Terrazas abiertas por vacaciones

El pobre desdichado que ha de pasar los 31 días de agosto buscando algún resquicio de sombra en esta bahía de asfalto que se divisa desde cualquier calle de Madrid anda desesperado por hallar planes de ocio. Con San Lorenzo, San Cayetano y la Paloma de vuelta en sus parroquias y la mitad de los bares y restaurantes cerrados por vacaciones, encontrar un lugar donde tomar una copa o cenar agradablemente al fresco se hace complicado. Sin embargo, muchas terrazas mantienen sus puertas abiertas durante estos días y de hecho, la visita a alguna de ellas durante estas semanas resulta imprescindible porque durante el resto del año deben echar el cierre por diversos motivos.

 

Pocos espacios hay tan privilegiados en Madrid como el que se encuentra nada más cruzar la puerta 30 del estadio del Real Madrid. El Realcafé Bernabéu mantiene hasta finales de agosto una terraza de verano montada sobre las mismísimas gradas del coliseo madridista, un espacio en el que se puede disfrutar de una carta que presenta adaptaciones de platos tradicionales de nuestra gastronomía (ensaladilla rusa o unas increíbles croquetas caseras de jamón de bellota, por ejemplo) igual de sencillas que sabrosas. Hay un puesto de helado, clases de pilates por la tarde, bufet de frutas... y hasta una zona de copas con cinco barras en tres ambientes diferenciados.

Cinco son los restaurantes que la cadena tiene repartidos por Madrid, todos decorados de acuerdo al entorno y con una clientela tan variada como sus emplazamientos. La calle de Fuencarral sigue patas arriba hasta convertirse en peatonal, pero el tramo donde se encuentra Lateral (en la plaza aneja al Mercado de Fuencarral) ya está terminado y la terraza ha vuelto a su lugar congregando a los shoppers con más estilo que quieren ver y ser vistos. En la de Santa Ana abundan los turistas, que descubren asombrados su tortilla de patatas o el gazpacho. Para los que quieran alejarse del bullicio, nada mejor que el local del centro comercial Arturo Soria Plaza: su zona chill out es un remanso de paz en esta costa marrón que es Madrid en verano.

Poco a poco este hotel alejado del centro pero muy bien comunicado con la zona de negocios de la Castellana se ha convertido en un imprescindible de la vida social madrileña. Como todos los veranos, el restaurante Verdil sale a la terraza para poder disfrutar de los platos de su carta al aire libre. De martes a sábado, además, las sushi nights prometen aportar un toque oriental a las veladas. Además, con los bonos cool and pool es posible disfrutar de la piscina del hotel aunque uno no se aloje allí. Y si tiene suerte a lo mejor le toca en la mesa de al lado a Cristiano Ronaldo: el jugador del Real Madrid se hospeda en el hotel hasta que le entreguen las llaves de su casoplón en la urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón.

La propietaria de China Crown y Sushiwakka (un recién llegado a Tetuán cuya terraza y cócteles también vale la pena conocer) sabe que cuando llega el verano la terraza de Hakkasan se convierte en el must de La Moraleja. Con una cocina pacífica (sus platos van de Japón al Perú) que se puede degustar mientras disfrutamos de una bella puesta de sol, la gran novedad de este verano es el menú burbujas que por 75 euros ofrece para dos comensales sushi, sashimi, tempura, yakkisoba y pato, además de postre, regado todo con champán André Clouet y Veuve Fourny & Fils.

Escondido en la calle del Prado, a tiro de piedra de la plaza de Santa Ana, el hotel Vincci Soho también cuenta con una terraza digna de descubrir. Con zona de restaurante, chill out y cafetería, el espacio Roomstar es un lugar apropiado para tomarse una copa, paladear una cena informal o simplemente para disfrutar del placer de la conversación en compañía. Entre las sugerencias de la carta destacan las quesadillas de jamón y queso o alguno de sus sándwiches calientes: ¡lo complicado será elegir!

Para la última propuesta hay que tomar el coche, pero no tendremos que llegar demasiado lejos. Sin salir de la comunidad de Madrid, en Santos de la Humosa, el hotel El Pontifical cuenta con una terraza con unas vistas que ya muchos quisieran, al valle del río Henares y la sierra de Guadarrama, un lugar ideal para disfrutar del asadillo manchego con ventresca de bonito que se incluye en su carta. El hotel forma parte de la cadena de establecimientos rurales con encanto Ruralka, lo que facilita los trámites de gestión de nuestra reserva.