de los viajes personalizados, un nuevo servicio de 'concierge' le planta cara a la crisis con un único objetivo: satisfacer nuestros deseos.

Oscar Salmerón es uno de los 'conseguidores' que pueden presumir de tener el mejor trabajo del mundo. Viaja 250 días al año a lo largo y ancho del globo, probando, experimentando, conociendo, degustando lo mejor y más exquisito del planeta, para después compartirlo con los clientes que contraten sus servicios. Él representa la evolución lógica y del guía turístico de toda la vida, un cuaderno de bitácora 2.0 que, de alguna manera, podemos llevarnos en la maleta. "La diferencia con otras empresas que ofrecen 'conserjería' es que en nosotros disponemos de la información in situ, y después de haberla probado nosotros mismos. Somos 18 personas que viajamos continuamente por distintas partes del mundo y estamos al día de los eventos más importantes que ocurren a diario", explica a Vanitatis Salmerón. Se refiere a Attention to Details, una compañía escandinava con más de 20 años de experiencia en viajes que dispone de profesionales altamente cualificados para proporcionar un servicio discreto, exclusivo y personalizado, tanto para clientes privados como para empresas.

La filosofía de la empresa es cuidar el detalle, pues esa es la diferencia entre bueno y magnífico. Mientras el cliente disfruta de su estancia en cualquier lugar del mundo, el equipo trabaja para cubrir todas sus necesidades, ya sean eventos deportivos, culturales, restaurantes, traslados... Todos los servicios que precisen en su viaje. "Nosotros viajamos con ellos, pero siempre en un segundo plano. No estamos con los usuarios, pero revisamos que todo sale bien, pagamos facturas, cerramos tratos... Algo que tranquiliza mucho a la gente", afirma Oscar. "Hacemos que su estancia sea inolvidable a través de los pequeños detalles. Resolvemos, proponemos, solucionamos, buscamos cualquier cosa que necesite para que se limite a disfrutar de su tiempo sin preocupaciones", añade.

Un lujo al que, por increíble que parezca, todos podemos acceder. "La principal ventaja es que se trata del único servicio de este tipo del que cualquier persona puede beneficiarse sin tener que pagar una cuota anual por ser miembro. Tan solo se carga una pequeña comisión por servicio o reserva realizada". Según el 'concierge' español, los servicios de A2D no se limitan sólo a peticiones de lujo: " El cliente paga un plus por el 'paquete' de consejos y ayuda que le ofrecemos. Conseguir un helicóptero o un avión privado es relativamente sencillo con contactos. La verdadera ventaja es que por 200 euros más elevamos el nivel de un viaje cualquiera con acceso a conciertos, pases VIP para las discotecas de moda, visita a exposiciones punteras... Garantizamos una experiencia plena, pues lo difícil es acertar e ir a tiro hecho".

Fábrica de deseos

"La imaginación del consumidor es nuestro reto", prosigue Oscar Salmerón. "Nos encargamos de gestionar todas sus peticiones, por difíciles que puedan parecer". Desde organización de eventos y planificación de viajes a gestión del estilo de vida, pasando por todo tipo de opciones de placer y ocio. Así, a lo largo de su larga experiencia profesional, la compañía ha tenido que hacer frente a deseos de lo más curiosos. "En 2011, el presidente de un banco ruso nos solicitó que le organizáramos las navidades en Londres con un amigo y sus respectivas familias. Se le ofreció un servicio integral, es decir, búsqueda de vivienda, decoración navideña, catering con servicio durante la estancia, reservas en restaurantes y espectáculos, traslados, personal disponible 24 horas... ". En otra ocasión, cuenta, le tocó ejercer de 'canguro de lujo'. "Hemos llevado a un niño de Londres a Seychelles para que se reuniera con su madre. Ninguna agencia llega a tener tanta confianza con sus clientes".

Como cabe imaginar, en su cartera de clientes figuran numerosos rostros conocidos, gente con poder y bolsillos generosos de diferentes ámbitos profesionales, incluso casas reales. Pero ni todas las solicitudes son tan sofisticadas ni esta prestación es monopolio de ricos y famosos. Algunas demandas son meros caprichos de gente corriente. "En Nueva York, por ejemplo, hay millones de pizzerías, pero sólo tres en las que hagan masa fina. Esto es algo que poca gente conoce, y que se convierte en una información muy valiosa para determinados viajeros. Es un servicio muy selecto que engloba hasta el más mínimo detalle para que el cliente no tenga que preocuparse ni de pagar la cuenta del restaurante".

En la línea de personalización y exclusividad de la gestión de viajes, muchas agencias comienzan ya a sumarse a estos servicios de 'concierge'. La última en contratar la experiencia de Attention to Details en España ha sido El Corte Inglés. Ambas compañías han firmado un contrato de colaboración, convencidas de que en se puede aportar más valor y de que hay recorrido para fidelizar más y mejor a los parroquianos. "Es una asistencia que la gente aún no conoce bien y que va a costar establecer aquí, sobre todo con la crisis. Pero la confianza que ha depositado en nosotros El Corte Inglés ha sido un gran impulso. Al fin y al cabo son 8.000 empresas nuevas a las que atender a partir de ahora", termina Salmerón.

Entradas para una final deportiva, butacas para la gala de los Oscar, reserva para dos en el restaurante de moda, pases para ese concierto con el aforo completo, una ruta exclusiva por Nueva York, un helicóptero privado... o una fastuosa cena de Navidad en casa sin mover un dedo. O en realidad sí, el imprescindible para marcar un número de teléfono o hacer click en Internet. En la era de los viajes personalizados, un nuevo servicio de 'concierge' le planta cara a la crisis con un único objetivo: satisfacer nuestros deseos.