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¡Perdido en Madrid! Siete restaurantes muy distintos para elegir
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¡Perdido en Madrid! Siete restaurantes muy distintos para elegir

No hay dos bares iguales. Cada uno es un mundo y no solo entre fogones. La decoración manda. ¿La prefieres hipster, clásica, eco o más bien clásica?

Foto: Restaurante Tapa Tapa, en la calle Montera
Restaurante Tapa Tapa, en la calle Montera

No hay dos bares iguales. Cada uno es un mundo y no solo entre fogones. La decoración también manda, y mucho. ¿Te gusta entrar y sentir que estás pisando fuerte en tierra de chefs o eres de los que te puede lo último de loúltimoen cuestión de tendencias? Las barras se han puesto de moda y la cocina de mercado impera en nuestra gastronomía de mantel. Esta ruta empieza por las tapas en un bar trendy del Madrid de siempre y todavía, sigue con lospinchos, como si estuviéramosen lo viejo de Donosti, da un paso más hasta unabarra que rinde culto a la carne ycontinúa por una terraza asomada al esplendor de Chuecapara llegaraun lugar donde los celiacos y los veganos son igualmentebienvenidos. Yalcanzar tambiénunmultiespacio minimalista con dos olivos en el medioy un local british abierto a este cielo que es tan azul. Esto es a la carta: tienes siete restaurantes para elegir. Y todos recién llegados.

1.EL 'TRENDY': TAPA TAPA

La tapa es el misterio glorioso, y gozoso, de este local que acaba de irrumpir en el panorama gastronómico del más concurrido Madrid, la revitalizada calle Montera (número 47)allí donde se encuentra con la histórica Gran Vía. Y quien dice tapas dice montaditos, platillos y arroces, que se hacen acompañar de cañitas alemanas o de un vino como en la mejor de las tascas del suelo capitalino. ¿Quieres más? Jamón cortado a mano, las míticas bravas (patatas) y los gin-tonics que ya no pueden faltar. A la cocina en estos lares se la llama ‘non-stop’. ¿Y quién quiere parar? Has de saber que el Tapa Tapa es un espacio trendy con vocación multicultural y un tanto vintage (bombillas a la vista, baldosas por las paredes y murales). Aviso a navegantes: prontotendrá terraza.

NO DEJES DE PROBAR: el montadito de hummus con bacon crujiente y pimentón de la Vera, el tatin de alcachofa con queso taleggio, la "bomba atómica"(lo dicen ellos) para los osados o las tapas del mar que definitivamente te harán la boca agua: cucurucho de pescadito frito (¡ay, Cádiz!), tataki de atún rojo con salsa hoisin o las más familiares zamburiñas.

2. EL MINIMALISTA: ATACLUB

Un multiespacio con decoración minimalista que practica la muy laureadacocina mediterránea de temporada, aunque luegole ponen untoque asiático y peruano. Para despistar. El Ataclub ocupa, por cierto, el local donde estuvo elmítico LaNicolasa (C/Velázquez, 150). Tiene barra para el demandado (y muy ofertado)afterwork,dos reservados y dos olivos liofilizados presidiéndolo todo. Como si esto fuera el Partenón y estuviéramos en Atenas.

NO DEJES DE PROBAR: el rape al natural, el ceviche de vieiras, elsteak tartarde solomillo de buey. Y corona tu hazaña gastronómica con una tarta fina de manzana o uncrumblede mango con helado de yogur.

3. EL 'BRITISH': SKY MADRID

Lo deskyno es solo pura poesía, es que el restaurante en cuestióntiene un patio con una ventana abierta al cielo de Madrid que, como se sabe y como Sevilla, tiene un color especial: la contaminación hace eléctrico el azul (¿homenaje aKlein, el pintor?). Lo deSky Madrides cocina de mercado con ese aire vanguardista que está tan de moda.Unas propuestas que, por cierto,recuerdan los títulos de algunas novelas. ¿Un final? Los ravioli de coco con sopa de piña y menta. Esbritish, sí, pero con un guiño castizo: tienen en su oferta los churros Gregory’s, un saludo al bar de antes, el Gregory’s, que tomó el relevo del casi secular Parador de Velázquez. Después de todo, era verdad eso de "deMadrid al cielo".C/Velázquez, 31.

NO DEJES DE PROBAR: los platos de suCharcutería, como la mortadela de Bolonia trufada y mollete de tomate seco o el magret de pato curado con picos de pan, los bocadillos 'ilustrados'de calamares y el risotto de queso idiazábal ahumado con fardo de panceta ahumada y calamar.

4. EL DIVERTIDO: PALOSANTO

Decimos divertido porque está en la Plaza de Chueca, que es como decir el ágora. Puede que no todo pase aquí pero sí pasan muchas cosas. No hay un mirador mejor sobre la modernidad (o si se quiere, modernez). Sí, el Palosanto es hipster por callejero y por intenciones.Sus responsables se propusieron servir en el plato comida que haga reír, y nacieron los pancook, que no se parecen nada a un bocadillo aún siéndolo.

