Almerimar, clima templado y excelente gastronomía

Almerimar es un terreno ganado a una tierra yerma y a un mar rico en pesca; es un mundo en si mismo, un oasis, creado de la nada entre la sierra de Gador y el Mar Mediterráneo en la costa meridional de Almería. Es un lugar al que acuden personas de toda Europa para descansar, jugar al golf, disfrutar de las numerosas actividades culturales o saborear en el puñado de buenos restaurantes, que los hay, la rica variedad de los productos que crecen en la mejor huerta de Europa y se pescan en su mar. El paisaje que domina la zona es especial, es el más verde y frondoso de Europa, pero escondido bajo un mar de plástico, el único paisaje creado por el hombre que según Pedro Duque se puede ver desde el espacio.

El puerto deportivo reune en sus pantanales barcos, yates y veleros que bien podrían amarrar en Puerto Banús o en los mejores puertos del Mediterraneo. En los arenales de sus playas de Levante y de Poniente se puede practicar uno de los deportes de moda en el mar: el paddle surf en la escuela del campeón del mundo Victor Fernández, una variedad del surf en la que tras recibir una serie de instrucciones básicas, uno puede iniciarse y disfrutar del mar, remando de pie, sobre la tabla. Almerimar no se acaba en sus playas, sino que se extiende más allá, hasta el extraordinario teatro de El Ejido, en el que se programa una interesantísima agenda cultural de conciertos y obras de teatro tan interesantes como el de cualquier capital de provincia.

El panorama gastronómico sorprende por la riqueza y variedad de su huerta, aquí se cultivan de forma orgánica, crecen y se recogen las mejores verduras y con más sabor que uno haya probado jamás. Es un campo creado de la nada, un terreno en el que apenas crecía el polvo, fue transformado por el esfuerzo diario e inagotable de sus gentes hasta convertirlo en un vergel en el que crecen, entre otros, los tomates con más sabor que uno haya probado jamás. El poder estudiar y entender cada una de las semillas que se plantan, permite enriquecerlas naturalmente mucho más allá de lo que la propia naturaleza sería capaz de hacer ¡Por una vez el hombre supera a la naturaleza! Plásticos que encierran una punta de tecnología que estudian y tratan de imitar desde el resto del mundo: ventilación y riego gota a gota medido minuto a minuto; plagas controladas de forma natural con arañas y abejorros que mantienen limpio el huerto y analisis clínicos que ayudan a medir cada parámetro de la planta. .

Tanta riqueza y variedad y sabores tan profundos se prueban en un puñado de restaurantes, privilegiados por tener la mejor materia prima tan a mano. En La Costa, el único estrella Michelin de la zona, además de su extraordinario menú degustación, ofrece una gran barra, no por tamaño, sino por la calidad de la cocina que presenta en su carta. La Lonja es un restaurante único y original. Lonja de día, restaurante de noche, permite probar una cocina de producto en una sencilla taberna junto al mar y donde adornan preparaciones básicas con detalles que los realzan.. En la playa de Levante, cerca de la escuela de padel surf de Antonio Fernández, hay un chiringuito, Flamingo, cuya terraza y su comedor acristalado recogen los rayos del sol perennes durante todo el año, acompañan siempre mientras se comen los riquísimos boquerones perfectamente fritos, jugosos pero secos de aceite, que son el preámbulo de un estupendo arroz, una paella que llega con el grano perfectamene cocido a la mesa y con un sabor a marisco largo y potente. ¡Buenísimo!.

Para dormir, alojarse en el hotel AR Golf Almerimar, un cinco estrellas muy tranquilo de amplias habitaciones y balcones que se abren a una zona ajardinada de piscinas y espacios verdes que además cuenta con un restaurante notable donde también se puede comer muy bien.