El mejor croissant de mantequilla: Pasteleria Vallflorida

En contra de lo que pueda creer la mayoría por haber contribuido a su divulgación más que sus originales creadores, dicen las leyendas que el cruasán es de origen vienés y que este solo llego a Francia a primeros el siglo XX. Es verdad también que su formulación actual no se conoce hasta que en 1905 se publica en Francia y por tanto su actual version hojaldrada y con mantequilla corresponde sin duda a los padres de la pasterlería moderna. El croissant esa pieza de bollería a la que aquí castellanizamos con el término cruasán y que en América del Sur siguen refiriendo como media luna, la auténtica inspiración de sus creadores (según la leyenda) tras el intento de asalto y conquista por parte de los otomanos a la ciudad de Viena.

En cualquier caso y proviniendo de donde fuera han sido los franceses los que le han dado el formato actual y popularizado más allá de sus fronteras, además de hacerlo un imprescinidble de los desayunos y meriendas en medio mundo. Una masa horneada, que debe de presentar al partirlo una consistencia alveolada, ligera, como de queso gruyere a lo bestia, con hondo y profundo recuerdo a mantequilla, y de color marrón oscuro brillante.. Estos cánones que debe tratar de cumplir un buen cruasan, son los que valoró un jurado encabezado por Oriol Balaguer (quien ya obtuvo este reconocimiento en anteriores ediciones), para dictaminar quien debía merecer el premio al mejor cruasán de España.

El mejor cruasán debía valorarse por parte del jurado en función de los siguientes aspectos: gusto (40 puntos), alveolado (15 puntos), hojaldre (15 puntos), color (10 puntos), formato (10 puntos) y acabado (10 puntos). Al concurso se presentaron 44 pastelerías de toda España, siendo el ganador final la pastelería Vallflorida de Sant Esteve de Palautordera en Barcelona, representada por Lluís Costa Gil, segunda generación de pasteleros artesanos quien se impuso a los 44 colegas de profesión que presentaron sus trabajos.

La pastelería Vallflorida es un negocio familiar dedicado a la pastelería y el chocolate. Abrió su primer establecimiento en Sant Esteve de Palautordera en 1983 un pequeño pueblo a los pies del Parque Natural del Montseny, que no alcanza los mil habitantes. En una población tan pequeña la familia Costa Gil decidió que debían dar un giro en sus vidas y comenzar la apasionante aventura de endulzar la vida al mundo y abrieron una pastelería especializada en chocolates.. Desde entonces y ya con un segundo estableciemiento en la localidad de Santa María de Palautordera, siguen elaborando un producto de la máxima calidad que les ha permitido obtener el reconocimiento como mejor ccroissant de España.