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Oribu, un gastrobar con pasión por la buena cocina fusión
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Cocina fusión

Oribu, un gastrobar con pasión por la buena cocina fusión

Oribu que significa ‘oliva’ en japonés no es sino toda una declaración de intenciones de lo que se encuentra tras la puerta de entrada de este acogedor Gastro Bar.

Foto: Huevos rotos de corral con patats confitadas y atún
Huevos rotos de corral con patats confitadas y atún

Oribu que significa ‘oliva’ en japonés no es sino toda una declaración de intenciones de lo que se encuentra tras la puerta de entrada de este acogedor gastrobar. La luz del Mediterráneo que se cuela por los amplios ventanales de la calle Barquillo, en los límites del barrio de Chueca, por un lado; y la cocina de corte japonés que el jovencísimo chef Oscar Horcajo fusiona con elementos e ingredientes de nuestro país, por otro, son su esencia y filosofía.

Iván y Mark, dos jóvenes empresarios, confiaron el proyecto que iniciaron hace apenas algo más de un año al jovencísimo chef Óscar Horcajo, discípulo de Alberto Chicote, uno de los pioneros de la cocina fusión en la capital y a cuyas órdenes trabajótanto en Nodo como en Pan de Lujo. Ahora apenas transcurrido un año desde la inauguración de este local, Óscar plantea y resuelve con maestría platos de cocina nipona y fusión.

Si es patente que su cocina está perfectamente resuelta, no se queda atrás la puesta en escena, que con el mismo espíritu que impregna la filosofía del local para acercar lo mejor de los dos mundos, el arquitecto Álvaro Oliver Bultó ha creado varios ambientes diferenciados. Desde una zona con aire más de por aquí y ambiente de taberna, a un comedor con aire más íntimo y de tipo asiático con muebles vintage, que se mezclan con lámparas de estilo contemporáneo para resultar una puesta en escena elegante. Subiendo unos escalones, simulan una cómoda buhardilla donde comer o cenar de una forma más acogedora. En la planta de calle, un comedor amplio y luminoso con mesas de madera envejecida. Dentro, cuentan con un salón interior más privado, con chimenea y confortables sillones chéster; esel lugar destinado a comer o cenar de un modo más relajado y sin prisas. Tras este salón hay una pequeña terraza secreta.

Su propuesta ‘gastro’, una cocina de calidad, puede disfrutarse tanto en su amplia barra en formato tapas como sentado en el comedor con una carta de platos para compartir, muy buenos niguiris, pescados con excelentes recetas de fusióny un apartado especial para carnívoros, con propuestas que no abandonan esas características elaboraciones donde de nuevo se mezclan productos e ingredientes muy nuestros con salsas y picantes del Extremo Oriente.

Así, podemos tomar unas croquetas cremosas de jamón ibérico, fritas en pan japonés; un muy rico dim sum de rabo de toro con crema dulce de zanahorias que suaviza la potencia de la carne; un plato muy redondo. Magníficos los huevos rotos de corral con patatas confitadas y atún rojo,y los futomakis de atún rojo, tomate lío, mayonesa de aceitunas negras y piparras vascas. De los platos principales, destacar el tataki de pez mantequilla o las carrilladas ibéricas al curry rojo, que le dan un matiz diferente y original. A los postres, unaoriginal, frescay más ligerade lo que podría suponer su nombretorrija de sobao al lemon grass con helado de yogur.

Oribu.C/ Barquillo 10. Madrid.Tlfno:91 524 03 17.

Oribu que significa ‘oliva’ en japonés no es sino toda una declaración de intenciones de lo que se encuentra tras la puerta de entrada de este acogedor gastrobar. La luz del Mediterráneo que se cuela por los amplios ventanales de la calle Barquillo, en los límites del barrio de Chueca, por un lado; y la cocina de corte japonés que el jovencísimo chef Oscar Horcajo fusiona con elementos e ingredientes de nuestro país, por otro, son su esencia y filosofía.