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Scrotox: la última locura del bótox es pincharlo... sí, en el escroto
  1. Estilo
¿Unos testículos más tersos y relajados?

Scrotox: la última locura del bótox es pincharlo... sí, en el escroto

Si las mujeres recurren a la cirugía íntima para rejuvenecer sus genitales, ¿por qué no habrían de hacerlo también los hombres? El objetivo, conseguir un escroto sin arrugas. Los expertos nos lo cuentan

Foto: En busca del paquete perfecto
En busca del paquete perfecto

Inyectarse bótox en el escroto –bolsa de piel rugosa que cubre los testículos- para paralizar los músculos, disminuir las arrugas y hacer así que los testículos parezcan mucho más grandeses la última excentricidad estética a la que parece que están sucumbiendo algunos hombres. ¿Tiene algún sentido?“Si relajas con inyecciones de bótox un músculo subcutáneo que hay bajo la piel, y que es el responsable de que se formen arrugas en el escroto, la piel queda lisay parece que los testículos son más grandes”, explica el cirujano plástico Daniel Arenas.

La moda se llama 'scrotox',viene de EEUU (¡cómo no!)y en el Reino Unido ya se han hecho eco de la técnica diarios sensacionalistas como 'The Mirror' y 'The Sun'. Es más, según expertos citados por el diario británico 'The Mirror', el número de hombres que habrían solicitado la técnica se ha duplicado en el último año. El tratamiento tiene, a primera vista, tres claros inconvenientes: cuesta 3.200 euros, prohíbe mantener relaciones sexuales durante seis semanas y su duración es de entre cuatro y seis meses, como cualquier toxina botulínica.

En contra

  • No está autorizado. En España, el uso autorizado de la toxina botulínica sigue siendo el tratamiento de las arrugas de expresión del tercio superior –entrecejo, frente y patas de gallo-, aunque es cierto que los médicos siempre han ido mucho más allá y a día de hoy también se pincha en la punta de la nariz para elevarla, en el contorno peribucal para eliminar el código de barras, en las comisuras para acabar con la cara de pena, en el cuello y el escote para rejuvenecerlo, y hasta en el pecho para elevarlo –la técnica se conoce como 'breastox' y la practica el cirujano plástico Daniel Arenas en nuestro país-. Este mismo experto advierte: “El 'scrotox' no está autorizado y eso supone que no está respaldado legalmente y que sihay algún efecto secundario, el responsable directo es el médico”.
  • Tiene efectos antiestéticos.Es una técnica que, aunque indolora –siempre que se aplique crema anestésica tipo Emla en la zona-, estropea más de lo que puede llegar a arreglar. “Es un poco contradictoria. Al relajar la piel del escroto parece que los testículos son más grandes, no están tan escondidos y asoman más hacia afuera, pero también haces que cuelguen más y esto da sensación de envejecimiento genital”, advierte el Dr. Arenas. Es decir, consigues unos testículos más tersos y relajados, pero como “las casas colgantes de Cuenca”. Pero es que, además, puede tener un efecto secundario importante: “Los músculos del escroto se contraen y relajan para acercar o alejar los testículos y así conseguir que tengan una temperatura constante. Si alteras estos músculos, también puedes llegar a interferir en la correcta producción de espermatozoides”, advierte la dermatóloga Elia Roo.
  • Un precio desorbitado. Su precio es totalmente desorbitado e injustificado. “El músculo del escroto es muy finito y harían falta como mucho entre 10 y 20 unidades de bótox por lado, que se pondrían en varios puntos de la bolsa. En el caso del pecho, por ejemplo, se ponen 50 unidades en total y cobramos 600 €”, asegura Arenas. Todos los expertos coinciden en que su precio es un disparate. “Es un “absoluto disparate” puesto que multiplica por 100 el precio medio de una inyección de bótox que suele rondar los 300 €”, añade el cirujano plástico Moisés Martín Anaya
  • Seis semanas sin sexo. Tampoco está justificada la prohibición de mantener relaciones sexuales durante 6 semanas después del tratamiento. Cuando se inyecta bótox en la cara se aconseja a los pacientes esperar 24 horas para realizar actividades extenuantes, no masajearse la zona ni acostarse las 4 o5 horas posteriores al tratamiento, pero nada de mes y medio inactivo. “No veo útil un tratamiento que dura un máximo de 6 meses e impide tener relaciones sexuales durante 6 semanas”, apunta el Dr. Martín Anaya.

A favor

Lo único que sí podría solucionar es la sudoración en la zona, tal y como ha afirmado Mark Norfolk, director médico de la Clínica Transform (Manchester, Reino Unido), al diario 'The Sun'. “La toxina no deja de ser un fármaco y bloquea la acetilcolina en las glándulas sudoríparas del escroto”, corrobora el Dr. Arenas. “Se podría plantear pinchar dosis muy bajas, muy superficiales y muy diluidas en la ingle, el periné y la zona perianal, en caso de sudoración excesiva, pero habría que estudiar muy bien el caso”, concluye la Dra. Roo.

Por último, la obsesión de muchos hombres con el tamaño puede ser síntoma de un problema psicológico más que físico y aquí el bótoxnada puede hacer… El diván sí.

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Inyectarse bótox en el escroto –bolsa de piel rugosa que cubre los testículos- para paralizar los músculos, disminuir las arrugas y hacer así que los testículos parezcan mucho más grandeses la última excentricidad estética a la que parece que están sucumbiendo algunos hombres. ¿Tiene algún sentido?“Si relajas con inyecciones de bótox un músculo subcutáneo que hay bajo la piel, y que es el responsable de que se formen arrugas en el escroto, la piel queda lisay parece que los testículos son más grandes”, explica el cirujano plástico Daniel Arenas.

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