De Puerto Vallarta a Seychelles: cinco destinos para huir del espumillón

Hay a quien le gusta tirarse de cabeza a la Navidad, ponerse el disfraz de Papá Noel, calarse la diadema de reno, cubrirse de espumillón y darle a la zambomba y el almirez, aunque lo que se lleve sea el villancico pasado por la túrmix del reguetón, y todo ello aderezado con el cochinillo asado, la crema de langostinos y la bandeja mix del turrón, mientras el Rey se recrea solemne en su perorata. Pero también hay a quien le pide el cuerpo huir allí donde no se escuche el 'campanas de Belén' ni sea preceptivo llevar la cuenta de las uvas en la congestionada Puerta del Sol. Para estos, para los viajeros que buscan paz navideña lejos de la tradición, hemos señalado estos lugares en el mapa mundial, cual estrategas.

Lo dicen las encuestas

Según un estudio realizado por el comparador de vuelos, hoteles y alquiler de coches Skyscanner, el 57% de los españoles aprovecharía los días festivos para huir de unas Navidades tradicionales, el 33% confiesa que lo va a hacer y el 23% reconoce haberlo hecho ya en alguna ocasión. ¿Los destinos preferidos? Los de siempre: Londres, París, Roma y Nueva York, adonde se puede volar por 102, 132, 142 y 496 euros, respectivamente, como precio medio. Si nos comparamos con nuestros vecinos europeos, somos los quintos que más viajamos, después de italianos, alemanes, holandeses y franceses, que como Marco Polos nos llevan la delantera.

Marruecos, tan cerca y tan lejos

El país vecino siempre está ahí, en nuestro horizonte, con todo su exotismo a cuestas para embaucarnos y colarnos en las páginas de su gran cuento oriental (ese es su ambiente). Da igual donde vayas, sea Fez, Essaouira, Chefchauen, Marrakech, los caminos desnudos del Atlas o la puerta del desierto, Ouazarzat. Nunca como ahora, sin los rigores del calor veraniego. Y un hotel como el Banyan Tree Tamouda Bay, en Fnideq (Castillejos), al sur de Ceuta y al este de Tánger, te espera con sus puertas de paraíso abiertas. Tal vez no puedas disfrutar de su beach club, pero sí sentirás la brisa mediterránea y te entregarás a los cócteles y divinos aperitivos, por no decir el acostumbrado té, en su azotea de estilo marroquí y contemporáneo. En el Tamouda hay biblioteca con sofá de cuero y un spa de lujo. Precio: desde 321 euros. Hay vuelos Madrid-Tánger desde 173 euros.

En el corazón (helado) de Suiza

Buscando lugares recónditos hemos llegado hasta el lago de los Cuatro Cantones o lago de Lucerna, entre montañas imponentes como la de Bürgenstock, donde cuentan que estuvo Guillermo Tell, el de la manzana, en medio de Suiza. En este paraíso natural, que se pone blanco a rabiar, se halla un hotel de los de quitar el hipo, el Villa Honegg, en Ennetbürgen, que por tener tiene hasta una piscina de agua caliente para bañarte mientras llueve o nieva. Más madera: es de estilo art noveau, fue construido en 1905 y reabierto en 2011, ya modernizado pero sin perder nada de su sex appeal. No podía ser más idílico, ni el hotel ni los alrededores. Hacer montañismo (o senderismo) aquí es obligado. Y no hacerlo, un pecado. Cualquier senda te llevará a un lugar de ensueño. Precio: desde 315 euros. Hay vuelos Madrid-Zúrich desde 185 euros.

Seychelles, el nombre de la felicidad

Vamos a situarnos en el mapa, algo que ya brinda de por sí mucha emoción. Estamos en el océano Índico, al noreste de ese otro paraíso tropical (con baobabs, rafia y lémures) que es Madagascar. Seychelles es el reino de las tortugas gigantes… y el nuestro, más ahora que empiezan los meses cálidos y ya solo soñamos con su mar casi de cristal. Además, nos vamos a alojar en Felicite, una de las 115 islas del archipiélago; para empezar, por el nombre y luego porque en ella se levanta uno de esos hoteles que acostumbran a llamarse resorts y donde siempre es verano (y de anuncio). Hablamos del Six Sense Zil Pasyon, con sus 30 villas oceánicas y un paisaje soberbio que nos hará sentirnos afortunados Robinsones (o Viernes). Precio: desde 1.460 euros. Hay vuelos Madrid-Mahe Island con una escala desde 1.065 euros.

Puerto Vallarta, sabor colonial y ballenas

Decimos Puerto Vallarta y nos vienen a la cabeza esas playas vírgenes y paradisíacas, su vegetación tropical y ese otro verano perpetuo, pero este rincón del Pacífico mexicano es también un cofre con esos tesoros que son los pueblos con encanto, el centro histórico, el antiguo faro, el malecón, la artesanía, la gastronomía (un hurra por el pescado embarazado) y la tradición cultural, en especial del pueblo indígena huichol, que tratándose de México, y además del más gourmet, es decir mucho. Y quien habla de Puerto Vallarta, un destino de playa LGTB, conocido como Mexiterráneo, habla de su vecina Rivera Nayarit, que presume igualmente de naturaleza salvaje, pintorescos pueblos, lagunas encantadas y litoral magnífico; ambos con sabor colonial. Ahí están las haciendas, molinos y caseríos.

No olvidarás nunca el canto de las ballenas (en diciembre llegan las jorobadas a la bahía de Banderas), los trinos de sus exóticas aves, la liberación de las tortugas o la espectacularidad de la Sierra Madre. Para alojarte, ni lo dudes: el fabuloso Casa Kimberly, donde Liz Taylor y Richard Burton vivieron su amor. Precio: desde 570 euros. Por estos lares rodó John Houston 'La noche de la iguana'. No olvides que esto es Jalisco; no te rajes. Hay vuelos Madrid-México desde 1.116 euros con una escala.

Costa Rica, el paraíso verde

Vamos a dar a un paraíso verde procedentes de esos otros azules. Y el país centroamericano lo es por antonomasia. Verde como ninguno. Además, en los últimos tiempos defiende la naturaleza, que en estas latitudes se escribe con mayúsculas, como nadie y se ha hecho ecologista como el que más, de ahí que ofrezca al viajero alojamientos donde vivir una estancia “puramente sostenible”, que gozan del CST, el certificado para la sostenibilidad turística. Nada de resorts occidentalizados. Esto es vivir como se vive allí.

Es el caso de la hacienda Guachipelín, al pie del volcán Rincón de la Vieja en Guanacaste, del siglo XIX (desde 80 euros). Del Luna Lodge, un hotel enclavado en la península de Osa (desde 229 euros), dentro del parque nacional de Corcovado, al sureste del país, y cuya dueña lleva 25 años luchando por proteger la belleza fascinante y virginal de su entorno. Esto atañe a la tortuga, el halcón blanco o el desarrollo integral del propio Corcovado. O del hotel Arenas del Mar, a un paso del parque nacional Manuel Antonio, junto al mar y con una reserva natural privada donde habitan más de 163 especies en libertad: tucanes, colibríes, halcones… Es de lujo (desde 345 euros). ¿Te imaginas una Navidad mejor? Hay vuelos Madrid-San José con una escala desde 1.217 euros.

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