David Delfín: “Quiero salir de la oscuridad en la que he estado inmerso”

Ni burkas, ni sogas al cuello. Adiós a las caras tapadas y al negro como nota predominante. Para no morir, David Delfín se recicla. El joven diseñador, transgresor donde los haya, ha confesado a El Confidencial que tenía ganas de romper, de experimentar, de llevar luminosidad a sus diseños.

Se sirve una copa de vino. Está cansado porque no desconecta ni un segundo, pero tampoco quiere hacerlo. Empieza a anochecer y lleva ya más de 12 horas trabajando. “Estoy preparando la colección ‘primavera-verano 2010’ que presento en septiembre en Nueva York. Llevo 10 diseños preparados pero aun me faltan entre 20 y 30 más”.

 

Todo tiene que estar listo para que unos meses la Gran Manzana acoja este desfile, del que todavía no tiene ni el título, ni la escenografía, ni los detalles de maquillaje o peluquería. Pero adelanta lo que ya tiene decidido y para lo que no hay marcha atrás. “El negro no lo voy a utilizar, lo tengo claro. Lo he sacado de la próxima colección (...) Quería cambiar, romper. Crear un concepto de ruptura con lo anterior. Experimentar”.

Se considera “metódico”, dice pasarse el día “maquinando”, y si de madrugada alumbra una idea, se levanta para trabajar en ella. “Aunque tenga mi horario, estoy creando a todas horas”, cuenta. “El trabajo que hago me gusta mucho y no necesito desconectar”.

Tan inmerso está en su proyecto que ni se ha enterado de la polémica noticia de la demanda de la modelo Eugenia Silva a Vanity Fair. “No tenía ni idea, pero todo lo que haga Eugenia me parece bien. Hay un pacto y lo que hayan pactado es lo que debe cumplirse. En España nos encantan las polémicas, pero seguro que llegan a un acuerdo y lo arreglan. Entiendo que Eugenia esté molesta si le dijeron que cierta parte no saldría y sale. A mí me propusieron posar sin camiseta porque tenían que aparecer mis manos y la cabeza para la revista ELLE y si de repente publican la foto tal cual, tampoco me haría gracia”.

Galardonado en Cibeles en 2003 por ‘In loving micacles’, este año no desfilará en la Madrid Fashion Week. “La colección que presento en Nueva York tendrá alguna acción en la Semana de la Moda de Madrid, pero dos desfiles tan seguidos es demasiado, no sé si lo soportaría. Hacer un desfile es muy complejo y acabar uno y empezar otro rápidamente es agotador”, argumenta.

De la opinión de que “en la moda está todo por hacer” y que “lo mejor siempre está por venir”, asegura que “lo que ya se ha hecho no me interesa mucho”.

Confiesa que no le importaría vestir a María Teresa Fernández de la Vega. “Estoy abierto a ello. Me tendría que sentar, pensarlo, trabajar, hacer una propuesta, adaptarla...”. Y ya tiene pensado lo que haría con la Princesa de Asturias. “Le pondría muy guapa; de negro y con unos zapatos más altos de los que lleva, porque a ella le gusta”. Opina que “tiene su rollo clásico. Un punto de austera, como muy sobria. Tiene que ver con su carácter. Otra cosa no le pegaría y ella no se sentiría cómoda”.

¿Lo que haría con Letizia Ortiz o lo que ya ha hecho? Echa el freno. “Eso no lo debería contar”. Toma un sorbo de vino, sonríe, y adelanta que en breve tendremos oportunidad de saberlo.