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Viajes veraniegos: todas las emociones (festivaleras) que te esperan en Austria
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Viajes veraniegos: todas las emociones (festivaleras) que te esperan en Austria

Este país es pura música. Empezando en Viena y terminando en Salzburgo, no sin antes pasar por Innsbruck, Graz o Linz. A mayor gloria de Mozart. Y del jazz y la electrónica

Foto: La ciudad natal de Mozart es así de espectacular. (Foto: Salzburg Tourismus)
La ciudad natal de Mozart es así de espectacular. (Foto: Salzburg Tourismus)

¿No decimos Caribe y pensamos ya en la playa? Pues lo mismo pasa con Austria, salvando las distancias no solo geográficas. Que decimos su nombre y ya suena la música a mayor gloria de Mozart siempre, aunque no solo. Y como estamos en verano, todo se vuelve festivalero y por supuesto también en el país de los Alpes y el Danubio. Solo que aquí la música suena distinto. A ver si no donde hay tanta sofisticación y tanto boato. Desde Salzburgo hasta Innsbruck y desde Linz hasta Graz. Desde la música clásica hasta el jazz o la electrónica. Por haber hay hasta ópera en un escenario flotante en el idílico y fronterizo (está rodeado también por Suiza y Alemania) lago Constanza. Y entre montañas. Luego están el Tirol y tanta vanguardia. ¡Y lo tenemos tan cerca! Nos vamos.

1. ¿Un cuento de hadas? Que sí, que esto es como un cuento de hadas con música de violines. Empezando por Viena y terminando en el Tirol y Carintia, al sur y con un valle de las Rosas. Esos lugares que pecan de románticos con sus montañas, sus lagos y glaciares. Y ese vals que uno baila imaginariamente a expensas del mítico, cómo no, Danubio. Los no melómanos se convertirán en estas tierras; seguro.

placeholder En la capital del Tirol se pasa del centro histórico medieval a la alta montaña en menos de media hora. (Foto: Innsbruck Tourismus)
En la capital del Tirol se pasa del centro histórico medieval a la alta montaña en menos de media hora. (Foto: Innsbruck Tourismus)

2. De las botas al tacón. Esta vez se trata de aparcar las botas de (alta) montaña para ponerse los zapatos de tacón (o no) y lanzarse al ruedo de la música, aunque ya se sabe que aquí lo uno no quita lo otro. En Innsbruck, capital de los Alpes, por ejemplo, no hay que elegir. Uno se puede plantar en menos de media hora a más de 2000 metros de altitud partiendo desde su coqueto centro histórico medieval. Y una vez allí, en la Nordkette, joya alpina, maravillarse ante el soberbio espectáculo de la naturaleza y el valle del río Inn. Dentro del parque alpino de Karwendel, un lugar a visitar, inolvidable; la zona más protegida del Tirol. Todo es de postal. Además, desde junio hasta octubre hay un programa de excursiones gratuitas. Pero aquí habíamos venido a hablar de música.

El Donauinsel Festival en la edición de 2016. (Foto: @ Alexander Müller)3. En Viena tenía que ser. Que hasta se hizo pequeño vals en Lorca y después en Leonard Cohen, Morente y Silvia Pérez Cruz. Hasta más de 15.000 conciertos de todos los estilos hay cada año, lo cual quiere decir 41 al día y lo cual incluye las noches (mágicas) del verano y su sueño shakesperiano. Ahí está el Festival de Jazz que reúne desde ya y hasta el 10 de julio a grandes como Herbie Hancock, George Benson, Miles Mosley o Jan Garbarek. Y ahí está también el Donauinsel Festival, que tiene fama de ser la cita gratuita y al aire libre más grande de Europa. En el Festival de la Isla del Danubio queda claro que en Viena no todo es opera ni música clásica o antigua: unos 1500 artistas de todos los estilos hacen de las suyas en más de una decena de escenarios a orillas del gran río. Del 23 al 25 de junio.

