De Isabel Preysler a Chiara Ferragni: la estilista de las famosas nos desvela los secretos de sus mejores looks

Aunque no sea consciente de ello, Cristina Reyes lleva su profesión de estilista por bandera. Puede que no te suene su cara, pero te aseguramos que, cuando te cruces con ella, te resultará imposible no envidiar cualquiera de las prendas que lleve puestas en ese momento. ¿La razón? Están escogidas con la misma precisión con la que un comisario coloca las obras de un artista sobre las paredes de un museo.

Porque vestir bien es un arte. Y quien no lo reconozca es porque no ha tenido que enfrentarse jamás al vértigo de cruzar la puerta de un evento importante en el que tu ropa se convierte en tarjeta de presentación y se espera que estés absolutamente perfecta. Cristina sabe muy bien lo que significa. Se dedica a conseguir que todas esas mujeres con agendas sociales imposibles se erijan en reinas de la fiesta con su mera presencia. De Isabel Preysler a Amaia Salamanca, sin dejarnos a Kate Upton, Chiara Ferragni, Carmen Jordá o Ana Boyer. Para conocer los secretos de los looks de todas ellas hemos visitado la nueva tienda de Pronovias en la madrileña calle Velázquez para rodar el siguiente vídeo en el que lo cuenta absolutamente todo.

Las suyas no son clientas ‘normales’. Pertenecen a ese Olimpo de mujeres extraordinarias que tienen que enfrentarse a alfombras rojas, cenas con el embajador y bodas de la nobleza europea. Margarita Vargas, esposa de Alfonso de Borbón, y Alessandra de Osma, prometida de Christian de Hannover, cuentan con sus estilismos para sus momentos importantes. Con Isabel Preysler lleva trabajando ocho años. Suficientes para conseguir lo que ella llama “una simbiosis perfecta: sé lo que le gusta, lo que le sienta bien y con ella es todo muy fácil. Además posee un don que he visto en muy pocas mujeres, algo que va mucho más allá de la elegancia: cualquier prenda que viste la sube al siguiente nivel. Es una maravilla porque eleva de categoría hasta el vestido más sencillo”.

Confiesa que su profesión le da muchas más alegrías. Su misión como estilista de Pronovias, por ejemplo, le ha permitido conocer a estrellas de cine y top models con las que no habría cruzado caminos si no hubiese sido por la repercusión de la marca. “He vivido cosas que no habría vivido de ninguna otra forma gracias a ellos. Soy muy afortunada y mi agradecimiento es inmenso”, apunta.

Y eso que su intención inicial era dedicarse a la creación. “Estudié Diseño de Moda y hasta hice un máster en Comunicación y Moda. Pero cuando estaba en ello me di cuenta de que había muchísimo talento con el que trabajar y no quise desaprovecharlo”, explica. Y así encontró en el estilismo la forma de canalizar la genialidad de los demás. Esta profesión, tan imprescindible en el star system anglosajón, consiste precisamente en elegir para otras la ropa que tienen que llevar. Y parece fácil, pero hay que tener mucha y muy buena mano para conseguir la aprobación en el rostro de la mujer a la que estás vistiendo. “Es lo mejor de mi trabajo: ver sonreír a tu clienta cuando has conseguido ese look que de verdad la hace feliz”.

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