Pepe Solla, vinos y camelias

Galicia se inunda de camelias, flores de fragancia exultante que crecen junto a algunas de las mejores variedades de viñedos de la uva autóctona local regadas por el agua perenne que empapa sus tierras, calles y jardines. Más de 8.000 variedades de esta florconviven con las hojas de parra y los racimos de uva que sirven para elaborar algunos de los mejores vinos con denominación de origen de las Rías Baixas.

Pepe Solla, cocinero con estrella Michelin y uno de los representantes más reconocidos de la nueva cocina gallega, presentó en Lavinia, la bodega pionera que rompió con los anticuados despachos de vino madrileños, creando un nuevo concepto en la venta de vino,un menú especial de buen producto, buen vino y esplendidas camelias. Así, durante el mes de marzo, Lavinia se transforma en un pazo gallego, vistiéndose para la ocasión con cientos de camelias para arropar y acompañar la gran selección de vinos de Rías Baixas que serán protagonistas durante estas fechas, tanto en su tienda de Jose Ortega y Gasset, como en la de La Moraleja.

Un menú que comenzaba con unos sorprendentes callos a la gallega: mar, textura y sabor, maridado con un Alba de Mar de 2012, ligeramente salino, que aportaba fluidez y juego al plato. Una centolla gratinada con mayonesa de wasabi y erizos, en los que tanto uno como otroaportaban una fuerza singular a la centolla y ampliaban la potencia del mar en el plato,que se acompañó de un Ill Fefiñañes, un albariño elegante y muy fresco, que atemperaba la potencia y fuerza del plato en la boca. La lubina de anzuelo, bien concebida y mejor hecha, permanecía con un casi inapreciable tono sonrosado en su interiorque, en cambio, síse percibía en la jugosidad de su carne. Acompañada de un puré de tubérculos y ensalada, se sirvió con un Zarate Caiño, un tinto de uva autóctona, eso si ligeramente afrutado y un punto ácido que iba muy bien con el pescado. El postre, toda una oda a las camelias que estos días disfrutan de su apogeo en tierras gallegas y que, junto a los viñedos, contribuyen a crear unos paisajes únicos.

Por ello, a todos aquellos que se aventuren a comer, beber y disfrutar de los placeres de las Rías Baixas en este tiempo de floración y colorido, aconsejamos visitar los siguientes pazos donde las camelias primero y el buen vino despuésles complacerán.

Pazo de Rubiáns,en Vilagarcía de Arousa, cuenta con más de 35 especies florales donde destacan los pétalos rojos, blancos y rosas de las camelias que inundan el jardín y con los que se hacen jabones artesanos. Un lugar en el que además debe visitar su viñedo de albariño y la bodega.

Pazo de Fefiñáns, en Cambados, en plena capital del albariño, un rincón declarado ‘bien de interés cultural’, que alberga desde 1.904 la bodega Palacio de Fefiñanes, la más antigua del lugar y donde se elaboran tres tipos de albariño y orujos. Se puede visitar el viñedo de cepas centenarias y el mágico bosque repleto de camelias.

Pazo Quinteiro da Cruz, en Ribadumia. Una casa señorial rodeada de más de mil tipos de flores, que le han hecho merecedor de la Camelia de Oro.El jardín está rodeado de viñedos de albariño que elaboran en la bodega familiar dentro de la finca.