El lujo de comer en La Mamounia, en Marrakech

A la sombra de la Koutoubia, junto a la concurrida y popular plaza Jamaa El Fna, se alza el majestuoso y legendario hotel La Mamounia, que abandera desde 1923 el significado del lujo en la bella ciudad de Marrakech. Un voluptuoso refugio en el que abandonarse al deleite de la gastronomía en cualquiera de sus tres exquisitos restaurantes: marroquí, francés, e italiano.

Le Marocain, el restaurante marroquí cuya arquitectura y decoración arábigo-morisca está resguardada por el frondoso palmeral del parque de La Mamounia, está dirigido por el chef Rachid Agouray, quien reinterpreta el arte culinario nacional, de mano de los fogones de su madre. Atraído por la cocina desde su infancia, con ella se dejó atrapar por el arte de la gastronomía, aprendiendo a dominar las delicias clásicas de su cocina. Tras un periodo de formación en cocinas internacionales como las del Hôtel du Palais de Biarritz, Cipriani de Venecia o Martínez de Cannes. En su carta no faltan los tradicionales manjares de pura tradición marroquí y aquellos platos familiares que aprendió de niño, pero revisados con maestría por una consolidada visión contemporánea que impregna realmente toda su propuesta. Así, Rachid Agouray crea una gastronomía marroquí renovada en la que las míticas recetas disfrutan de una vanguardista elaboración a base de productos inéditos, como la famosa pastela al bogavante y espinacas o el tayín de rape marinado, con alcachofas e hinojo de 'doukala', azafrán y emulsión de verbena.

Basado en la misma filosofía, el restaurante Le Français ofrece hoy más que nunca una cocina de producto, moderna y auténtica, que sabe extraer lo mejor de Marruecos: fuagrás de pato de Casablanca, trufa de Michlifen, azafrán de Taliouine, almendras de Essaouira, frambuesas del valle de Ourika, ostras de Dakhla y Qualidia, langosta roja o cordero del Atlas. Regentada por el chef ejecutivo del hotel, el parisino Aurélien Poirot, la propuesta francesa es una atractiva combinación de la esencia marroquí y las refinadas y más que correctas elaboraciones, sin duda, aprendidas durante su formación junto a grandes como Dutournier, Aurélien o Alain Ducasse.

Y para redondear una propuesta de clara vocación internacional, La Mamounia confía su restaurante L'Italien al galardonado restaurante Don Alfonso 1890 -dos estrellas Michelin-, considerado el precursor y pionero de la alta cocina mediterránea del sur de Italia. Descendientes de una familia de hoteleros y restauradores de renombre, el chef Alfonso Iaccarino y su esposa Livia llevan toda una vida embarcados en la búsqueda de diferentes culturas gastronómicas a través de sus numerosos viajes. Así, inspirado en una cocina cuidada italiana, ha sabido abrirse a nuevos horizontes culinarios, tanto por la calidad de los ingredientes como por la evolución en el nivel de sus técnicas. Deleita con una carta italiana en la que destacan sus creaciones particulares, como los 'spaghetti à la Don Alfonso' o su exquisita ensalada de langosta con melocotones a la parrilla, yogur con menta y pimienta rosa.

Hotel La Mamounia

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