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La ruta definitiva: dónde vestirse como un dandy de los pies a la cabeza
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La ruta definitiva: dónde vestirse como un dandy de los pies a la cabeza

“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”. Lo sabía (y lo dijo) el escritor Oscar Wilde, considerado uno de los iconos de estilo del XIX. No solo un dandy, sino un dandy recalcitrante

Foto: Imagen de la nueva campaña de otoño-invierno de la firma de moda masculina Avellaneda (Cortesía)
Imagen de la nueva campaña de otoño-invierno de la firma de moda masculina Avellaneda (Cortesía)

“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”. Lo sabía (y lo dijo) el escritor Oscar Wilde, considerado uno de los iconos de estilo del siglo XIX. Un dandy recalcitrante y, sobre todo, un narcisista de tomo y lomo. El irlandés era un provocador nato. Gustaba de lucir abigarrados trajes de chaqueta que completaba con pañuelos de seda anudados al cuello, bastones o abrigos con empuñaduras y cuellos de 'mouton'. Una masculinidad bien entendida que, casi dos siglos después (y exenta de tanto barroquismo), continúa vigente.

El estilo 'british' o el 'stile' italiano se han erigido como los dos grandes referentes del patronaje masculino a la hora de lucir un traje de chaqueta. No obstante, el dandy contemporáneo también apuesta por dar un giro a esta prenda propia de altos ejecutivos. Paul García de Oteiza y su mujer Caterina, propietarios de la madrileña Sastrería El 91, lo saben bien: “Desde hace años existe cierta tendencia a estrechar y a acortar esta prenda”. A pesar de que ambos no son muy partidarios, defienden que los distintos tipos de paños y hechuras requieren de un equilibrio y una armonía que ha de ser respetada por cada uno. Solo los tejidos logran 'conservar' ese aura propia de la indumentaria del dandy.

Lanas gruesas, texturas marcadas o tonos neutros conforman el universo textil del 'gentleman' de la próxima temporada. La máxima de que el hombre se viste por los pies continúa vigente. Y, además, tiene referentes actuales como el actor Benedict Cumberbatch, el diseñador Tom Ford o el modelo David Gandy. 'Vanitatis' repasa la lista de tiendas imprescindibles donde vestirse y sentirse (asesoría mediante) como un dandy.

1. Glent Shoes, zapatos clásicos con un 'twist'

Oxford, Derby o Monk. Todo buen 'gentleman' debe contar con alguno de estos modelos en su zapatero. Aunque para aquellos que quieran arriesgar, en esta tienda fabrican calzado a medida y disponen de un digitalizador 3D que permite calcular el ancho, el largo y la altura del empeine de cada pie para que sus clientes sientan que sus zapatos les quedan como un guante. Gracias a este método, es posible elegir entre más de 50 tipos y colores de piel (combinables entre sí), el material de la suela, el color de las costuras e incluso personalizar los mismos con un mensaje.

Para los propietarios de esta tienda –sita en el madrileño callejón de Jorge Juan–, sin duda, el zapato que mejor combina con el estilo del dandy es el Oxford. “Se trata de un modelo elegante para cualquier ocasión y en cualquiera de sus versiones (liso, con la pala recta o con la pala vega); su diseño aporta elegancia y es sinónimo de buen gusto para quien lo calza”, argumentan.

2. Oxymoron y la revolución del estampado

Modelos Derby hechos a base de dos texturas, en tonos dorados, con estampados florales... En esta tienda conocen muy bien a su tipo de cliente: “Un 'gentleman' que busca el riesgo a la hora de vestir y que gusta de presumir de un estilo muy personal”.

Su fundador, Vernon Montero, asegura que los hay que utilizan trajes de corte clásico o no que combinan a la perfección con sus zapatos. Novios, incluso, que se han atrevido con algunas de sus colecciones. Como la diseñada por el artista plástico Javier Velarde, célebre por sus particulares estampados de sus alfombras. Sin duda, al dandy también le gusta el riesgo y aquí es posible dar con él.

3. Socketines, el calcetín es la nueva corbata

Queda claro que si un dandy quiere dar un toque de distinción a su atuendo, nada como lucir un pantalón cuyo bajo tenga una vuelta. Si la elegancia se demuestra andando, lo más recomendable es hacerlo luciendo calcetín. Desde hace un par de temporadas esta prenda se ha convertido en la nueva corbata.

Los dandis recalcitrantes apostarán por hacer buen acopio de los clásicos en tiendas tan célebres como Gammarelli: un local en Roma donde el mismo Papa y toda la curia vaticana adquieren los suyos. Para los 'gentlemen' de nuevo cuño existen una serie de tiendas en ciudades como Zaragoza, Sevilla o Madrid donde la firma Socketines distribuye los suyos. Rombos azules sobre fondos en color berenjena, lunares rosas sobre verdes… El universo cromático de las calzas no tiene límites. O sí. Todo depende de la disposición al 'riesgo'.

