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De viaje: dónde vivir la Semana Santa con pasión en España
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NO SOLO PROCESIONES

De viaje: dónde vivir la Semana Santa con pasión en España

Hay lugares donde esta semana se vive con pasión, más allá del Viernes Santo, y también con mucho arte, a golpe de tambor, saeta, gastronomía y tradición. Aprovechamos para disfrutar, que es sagrado

Foto: Sevilla tiene un color especial también en Semana Santa (Gtres)
Sevilla tiene un color especial también en Semana Santa (Gtres)

Hay lugares donde esta semana se vive con pasión, más allá del Viernes Santo, y también con mucho arte, a golpe de tambor, saeta y tradición. No importa que no seamos seguidores del calendario litúrgico ni que nuestra devoción sea mayor o menor, la fiesta está ahí para vivirla y disfrutar, que también es sagrado.Sobrecoge la solemnidad, la imaginería y tanta dramaturgia como se pasea por nuestras calles y plazas estos días. El turismo de hoy se vuelve procesional y misterioso. Elige si lo quieres castellano o andaluz, las dos caras de esta moneda, con más o menos jaleo, y aprovecha para abrir los ojos a todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Es tiempo de apagarlas farolas y encender las velas. El tiempo de silencio no es ahora una novela. La belleza se vuelve trágica. Seamos también cofrades.

CÁCERES: UN CRISTO NEGRO Y LA RUTA DE LA TAPA DEL COFRADE

Cualquier excusa es buena para llegar hasta esta ciudad extremeña que siempre se ve por primera vez. Pisarla, perderse por sus calles empedradas yadmirar lo bien que lleva el paso del tiempo es toda una lección de estética. Esta pasión es medieval, y además condimentada con la I Ruta de la Tapa del Cofrade, que se han sacado de la manga los hosteleros, aprovechando que Cáceres es este año la Capital Española de la Gastronomía. Los treceestablecimientos adheridos darán prioridad a las legumbres, las verduras y los pescados, dejando a un lado la carne, que estamos en vigilia. ¿Las recetas? Las de las abuelas y tatarabuelas. O sea, potaje de castañas, repápalos de bacalao con entomatá y, claro, torrijas, y también perrunillas y coquillos, que se hacen en hornos, conventos y casas particulares.

No te pierdas: la talla del Cristo Negro del siglo XIV que sale en procesión la noche del miércoles por las calles del casco viejo como se hacía en la Edad Media. Para saber más, hay un centro de interpretación en la Iglesia de la Preciosa Sangre.

ZAMORA: TAN BELLA Y MISTERIOSA QUE MERECE SER 'CERCADA'

No vamos a ponernos históricos y sacar a doña Urraca y a don Sancho a colación, pero la ciudad castellanoleonesa se merece ser cercada por los visitantes por bella y misteriosa y por gozar de ese defecto que es virtud de parecer que no sale en los mapas. Zamora está hecha para los viajeros que van más allá. Además de la capital, acércate a Toro (no solo vinos), Benavente (con sus palacios, sus casas solariegas y su Torre del Caracol, el castillo que hoy es Parador), Fuentesaúco (más que garbanzos) yFermoselle (con el maravilloso encanto de los Arribes del Duero), todos ellos viven la Pasión con maýúsculas. Y ahí al lado, que casi se puede tocar,Portugal.

No te pierdas: todo su programa, que para algo aquí el drama sacroes de Interés Turístico Internacional. Para ahondar más en los rituales de Semana Santa, hay un museo temático, que está abierto todo el año.

ALCALÁ LA REAL: PASIÓN ENTRE OLIVARES

Es el único enclave de Jaén por el que pasa una ruta que se ha bautizado como Caminos de Pasión y que recorre Andalucía con fervor semanasantero. En verano, este pueblo arde de músicas del mundo con el festival Etnosur y ahora, en plena primavera, se pone al abrigo de la fe con el respaldo de su monumental Fortaleza de la Mota, santo y seña del lugar, junto con las atalayas que la rodean. Una vez aquí, puedes acércarte al pintoresco Priego de Córdoba, a un paso.

No te pierdas: la teatralización de las figuras bíblicas y los dulces típicos en sus pastelerías (torrijas, roscos fritos, pestiños y leche frita).

SEVILLA: LA SEMANA SANTA ES ELLA

Si pensamos en procesiones, cofrades, pasos y costaleros nos viene a la cabeza la Sevillamás barroca, la que llora por sus cuatro costados y grita de dolor en sus saetas para luego estallar de alegría el día de gloria con todo su olor a azahar y su algarabía de barrio de Triana y parque de María Luisa. Reconozcámoslo, Sevilla, tan sagrada y profana a la vez, tiene un color especial. Podrás ir a la vez de procesiones y de bares. De los segundos, apunta Los Claveles, Eslava, Casa Ricardo, La Fresquita, La Moneda, El Faro de Triana o Blanca Paloma.

No te pierdas: la Madrugá eslo más. El impresionante desfile de las hermandades del Silencio, el Jesús del Gran Poder, La Macarena, el Calvario, la Esperanza de Triana y el Cristo de los Gitanos, por orden de antigüedad. A partir de la una de la mañana.

TOLEDO: TEATRALIDAD DE ORFEBRE EN LA CIUDAD DE LAS TRES CULTURAS

Toledo siempre espera a los viajeros y quijotes sentada delante de sus cigarrales, callada y sin prisas, con el aplomo de los castellanos viejos aunque esto sea Castilla ‘la nueva’. Lo hace así también durante estas fechas, bajando el volumen a la Semana Santa sevillana, que es puro clamor. Sus callejuelas retumban con los pasos del Santísimo Cristo de la Agonía, el jueves, o el Santo Sepulcro, el viernes,custodiado por los caballeros de blanco con la cruz de Jerusalén en rojo (esto es el histórico Toledo). Es Fiesta de Interés Turístico Internacional: hay inclusouna hermandad de caballeros y damas mozárabes.

No te pierdas: el Cristo de San Juan de los Reyes, que sale el Sábado Santo del espléndido monasterio del mismo nombre, y pasa por el barrio judío y sus cobertizos, mientras los hermanos del Cristo de la Buena Muerte alumbran el camino con sus faroles de mano. Un espectáculo.

Hay lugares donde esta semana se vive con pasión, más allá del Viernes Santo, y también con mucho arte, a golpe de tambor, saeta y tradición. No importa que no seamos seguidores del calendario litúrgico ni que nuestra devoción sea mayor o menor, la fiesta está ahí para vivirla y disfrutar, que también es sagrado.Sobrecoge la solemnidad, la imaginería y tanta dramaturgia como se pasea por nuestras calles y plazas estos días. El turismo de hoy se vuelve procesional y misterioso. Elige si lo quieres castellano o andaluz, las dos caras de esta moneda, con más o menos jaleo, y aprovecha para abrir los ojos a todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Es tiempo de apagarlas farolas y encender las velas. El tiempo de silencio no es ahora una novela. La belleza se vuelve trágica. Seamos también cofrades.

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