El gran espectáculo ‘arty’ de Swatch

Los añejos edificios de la veneciana Piazza San Marco lucieron más coloridos que nunca la semana pasada. La ciudad más artística del mundo acaba de servir de marco para la presentación mundial de la última colección de Swatch, la marca con los relojes suizos más desenfadados. Música, luz y pintura se unieron en un espectáculo que dio a conocer los últimos modelos de The Swatch Artist Collection.

 

No podía estar mejor escogido el lugar: más de 25 años lleva la firma conjugando su tecnología con las creaciones de algunos de los artistas fundamentales para comprender el arte de las últimas décadas y había que celebrarlo. Sobre un gran escenario el neoyorquino Billy The Artist, un ‘primitivista urbano’ con un trabajo artístico que podríamos definir como claro deudor del de Keith Haring, logró componer pincel en mano un mural de grandes dimensiones al ritmo de la banda suiza de electro-noise The Young Gods. Sus relojes responden a las mismas ideas: siluetas de trazos gruesos en un universo caleidoscópico.

Para la colección, Billy ha creado dos modelos. El primero, Afterdark, logra crear a partir de la dualidad blanco/negro un universo nocturno en continuo movimiento, como las agujas del reloj. Su otro diseño, Morning Glow, es por el contrario una odisea de colores, una fiesta cromática que se escapa sin remedio de los estrictos límites que las siluetas negras parecen querer imponerle.

De Nueva York también es Matthew Langille, un jovencísimo creador que parecía estar viviendo un sueño cumplido con su presencia en Venecia y la de sus dibujos en la colección. “Quiero que la gente se ría, o que al menos sonría”, explica. Sus encantadores monstruitos verdes y el universo de nubes y cielos azules que los rodean ocupan los modelos Gent (la creación plástica original de Swatch) en unos diseños claramente naïf en tonos verdes, azules y violetas.

Los otros dos creadores que han participado en la colección de Swatch llegan del Viejo Continente. Grems, el que más responde a los planteamientos estéticos del arte urbano de vieja escuela cercanos a la cultura hip hop, ha creado dos diseños cargados y barrocos como marcan los cánones del estilo y otro en blanco mucho más limpio –sin números ni índices en la esfera– que parece querer decir ‘¡eh, tú, lánzate a bailar conmigo!’.

Ted Scapa llega al final de esta lista de creadores, pero no por eso su trabajo desmerece. Hablamos de un clásico de la creación en su Suiza de adopción, un hombre que ha creado desde alfombras hasta lámparas y que sigue manteniendo la misma emoción del primer día cuando se pone a crear. Sus trabajos para Swatch incluyen en esta ocasión cuatro diseños diferentes que compiten entre ellos en color y alegría: personajes sobre skates en movimiento constante que corren por la correa de los relojes como los minutos por nuestras vidas: pura metáfora temporal.