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Messina, el templo del 'quinto sabor'
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Messina, el templo del 'quinto sabor'

Sentarse a la mesa de Messina es toda una experiencia para los sentidos. La aventura comienza con los platos, limpias tablas de metacrilato cortadas con láser

Foto: Messina, el templo del 'quinto sabor'
Messina, el templo del 'quinto sabor'

Sentarse a la mesa de Messina es toda una experiencia para los sentidos. La aventura comienza con los platos, limpias tablas de metacrilato cortadas con láser exclusivamente para el restaurante, y continúa con un abanico de sabores y aromas desconocidos incluso para los gourmets más exquisitos. Una cocina marcada por la pureza y autenticidad de tres gastronomías (argentina, italiana y española), a la que la Guía Michelin parece haber echado el ojo.

Mauricio Giovanini define su trabajo como "emocional y evolutivo". Es una cocina que busca algo que está dentro del paladar, como comenta el propio chef: "No es suficiente que guste, hay que emocionar. Emocionar a la gente con la mejor técnica". Según muchos comensales, la particularidad de este cocinero es la de descubrir el 'quinto sabor' (junto con el dulce, ácido, amargo y salado), conocido como umami o gustoso.

Quizás el secreto radique en que el argentino aprendió primero el oficio de la repostería. Y es que de la magia de los postres derivan sus principales conceptos culinarios. Su arte en los fogones se disfruta, al igual que una caja de bombones, a partir de breves pero intensos bocados. Por eso, la mejor elección para 'bautizarse' en Messina es pedir elmenú degustación. A partir de ahí solo hay que dejarse llevar por sorpresas como la tapa de presa en orza, la gamba roja o el cuello de chivo lechal, pasando por el ceviche, la caballa y hasta llegar a la torrija thai. Imprescindible regar los platos con el vino blanco más típico de Argentina, el Etchart Privado, tan ligero y fácil de beber que conviene manejar con cuidado.

Los vinos nos los recomendará la mujer del chef Pia Ninci, Jefa de Sala y "su mejor fuente de inspiración y auténtica musa", quien con su savoir faire ha contribuido a que este restaurante marbellí se haya convertido en poco tiempo en uno de los más sugerentes, exquisitos y asombrosos del sur de España. Prueba decisiva de que el municipio malagueño es mucho más que sol, playa y chiringuitos.

El lema del chef define a la perfección su estilo de vida: “Nunca al trote, nunca al paso, siempre galopando”. Y también nos aproxima a su interpretación de la Alta Gastronomía. Llena de personalidad, la cocina de Mauricio refleja la actual cultura de la globalidad. De sus estudios profesionales salen a relucir sus orígenes italianos, reflejados en los suculentos platos que preparaba su abuela. A esto se añade, después, el conocimiento argentino. Giovanini es considerado uno de los mayores expertos y principal cocinero del chivo lechal malagueño, una de las razas más sabrosas de España. Maestría que atesoró en Argentina, donde el cabrito es el auténtico rey de la mesa.

Ya en España le ha marcado el afán inconformista e indagador del maestro Ferrán Adriá y la cocina de sus compañeros de viaje, fundamentalmente grandes cocineros andaluces como Diego del Río o José Carlos García. Una suculenta fusión de influencias, fronteras y sensaciones que no conviene perder de vista.

Messina
Avda. Severo Ochoa, 12 - Marbella, Málaga
Tel. 952 864 895

www.restaurantemessina.com

Sentarse a la mesa de Messina es toda una experiencia para los sentidos. La aventura comienza con los platos, limpias tablas de metacrilato cortadas con láser exclusivamente para el restaurante, y continúa con un abanico de sabores y aromas desconocidos incluso para los gourmets más exquisitos. Una cocina marcada por la pureza y autenticidad de tres gastronomías (argentina, italiana y española), a la que la Guía Michelin parece haber echado el ojo.