4. Sastrería El 91, divertida tradición

Paul y Cat, matrimonio en lo personal y en lo profesional, decidieron romper con sus carreras laborales para embarcarse en un proyecto que nada tenía que ver ni con el marketing ni con la traducción. Hace tres años apostaron por fundar este pequeño negocio de sastrería cuyos distinguidos escaparates son de los más llamativos del madrileño barrio de Chamberí.

Ella es nieta y bisnieta de sastres y él, hijo de un hombre relacionado con el mundo del textil. De su pasión han hecho su actual profesión. Ambos se formaron en la Escuela Superior de Sastrería Española para ofrecer a sus clientes la experiencia de confeccionarse un traje, un chaqué o camisas a medida.

Para ellos, la elegancia entiende de patrones clásicos y tejidos 'vintage' mezclados con complementos divertidos, como sus pajaritas confeccionadas a base de plumas de ganso o pavo real. Los menos atrevidos disponen de una amplia gama de corbatas bordadas en seda y la amplia selección de estampados y texturas de su camisería a medida. Si el dandismo es una actitud, ellos lo llevan a rajatabla. Sus estilismos son, ante todo, una gran inspiración.

5. Lander Urquijo, elegancia 'rebelde'

Madrid, París y Bilbao. Sobre estas tres ciudades se erigen tres de los templos del dandismo con sello patrio. En ellas, dar con el toque necesario para lucir como tal es posible. El sastre Lander Urquijo tiene muy claras las líneas por las que ha de guiarse el 'gentleman' contemporáneo: “Tiene la habilidad de mezclar estilos para conseguir un look especial: desde unos joggers con abrigo de cashmere o un traje a medida con unas zapatillas blancas para, en un momento concreto, lucir un esmoquin o un chaqué de forma impecable”.

En cualesquiera de sus tiendas es posible encontrar una amplia gama de prendas y camisería y sastrería a medida. Trajes de tres piezas con chaleco de tweed o de cuadros que otorgan al dandy un aspecto informal. Jeans, chinos o camisas que van desde el paisley a las figuras geométricas o el vaquero, entre otros. Un universo 'casual' que desde la casa de Urquijo invitan a combinarlos con diferentes tipos de trajes.

6. Malayerba, para quienes peinan con raya

El comportamiento, la forma de vestir… En el aspecto del dandy todo cuenta. Incluido su peinado. El auge de los cortes de pelo con raya lateral muy marcada resurgió hace unos años. Y todavía continúa vigente. De hecho, en esta barbería uno de sus looks más demandados es el 'gentleman's cut'. Asociar este tipo de peinado con la estética noventera de los ejecutivos con el pelo engominado resulta todo un error. Pelayo, de Malayerba, apuesta por otros productos que vayan desde los geles de fijación a lucir un aspecto “cuidadosamente mal cuidado”.

Que la raya sigue marcando estilo es un hecho. Ahora que los 'yuccies' se han erigido como la nueva tribu capaz de desterrar a la barba propia de los 'hipsters', si un dandy apostara por llevarla, desde esta peluquería lo tienen claro: “Sería corta y con los contornos muy definidos”.

7. Óptica Toscana, para miradas 'vintage'

Mykita, Moscot o Dries Van Noten son tres de las muchas 'notas ópticas' con que todo buen dandy puede reforzar su estilo. El emporio apto para miradas 'cool' tiene nombre. Se llama Óptica Toscana y tiene sedes en ciudades como Barcelona, Palma de Mallorca o Madrid. Un lugar donde es posible combinar raya a un lado y mirada diferencial.

Gafas plegables, en madera, a base de acetato, de colores imposibles… Aquí también se llevan los clásicos revisados aptos para el 'gentleman' contemporáneo. Porque la revisión del concepto de ese señor propio del (siglo) XIX, también implica hacerse un chequeo ocular con estilo.

“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”. Lo sabía (y lo dijo) el escritor Oscar Wilde, considerado uno de los iconos de estilo del siglo XIX. Un dandy recalcitrante y, sobre todo, un narcisista de tomo y lomo. El irlandés era un provocador nato. Gustaba de lucir abigarrados trajes de chaqueta que completaba con pañuelos de seda anudados al cuello, bastones o abrigos con empuñaduras y cuellos de 'mouton'. Una masculinidad bien entendida que, casi dos siglos después (y exenta de tanto barroquismo), continúa vigente.

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