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Este pudo ser el menú de la Última Cena (según Quique Dacosta)
  1. Gastronomía

Este pudo ser el menú de la Última Cena (según Quique Dacosta)

Es solo un juego gastronómico, pero perfecto para acercarnos a la cocina de hace dos mil años. Se trata de la representación del menú de la Última Cena según la mirada de Quique Dacosta

Foto: La Última Cena.
La Última Cena.

¿Cuál fue el menú de la Última Cena? Aunque la Biblia tan solo nos habla de vino y de pan ácimo, es fácil imaginar que algún otro alimento debió de estar presente en la más célebre de las mesas. Hace un par de años, dos arqueólogos italianos se atrevieron, tras haber estudiado los hábitos alimentarios de la Palestina de hace dos milenios, a aventurar cuál podría haber sido el menú: ‘cholent’ (cocido de verduras), ‘jaroset’ (un postre dulce), aceitunas, hierbas amargas con pistachos y pasta de nuez.

No llegaremos a saber si estas cábalas están o no acertadas, pero podemos seguir jugando. Es lo que ha hecho en el canal Historia el cocinero Quique Dacosta, que ha aceptado elaborar cinco platos para escenificar la Última Cena. El reto es crear una propuesta gastronómica única partiendo de los referentes históricos: solo puede utilizar productos de la despensa del Mediterráneo (como el pez San Pedro, las naranjas o los frutos secos).

Vayamos con el menú:

Cuerpo y sangre de Cristo. Harina, vino y leche de almendra. El cuerpo se representa creando una oblea a modo de pan ácimo, y la sangre es el vino tinto fondillón, hecho de manera artesanal. Los pétalos de las flores del almendro transmiten la parte emocional, delicada y frágil del momento.

Las lágrimas. Agua de mar y vegetales de hoja amargos, astringentes y ácidos. Este plato representa tres tipos de lágrimas derramadas; en él, la austeridad del alimento es la belleza del sabor.

El mar y la montaña o Monte de los Olivos. Pez San Pedro, anchoa y aceitunas negras. Se representan los olivos con su fruto maduro, encurtido en agua, sal y hierbas secas. Aceituna negra licuada con fermento de las anchoas para cocinar el pez San Pedro.

El cordero y la codorniz. Codornices, sesos de cordero, castaña de Jerusalén. Dacosta elabora una tosta crujiente con la piel de las codornices y acomoda los sesos de cordero a la llama, que simulan el relleno de las codornices en tiempo de necesidad. “La esperanza la simbolizo con hojas, hierbas y brotes frescos”.

Jarofe Miel de naranjo, frutos secos, aceite de semillas de uva. Con este postre, Dacosta quiere reflejar la simplicidad que le transmite la Última Cena. “Como si fuera traído de la mano del hombre artesano o incluso de la misma naturaleza".

Un plus: más allá de la escenificación para el canal Historia, del 13 al 17 de abril, Quique Dacosta incluirá uno de estos platos en el menú de su restaurante.

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¿Cuál fue el menú de la Última Cena? Aunque la Biblia tan solo nos habla de vino y de pan ácimo, es fácil imaginar que algún otro alimento debió de estar presente en la más célebre de las mesas. Hace un par de años, dos arqueólogos italianos se atrevieron, tras haber estudiado los hábitos alimentarios de la Palestina de hace dos milenios, a aventurar cuál podría haber sido el menú: ‘cholent’ (cocido de verduras), ‘jaroset’ (un postre dulce), aceitunas, hierbas amargas con pistachos y pasta de nuez.

Quique Dacosta Semana Santa