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Hostales de lujo para presupuestos de cuesta de enero
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ESCAPADAS

Hostales de lujo para presupuestos de cuesta de enero

Sigue disfrutando del viaje aunque tu presupuesto haya adelgazado. Estos hostales de diseño en Londres, Reikiavik, Róterdam o Madrid te lo ponen muy fácil.

Foto: The Student Hotel de Róterdam
The Student Hotel de Róterdam

Si has llegado hasta esta hoja del calendario con ganas de continuar el viaje, pero te has dejado la parte más golosa de tu presupuesto en el intento de disfrutar aún más de todo, puedes recurrir a hoteles, estudios y hostales que han sucumbido a los encantos populares del bajo coste, sin dejar el diseño y la encantadora creatividad para el final. Esta ruta va de Londres a Reikiavik, pasando por La Haya, Róterdam o nuestros Madrid y Salamanca, para que te apees donde más lo desees. Estas habitaciones te esperan sentadas. En ellas, además, te sentirás un estudiante en esa eterna primavera o un intrépido viajero devorando mapas, aunque tú lleves una maleta de última generación. Los hostales son cada vez más chic (y siguen siendo baratos).

SALAMANCA SUITE STUDIOS: A 65 METROS DE LA PLAZA MAYOR

Esta vez se trata de estudios que nada tienen que ver con un hotel al uso y sí mucho con la hostelería más innovadora. Para estancias de corta o larga duración, para solitarios, parejas, amigos o familias, para estar juntos o separados, y en el casco histórico de la ciudad más universitaria. Es decir, cerca de todo lo que querrás ver: desde la Casa de las Conchas a la casa del rector Unamuno o la vieja catedral, pasando por la rana que se quedó de piedra en la fachada de la universidad. Cuenta con sala social y zona ciber, alojados en un edificio rendido a la nueva arquitectura, con materiales innnovadores y  muy eco. Esta escapada, además, es de corta distancia.

Lo que encontrarás: hay habitaciones con vistas hasta para cinco personas, solárium en el piso superior, una cocina de diseño y un kit de bebé (bajo petición). Y el vermú casi obligado en la cercana Plaza Mayor.

Precio: desde 50 euros.

U HOSTEL MADRID: CLUB, CINE Y PERIPLOS POR LA CIUDAD

Eso dicen sus responsables, que más que un hotel es una experiencia. Todo confabulado para que te sientas como en tu casa en pleno Madrid. Por tener, tienen club y cine propio, y organizan periplos (y otras actividades) para conocer los secretos mejor guardados de la capital, que los tiene. Más a su favor: se alza en un antiguo palacio remodelado de cinco plantas muy cerca de donde se cuece y echa humo la adelantada modernidad (C/Sagasta, 22): Malasaña, Fuencarral, Chueca y Sol.

Lo que encontrarás: hay habitaciones para 2, 4, 6, 8 y 12 personas, y también solo para chicas. Sí, tiene literas, pero sigue siendo un "hostel de lujo".

Precio: desde 20 euros por persona.

CLINK, PARA TROTAMUNDOS QUE NO RENUNCIAN AL GLAMOUR

Lo dice su carta de presentación: "Los hostales baratos en Londres con más estilo". Y hay que creerlo. A los hostales baratos, con o sin encanto, les suele sobrar literatura. Estos se pavonean de ser, además, "divertidos, cercanos, cómodos”. Está por un lado el Clink 78 (78 King’s Cross Road), un viejo juzgado de estilo victoriano que ya cumplió los 200 años y es patrimonio histórico, con un Clashbar, que tal vez te haga decidirte: un bar nocturno para las sesiones de dj, los conciertos, los  juegos y las fiestas temáticas. Y por otro, el Clink 261 (261-265 Gray’s Inn Road), que llaman "hostal íntimo y moderno". Tú decides si quieres más o menos diversión o la mismo de silencio. Cuentan con sala de televisión y cine, y de ordenadores, que tiene su propia historia. Aquí fueron juzgados The Clash en 1978. El Clink te servirá de parada y fonda en tus periplos por Europa.

Lo que encontrarás: en el 78, por ejemplo, habitaciones privadas, dormitorios compartidos y celdas (no hay que asustarse: ni monacales ni carcelarias).

Precio: desde 17 euros por persona.

THE STUDENT HOTEL, EN RÓTERDAM, LA HAYA, LIEJA Y ÁMSTERDAM: NO SOLO PARA ESTUDIANTES

En estas tierras altas te invadirá el espíritu del norte, que siempre trae bajo el brazo diseño y ecología. En este hotel que no es solo para estudiantes, por mucho que lo lleve escrito a fuego en el nombre, podrás alojarte en habitaciones compartidas o no, con más o menos privacidad, hacerte la comida en la cocina, seguir poniéndote en forma en el gimnasio, echar una de pimpón o disfrutar de la bendita placidez de su chill out, antes de echarte a las calles de estas ciudades norteñas y descubrir, por ejemplo, la obsesión de Róterdam por la arquitectura (todo es tan nuevo). Se respira un lujo diferente. Ya no hay ni que decir que estos alojamientos tienen wifi, porque lo sirven en bandeja todos.

Lo que encontrarás: toda una Babel, estudiantes (o no) de hasta 50 nacionalidades, que suelen parar por aquí.

Precio: desde 50 euros por día.

KEX HOSTEL, EN REIKIAVIK: DORMIR EN UNA VIEJA FÁBRICA DE GALLETAS

Pasar la noche (y el día) en una antigua fábrica de galletas en el centro de Reikiavik desata una emoción casi infantil. La misma que se tiene cuando se sube a la torre LU de Nantes. Por supuesto, este hostel es ahora un monumento dedicado al diseño de última hora -otra vez el vanguardista norte-, que también pasa por lo industrial, lo ecléctico y lo vintage, reclutado durante viajes y viajes de subasta en subasta. Tanto es así que hay hasta bancos de una iglesia amish. Alma nórdica, con vistas al mar y las montañas, al otro lado de la bahía de Faxaflói (donde abundan los géiseres) y anclada en el paseo marítimo de Reikiavik. Hay aquí café y bar, sala de estar, gimnasio, cocina y un patio. Ah, no habíamos dicho cuáles eran la galletas: las Mjolkurkex. Ni que a un paso tienes el puerto donde coger un barco y salir a avistar ballenas.

Lo que encontrarás: dormitorios para 4, 6, 8, 10 o 16 personas. Puedes hacer un plan familiar o de amigos. Pero también ir tú solo o en pareja. Hay habitaciones para todos.

Precio: desde 77 euros la habitación doble.

Si has llegado hasta esta hoja del calendario con ganas de continuar el viaje, pero te has dejado la parte más golosa de tu presupuesto en el intento de disfrutar aún más de todo, puedes recurrir a hoteles, estudios y hostales que han sucumbido a los encantos populares del bajo coste, sin dejar el diseño y la encantadora creatividad para el final. Esta ruta va de Londres a Reikiavik, pasando por La Haya, Róterdam o nuestros Madrid y Salamanca, para que te apees donde más lo desees. Estas habitaciones te esperan sentadas. En ellas, además, te sentirás un estudiante en esa eterna primavera o un intrépido viajero devorando mapas, aunque tú lleves una maleta de última generación. Los hostales son cada vez más chic (y siguen siendo baratos).

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