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Día del Libro: seis librerías donde puedes tomar tapas, cervezas, cócteles y café
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FOODIES POÉTICOS

Día del Libro: seis librerías donde puedes tomar tapas, cervezas, cócteles y café

Alzamos nuestras copas a la salud de Shakespeare y de Cervantes. En el día de todos los libros nos vamos a comer y beber a los sitios donde nos dan de leer. Por todos los quijotes (y los sanchos)

Foto: La librería Laie de la calle Pau Claris, en Barcelona
La librería Laie de la calle Pau Claris, en Barcelona

Alzamos nuestras copas a la salud de Shakespeare y a la de Cervantes, ala de todos los tahúres del verbo, usurpadores de metáforas, Bartlebys y compañía. Y no lo vamos a hacer en los templos de la gastronomía ni en las tascas de barrio ni en los garitos donde manda la nocturnidad y la alevosía, sino donde más duele a los letraheridos, que esta vez no son los cafés a secas donde una vez hubo una despiadada tertulia nilos patios de vecinos pasados por la pluma de Galdós, sino las librerías, que, puestas a trabajar por nuestra felicidad, miran también por nuestros estómagos. En el Día del Libro nos vamos a comer y beber a los mismos sitios que nos dan de leer.

Laie, en Barcelona

Si buscabas un menú de libro con pretensiones literarias, aquí tienes uno como mandan los cánones. Laie es la librería del Museo Nacional de Arte de Cataluña, la del Museo Picasso (también con cafetería), la del Parque Güell y la que rinde culto también a la gastronomía en un piso del Eixample barcelonés (C/ Pau Claris, 85), después de hacer lo propio conla literatura y las artes. Para Sant Jordi, en horario de comida (de 13 a 16 h) y de cena (de 20 a 23 h), el prólogo está escrito conolivas gigantes con semillas de hinojo del huerto de la princesa. La introducción, concrema de calabaza y mango forrada con aceite de piñones cubierto de albahaca (una de las tres degustaciones). El nudo, con confit de pato con castillo de dados de pera y manzana, y salsa al perfume de romesco de caballero (entre otros). Y el desenlace, con un librito de limón y merengue muy ad hoc. Yhay más. Con tostadas de Sant Jordi, pan, una bebida y café: 25 euros.

Tipos Infames, en Madrid

En esta barra se despachan, junto a los bestsellers alternativos de corte independiente, los mejores caldos y lo más granado de las cervezas artesanas mientras se habla de cosechas y añadas literarias. Iconoclasta de sobra, este bar libresco, que tramaron tres amigos “durante una partida de billar que se nos fue de las manos” y que invita al respetable a “dilapidar” su tiempo entre sus contornos, celebra hoy durante todo el día la Noche de los Libros. Lo harán con quienes serán 'libreros por un día': nada menos que el músico Santiago Auserón y la autora francesa Catherine François, que ya han hecho más de un bolo juntos. Tipos Infames (San Joaquín, 3) abre hoy de 11:00 a 23:45 en jornada intensa e intensiva. El resto de los días, la “infamia” vuelve al horario habitual, de 11 a 15 h y de 17 a 22:30.

Babèlia Books & Coffee, en Barcelona

Esto es una Babel en toda regla, donde se mezclan las exposiciones, los recitales, los talleres, las degustaciones, los libros y los cafés. Babèlia Books & Coffee está especializada en narrativa multilingüe de segunda mano y quiere ser, sobre todo, “un pequeño lugar donde disfrutar de la vida cultural en Barcelona (C/ Villarroel, 27)”. No es difícil. Además de Joyce, Proust, Camus, Zweig y sus compadres, los tés, cafés, vinos, cervezas y repostería internacional también ayudan. Es el invento de dos amigas. Para el Día del Libro y de Sant Jordiestá prevista la lectura de las cartas de amor de su concurso (a las 19:30). Imaginamos que con flores.

El Bistró de La Central de Callao, en Madrid

Este puerto donde arribamos a menudo para echar el ancla en su mar de libros es ya un todo clásico del viejo Madrid con abolengo (Postigo de San Martín, 8), pues es casa-palacio con historia. Que no solo de leer vive el hombre; también hay que comer. Su Bistró, cuajadito de productos frescos y naturales, ofrece plato del día, bocadillos y tapas, tartas y pasteles, y llegado el domingo y los festivos también brunch (de 12 a 17 h). No faltan, como es menester y por añadidura, pongamos que cervantina, los cócteles literarios. Para hoy, el menú incluye gazpacho blanco con crudités ypalomitas de cazón con kétchup de curry y naranja, entre otros platos. Mañana será otro día (del libro).Precio: 11,90 euros.

Chico Ostra, en Valencia

Vaya por delante que este garito de las artes y las letras está dedicado nada menos que al libro de poesía La melancólica muerte del Chico Ostra, de Tim Burton, así que algo fabuloso cabe esperar. Cinco años ya haciendo de las suyas en el casco viejo de Benimaclet (C/ Músico Belando, 15), en Valencia, a partir de las seis de la tarde y hasta las doce, excepto los viernes y los sábados que se alargan hasta la una y media, con música, wifi y hasta Trivial. Ah, también puedes comprar ropa de segunda mano y sumarte a su animado programa de actividades. En la carta, hay sándwiches, montaditos, hummus, salmorejo, ensaladas y tartas caseras, y café, té, vino, cerveza, vermú, zumos naturales y gin-tonics. Y tiene terraza en calle peatonal.

La Qarmita, en Granada

Todas las actividades culturales que te puedas imaginar y más: jazz y otras músicas, poesía, cuentos… Sin ir más lejos, el día que sigue al del Libro, o sea el 24, se presenta en sociedad la cerveza La Bandolera del Sur, cata incluida y con tapas vegetarianas (a partir de las 21 h). La Qarmita es una librería-café en la bella Granada (C/ Águila, 20), donde puedes tomarte una tarta casera con un té o un café, algo de picar, y en estas fechas primaverales, un yogur helado, una piña colada o un refrescante batido. Si vas, no dejes de preguntar por qué se llama así.

Alzamos nuestras copas a la salud de Shakespeare y a la de Cervantes, ala de todos los tahúres del verbo, usurpadores de metáforas, Bartlebys y compañía. Y no lo vamos a hacer en los templos de la gastronomía ni en las tascas de barrio ni en los garitos donde manda la nocturnidad y la alevosía, sino donde más duele a los letraheridos, que esta vez no son los cafés a secas donde una vez hubo una despiadada tertulia nilos patios de vecinos pasados por la pluma de Galdós, sino las librerías, que, puestas a trabajar por nuestra felicidad, miran también por nuestros estómagos. En el Día del Libro nos vamos a comer y beber a los mismos sitios que nos dan de leer.

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