4. Styriarte, ahora le toca a Graz. El lema de este gran festival veraniego, del 23 de junio al 23 de julio, lo dice todo (o casi): "Nuevas interpretaciones de antiguos maestros". En la ciudad que fue romana a orillas del río Mur, la capital de Estiria, sonarán no solo los ecos musicales de la cultura criolla, sino también el 'Cascanueces', ese cuento de hadas (otra vez ellas) de Chaikovski, sin olvidarnos de ese prometido ballet barroco a caballo. Además, la Concentus Musicus de Viena, dirigida por Nikolaus Harnoncourt; la Chambert Orchestra of Europe e intérpretes de música antigua como Jordi Savall, Quatuor Mosaiques y Armonico Tributo Austria. Graz también son palabras mayores: solo hay que ver ese castillo rodeado de bosque en el que perderse (para encontrarse).

placeholder Graz, a orillas del río Mur. (Foto: © Steiermark Tourismus Ikarus CC)
Graz, a orillas del río Mur. (Foto: © Steiermark Tourismus Ikarus CC)

5. A vueltas con Innsbruck. Y todas las veces que haga falta. Además de capital del Tirol, ostenta el honor de serlo igualmente de la música antigua, que aquí, entre tanta arquitectura posmodernista, suena hasta moderna. Es el Innsbruck Festival, el más antiguo que existe, porque durante el Renacimiento y el Barroco fue el centro musical de Europa. La cita es del 18 de julio al 27 de agosto. El mejor plan para huir del calor de estos nuestros pagos.

6. Un escenario sobre el lago Constanza. Puede que aquí por fin te enamores (de la ópera), si es que no lo estás ya. El Bregenzer Fest Spiele ofrece durante cuatro semanas un programa que se sale de lo normal. Esto es, se desarrolla en un escenario flotante montado sobre el lago Constanza y bajo el cielo estrellado. El espectáculo comienza mucho antes de abrirse el telón. Antes, por ejemplo, de la 'Carmen' de Bizet. No solo el escenario flotará; tú (nosotros) también. Del 19 de julio al 20 de agosto.

placeholder Salzburgo es de ensueño. (Foto: Tourism Salzburg)
Salzburgo es de ensueño. (Foto: Tourism Salzburg)

7. A mayor gloria de Mozart. La ciudad natal de Wolfgang Amadeus acoge cada verano el Salzburg Festival, que son seis semanas de música y teatro por todo lo alto. Más de un centenar de actuaciones, que se dice pronto. Un festival que nació en 1920 como un proyecto para la paz después de la guerra, de la mano de Hugo von Hofmannsthal, Max Reinhardt y Richard Strauss. Un aviso a navegantes todos, turistas y melómanos: la música en Salzburgo atrapa. Desde el 21 de julio al 30 de agosto. Y al ladito, en Salzburgring, la otra cara de la moneda: el Electric Love Festival, que espera reunir a 100.000 personas en plena naturaleza del 6 al 8 de julio. Cosas del verano. Por cierto, en esta ciudad increíble se rodó 'Sonrisas y lágrimas'.

placeholder El Electric Love Festival en su apogeo. (Foto: @ Kevin Verkruijssen)
El Electric Love Festival en su apogeo. (Foto: @ Kevin Verkruijssen)

8. Linz, todo por la electrónica. Decíamos que no todo era música clásica ni todo antigua, Austria también le da a la electrónica, de la misma manera que sus ciudades imperiales se han arrimado a la vanguardia. Linz, la capital de la Alta Austria, atravesada por el Danubio, es el escenario del Ars Electronica. Para saborear las mieles de este festival habrá que esperar a septiembre, del 7 al 11. Luz, sonido y robótica coqueteando con las musas. No hay que perderse un viaje por el río ni aventurarse en el tren de montaña que hace, dicen, el recorrido más escarpado de Europa.

placeholder El Ars Electronica Center. (Foto: @ Ars Electronica Center Linz)
El Ars Electronica Center. (Foto: @ Ars Electronica Center Linz)

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¿No decimos Caribe y pensamos ya en la playa? Pues lo mismo pasa con Austria, salvando las distancias no solo geográficas. Que decimos su nombre y ya suena la música a mayor gloria de Mozart siempre, aunque no solo. Y como estamos en verano, todo se vuelve festivalero y por supuesto también en el país de los Alpes y el Danubio. Solo que aquí la música suena distinto. A ver si no donde hay tanta sofisticación y tanto boato. Desde Salzburgo hasta Innsbruck y desde Linz hasta Graz. Desde la música clásica hasta el jazz o la electrónica. Por haber hay hasta ópera en un escenario flotante en el idílico y fronterizo (está rodeado también por Suiza y Alemania) lago Constanza. Y entre montañas. Luego están el Tirol y tanta vanguardia. ¡Y lo tenemos tan cerca! Nos vamos.

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