¡Cho-co-la-teeee!

Nos vuelve locos. Con fresones, convertido en mousse, como complemento indispensable para magdalenas, tartas o crepes... pero también con ravioli, acompañando a un contundente asado de corzo o sublimando la delicadeza de un paté: el chocolate es uno de los alimentos más versátiles y sus usos gastronómicos aumentan cada día. A descubrir nuevas formas de disfrutar de su inconfundible sabor están dedicadas las jornadas que el restaurante del hotel Palace está celebrando hasta el sábado.

 

El xocolatl, brebaje hecho con cacao, maíz molido, vainilla y especias que recibió Hernán Cortés como obsequio a su llegada a México, ha cambiado mucho desde el siglo XVI. Ya no es un producto exclusivo del clero y la nobleza, como cuando llegó a Europa, sino al contrario: se ha convertido un placer democrático, al alcance de cualquier bolsillo, que además reporta una serie de beneficios indudables a nuestra salud. De todo esto sabe bastante (y lo cuenta aún mejor) Pedro Álvarez, alma mater de esa pequeña joya gastronómica que son los productos de la marca Pancracio. Él fundó en 2003 esta empresa de la que hoy se puede hablar sin miedo como referente en la fabricación de chocolates selectos, y junto a su equipo es autor del libro Chocolate Moderno, publicado el año pasado por El País-Aguilar y cuyas recetas han servido como base a una de las propuestas del hotel para estos días.

 

Los chocoholicos que quieran disfrutar del mejor fin de semana de sus vidas tienen antes que decidir a qué hora del día quieren sucumbir a la tentación: si es al mediodía o por la noche, lo suyo es dejarse llevar por el menú creado para la ocasión por el chef del Palace, Sandro di Marco, en el que cada plato lleva un toque de chocolate. Si preferimos darnos un festín a la hora de la merienda no hay que dudarlo: el buffet de postres de chocolate basados en el libro de Pancracio es nuestra opción. Tartas de chocolate negro y fresón, Afrika o Alta Velocidad, mousses de chocolate negro, blanco o café y naranja, biscotti, chocolatinas de frutos secos, cookies, chocotofes, magdalenas, brownies... todo listo para elevar nuestros niveles de serotonina y llevarnos de la mano a la máxima felicidad por 18 euros.

 

La propuesta para los almuerzos y las cenas consiste en un menú cerrado con tres platos, postre y copa por 50 euros. De entrante, el foie de pato con brioche de chocolate y nueces que se puede ver en la fotografía de la parte superior de este artículo y a continuación, unos ravioli de cacao con langostinos y crema de lima imposibles de olvidar por la conjugación de emociones que dejan en nuestra mente: no podía ser de otro modo con un virtuoso de la pasta italiana de por medio.

 

El menú continúa con lomo de corzo con manzana y salsa de chocolate perfumada con pimienta de Jamaica, una opción –la de la carne de caza con chocolate– que por conocida no deja de sorprender, y termina con un bizcocho de chocolate con helado de azafrán y salsa de aceitunas (en la imagen inferior) como fresco colofón. Para rematar y ayudar a los jugos de nuestro estómago, la cupula de la vodka de chocolate de Pancracio, una absoluta delicia para los amantes de las copas más golosas.

 

Chocolate Passion en La Rotonda del Palace. Hasta el 28 de marzo. Reservas: 91 360 78 18 / reservas.palace@westin.com