Rapantes al horno con patatas: un plato muy sano para llevar en táper al trabajo

A pesar de que en verano con los calores encender el horno suele ser una tarea reservada solo para los más valientes, hay que reconocer que atreverse sigue teniendo sus ventajas que hacen que merezca la pena. Los alimentos cocinados en él resultan más sanos que fritos y casi siempre mucho más sabrosos que cocidos.

Y no hace falta que sea un día de fiesta para ponerse manos a la obra con una carne o un pescado al horno, pues en el caso de estos últimos, los tiempos de cocción suelen ser tan breves que hacen que sean recetas perfectas para cualquier día de la semana en el que podríamos preparar estos rapantes al horno con patatas.

Indicar que los rapantes se llaman de distinta manera según el punto geográfico donde nos encontremos, así que si no los conocéis por este nombre, es muy probable que los conozcáis como gallos o meigas.

Preparación: < 45 min Dificultad: fácil Coste: medio

Ingredientes

• 2 patatas medianas cortadas en rodajas finas
• 1 cebolla
• 1 pimiento verde
• Sal
• Aceite de oliva virgen extra
• 600 g de rapantes (gallos, meigas)

Preparación

1.- Engrasamos una fuente de horno y disponemos sobre ella las patatas cortadas en rodajas finas y sin amontonarlas. Salamos y regamos con un chorrito de aceite.
2.- Horneamos durante 25 minutos a 200ºC hasta que las patatas estén casi hechas.
3.- Mientras están las patatas en el horno pochamos la cebolla y el pimiento cortados en aros finos y ligeramente sazonados.
4.- Sacamos las patatas del horno, cubrimos con las hortalizas, colocamos encima los rapantes, salamos al gusto y llevamos de nuevo al horno durante unos 15 minutos.

Resultado

Una buena solución para cocinar un pescado que, cuando es de pequeño tamaño, suele romperse bastante si se cocina a la plancha.