Yeeels de París reúne lujo, buena gastronomía, música y champán

Un interior sofisticado donde el oro, mármol y espejos contrastan su brillo con las telas mates de las paredes que aportan la nota cálida y elegante a este moderno espacio. Es un bar restaurante que por la noche se transforma en la pista donde baila y toma copas la gente guapa y chic de París. Lo más sorprendente es que además ofrece buena gastronomía. Eso sí, al ritmo de la música y con una iluminación que dirige un DJ y a la que no se resisten ni los comensales que vibran en la silla. Es una opción divertida, sin duda.

Tiene una carta variada con apartados para las entradas con ensaladas y, por supuesto, caviar y foie gras, pero también con recetas y producto español como las alubias blancas que cocinan con pulpo, el gazpacho y el jamón ibérico de bellota cortado a mano. Otro, es para las pastas y las pizzas con risottos, macarrones y pizzas de masa fina y crujiente que desde la margarita a la de trufa, merecen mención. Este último ingrediente está presente en los macarrones, la burrata italiana, el rodaballo al apio blanco y en el puré de patata, que es un acompañamiento opcional de los platos. Salmón, bacalao negro, lubina y rodaballo forman la carta de pescados y entre las carnes, destacar el “black angus”, carne bovina originaria de Escocia, muy tierna y jugosa, que sirven sobre salsa yakitori.

El lujo también está presente en sus postres. Desde los clásicos macarons en una composición de frambuesa -dedicada a Marie Anttoniete- a otros que llevan el sello del mismísimo Pierre Hermé París, el pastelero francés Picasso de la pastelería, según la edición francesa de la revista Vogue. ‘Le 2000 feuilles’ es su versión del tradicional milhojas ligadas con un cremoso praliné de avellanas y almendras; su famoso pastel de chocolate ‘le carrément chocolat’, muy especial para los amantes del sabor intenso del chocolate negro, en diferentes texturas cremosas y suaves; y, ‘la tarte infiniment vanille’, tan sugerente que no necesita traducción.

Muy de acuerdo con la tendencia de acompañar una buena mesa con vinos espumantes, de principio a fin en algunos casos, comienza a arraigarse en países como el nuestro donde es costumbre reservarlo al brindis.

Yeeels no podía ser menos y en nuestra visita lo hicimos con un champagne francés: G.H. Mumm, el que se descorcha en los circuitos de Fórmula Uno y que ha unido su espíritu pionero con el de otro que también triunfa, pero en las pistas de baile, David Guetta. La casa francesa ha creado con él una edición especial con su nombre impreso en la botella plateada.

¿Y de quién mejor… si el champagne es música?

Yeeels. 24, Avenue George V – Paris, France www.yeeels.com