El Palosanto presume de terraza con una docena de mesas en este rincón cada día más privilegiado y de nombre ultramarino. El de la madera sudamericana utilizada por los incas para alejar a los malos espíritus y convocar a los buenos. Más allá de las proverbiales cañas y los pancooks, la cocina se hace llamar informal con toques orientales y latinos, y ha sido diseñada para disfrutarla con los dedos. Cero complicaciones. Además, tiene el sello dog friendly; vamos, que puedes ir con tu querido perro. Otra cosa: comparte nombre, Palosanto, conel último álbum del incombustible Enrique Bunbury, pura coincidencia.Plaza de Chueca, 8.

NO DEJES DE PROBAR: sin duda, el pancook, un pan de leña de 250 gramos al que se le quita la parte superiora modo de tapay se rellena con mezclas como curry y langostinos, curry y pollo o rabo de toro. Y para beber, agua de tamarindo o de flor de Jamaica, zumos, cócteles y tés fríos aromatizados.

5. EL EXTRASALUDABLE: PIZZASANA

Esta pizzería, que es también hamburguesería y acaba de estrenar local, se llama 'sana'por mil razones. No es un nombre más ni una declaración de intenciones naif. En Pizzasana llevan hasta sus últimas consecuencias lo de la alimentación beneficiosa para la salud. A saber: hacen pizzas para celiacos, vegetarianos, veganos, intolerantes a la lactosay también para los más carnívoros de los carnívoros, incluso si songatrónomos. Te las tomarás en un ambiente un tanto nórdico e industrial: colores por aquí, madera por allá y mucho verde. Un local muy ecodonde no faltala codiciadísima coctelería (también servicio de catering).Avda de los Andes, 6.

NO DEJES DE PROBAR: Las pizzas de solomillo, de pescado, de verduras frescas y de embutidos con denominación de origen. Las hamburguesas, que las hay, pueden ser de ternera con foie o con trufa.

6. EL BAR DE AUTOR: MUÑAGORRI

¿Un rincón donostiarra en pleno barrio de Salamanca? Este gastrobar con barra al centro y protagonismo absoluto para los pinchos a cualquier temperaturalleva la firma de Pedro Muñagorri, chef que se curtió en la Escuela de Cocina de San Sebastián y pasó por su mítica Casa Nicolasa, que es decir mucho entre fogones.Muñagorri, el restaurante, es la continuación de su aventura en solitario, más madrileña aún si se quiere, tras pasar por Las Rozas. Ahora, el cocinero le ha puesto más madera y ladrillo a la decoración para festejar una cocina de mercado que gira alrededor del producto.C/Padilla, 56.

NO DEJES DE PROBAR: los pinchos calientes, como el mollete de solomillo a la mostaza y lechugas, y los fríos, entre ellos, el tomate provenzal con crema de queso de cabra y pesto. O las vieiras rebozadas en pan japonés con mostaza ligera de wasabi (en la foto).

7. EL PARAÍSO DE LOS CARNÍVOROS: MEATing

Aquí se rinde culto a la carne, o mejor dicho, a la vaca gallega y seleccionada. No se podía pedir más. ElMEATing, que lleva todas sus proteínas en el nombre,es el reino de la trazabilidad y reducto carnívoro en el barrio aristócrata de Los Jerónimos.Aunque, a la hora de la guarnición, recurren a los mercados de La Bretxa y San Martín, de San Sebastián, para darle al plato el siempre saludable toque verde. El de las lechugas cultivadas en las faldas del Monte Igueldo o el de las habitas de Guetaria, de donde el muy célebre 'ratón'. También el MEATing se suma a la moda de las barras. Te saldrá al paso en la ruta más turística, junto a la Puerta de Alcalá.C/Valenzuela, 7.

NO DEJES DE PROBAR:los embutidos de Vic, los quesos de Hasparren y Roncal, las anchoas de Zumaya, los lomos de sardina ahumada de Santoña o las virutas de foie;todo carne de barra.

No hay dos bares iguales. Cada uno es un mundo y no solo entre fogones. La decoración también manda, y mucho. ¿Te gusta entrar y sentir que estás pisando fuerte en tierra de chefs o eres de los que te puede lo último de loúltimoen cuestión de tendencias? Las barras se han puesto de moda y la cocina de mercado impera en nuestra gastronomía de mantel. Esta ruta empieza por las tapas en un bar trendy del Madrid de siempre y todavía, sigue con lospinchos, como si estuviéramosen lo viejo de Donosti, da un paso más hasta unabarra que rinde culto a la carne ycontinúa por una terraza asomada al esplendor de Chuecapara llegaraun lugar donde los celiacos y los veganos son igualmentebienvenidos. Yalcanzar tambiénunmultiespacio minimalista con dos olivos en el medioy un local british abierto a este cielo que es tan azul. Esto es a la carta: tienes siete restaurantes para elegir. Y todos recién llegados.

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