La original cocina japo-gallega de Casa Marcelo, premiada con estrella Michelin

Corría el año 1999, faltaba poco para finalizar el siglo XX, cuando Marcelo Tejedor abría un restaurante en pleno centro de Santiago de Compostela, a escasos metros de la plaza del Obradoiro: Casa Marcelo. Un restaurante cuya apertura supuso una pequeña revolución en el sector, por cuanto tuvo de insólito que en aquellos lares y en aquellos tiempos (lejos de la cocina de vanguardia de vascos y catalanes) a Casa Marcelo se iba a comer un menú gastronómico cerrado, que cambiaba frecuente y lógicamente en función de lo que encontrase en el mercado.

Como consecuencia de la calidad de sus menús y el salto conceptual que dio, la fórmula fue todo un éxito; obtuvo el reconocimiento de la guía Michelin, consiguiendo una estrella. Creo que es el único caso de restaurante que gana una estrella, la pierde, la recupera, la devuelve y la vuelve a ganar. Trece años después de haber abierto, y no sé si influido por un turismo masivo que probablemente demanda un tipo de cocina más informal, decide dar un giro de 180º y cerrar como restaurante gastronómico para abrir un local más actual, de estilo más callejero y libre.

Un cambio radical del concepto de cocina y de disposición de la sala. Esta mantiene la cocina vista, además de una mesa dentro de la misma en la que se puede comer. Incluye además una gran mesa donde se comparte mantel de papel con otros comensales; y una pequeña barra frente a la cocina permite ver evolucionar al equipo. Las formalidades del restaurante original se sustituyen para comer con cubiertos desechables. Pero la verdadera transformación ideada por Tejedor, surge en la cocina y en la concepción de los platos que se transforman en raciones para compartir, y así disfrutar de la forma de comer más divertida que existe, socializando en la mesa junto a otros comensales.

Si aceptamos que Galicia tiene una de las mejores despensas del mar de nuestro país, es lógico que una mente imaginativa, inquieta y creativa como la de Marcelo, aprovechara la excelente materia prima que sale del océano y de las rías, para hacer una cocina japo-gallega en la que los sushis y sashimis tienen una importancia señalada que no hace sino destacar ese producto excelso. Una cocina que el mismo Marcelo define como gallega, japonesa y mexicana, en la que se puede probar desde una riquísima pieza de San Martiño con ajada a unos excelente 'dim sum' de gambas.

Tanto los buñuelos de bacalao como la yema de huevo y tocino o las croquetas de jamón son muy buenos. Especial una gilda que elabora con sardina; otras veces nos las hemos encontrado de salmón y otras de atún. Sorprendente la tarta de foie y champiñones, o una singular y rica ración de patatas y puerro. Soberbia la merluza en pimiento verde o un original salmonete con morros guisados.

En Casa Marcelo se puede comer desde unos 22 euros si se comparte un par de raciones hasta los 60 si deciden darse un homenaje. En cualquier caso, su cocina les sorprenderá y agradará.

Casa Marcelo. Rúa das Hortas, 1. Santiago de Compostela (A Coruña). Tfno: 981 55 85 80.

1 estrella Michelin y 1 sol Repsol

Cocina de autor japo-gallega.

Chef: Marcelo Tejedor