Aprende a maridar: vinos perfectos para las cenas (y comidas) navideñas
Ya que nos ponemos, hagámoslo bien: si quieres acertar con la elección de los vinos de la cena de Nochebuena (o la comida de Navidad), echa un vistazo a estas sugerencias. Éxito seguro
Piensa en tu cena de Nochebuena del año pasado y visualiza la de este año: seguro que la imagen podría servir como fondo a aquel clásico 'que no nos falte de ná' con el que los españoles acompañamos los homenajes gastronómicos. Nos entregamos al picoteo con la misma pasión que a los asados, y el resultado es una mesa en la que, desde los aperitivos hasta el postre, no faltarán carnes, pescados, mariscos, chacinas, quesos, ahumados... Y viene la pregunta: ante tal derroche de preparaciones, ¿qué vino debemos usar? Hemos preguntado a Jaime Bermúdez, director técnico de Vinoselección, y nos propone una serie de caldos con los que el éxito está asegurado
En el aperitivo
Para abrir una de estas comidas o cenas, habitualmente tan copiosas, "una excelente opción es la de un brut. El cava es una bebida tan versátil que puede iniciar y cerrar una comida, maridando tanto con aperitivos como con postres. Perfecto para quienes prefieren no hacer muchas mezclas". El blanco es también una muy buena opción de entrada -Bermúdez nos propone un Muga de 2015-, y también podría ser una elección, especialmente en comidas que se abren con marisco, "un rosado especial. El que nosotros proponemos, un Viña Sastre, es un vino con muy poquita producción, casi un capricho del bodeguero".
Del besugo al rodaballo
Rompamos los clichés. Uno de ellos, el de que los blancos siempre tienen que ser del año. "Proponemos dos vinos serios y profundos, uno de ellos -el Chivite- con crianza y fermentación en barrica, que nos va a permitir maridar no solo con pescados grasos, como el besugo, o con la intensidad de sabor de los ahumados, sino también con alimentos más enjundiosos, como unas chuletillas de cordero". Y para acabar con otro cliché, el del maridaje por colores: blanco con pescado, tinto con carne, Bermúdez nos da la pincelada de un tinto, un Enate que "tiene un corte muy elegante; al no ser muy poderoso ni potente, puede ir perfectamente con entradas, con un besugo o rodaballo, e incluso también con algún guiso marinero".
Pasemos a las carnes
Pensando en los asados nos hemos ido a vinos ribereños. "Un maridaje clásico, de zona, es el del lechazo con Ribera. Optemos por crianzas y reservas, que tengan suficiente fuerza". Para carnes más delicadas, como las aves rellenas, Bermúdez nos propone un gran reserva "que tiene una finura y elegancia que lo acompaña perfectamente".
Endulcémonos la vida
Y para ello podemos recorrer las tres grandes zonas de los vinos dulces. "No puede faltar un Pedro Ximénez, que acompaña maravillosamente los chocolates. Para postres con cremas blancas -natas, suflés, chantillys...- podemos irnos a un Tokaji (en este caso, un Vega Sicilia elaborado en Hungría)". Llegado el momento final, "esa larga sobremesa, tan agradable, de charla sosegada, un oporto puede ser una magnífica opción".
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Piensa en tu cena de Nochebuena del año pasado y visualiza la de este año: seguro que la imagen podría servir como fondo a aquel clásico 'que no nos falte de ná' con el que los españoles acompañamos los homenajes gastronómicos. Nos entregamos al picoteo con la misma pasión que a los asados, y el resultado es una mesa en la que, desde los aperitivos hasta el postre, no faltarán carnes, pescados, mariscos, chacinas, quesos, ahumados... Y viene la pregunta: ante tal derroche de preparaciones, ¿qué vino debemos usar? Hemos preguntado a Jaime Bermúdez, director técnico de Vinoselección, y nos propone una serie de caldos con los que el éxito está asegurado